ESPECIAL: Pueblo cubano rompe silencio por luto y grita en una sola voz "¡Yo soy Fidel!"

Spanish.xinhuanet.com   2016-12-01 00:32:37

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 30 nov (Xinhua) -- Las cenizas del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, celosamente guardadas en una urna de cedro cubierta por la insignia nacional, ya salió de la ciudad de La Habana rumbo a Santiago de Cuba (este), su última morada.

En una caravana que viajará alrededor de 1.000 kilómetros por toda la isla, transitan victoriosos los restos del icónico dirigente político, tal como ocurrió en enero de 1959, cuando realizó en sentido inverso el mismo recorrido junto a cientos de revolucionarios que sellaron con su entrada a la capital el triunfo de la naciente Revolución Cubana.

Como ocurrió en los días precedentes, miles de cubanos acudieron a los diferentes puntos por donde pasó la caravana para despedir a su "eterno Comandante en Jefe", donde en un nutrido cordón humano decidieron romper el silencio del luto ante la pérdida.

De manera espontánea y con el dolor que brotó de sus gargantas, muchos gritaban al paso de las cenizas "¡Yo soy Fidel!" y reverenciaban con un saludo militar o con una palmada en sus pechos, a quien hizo destacar en el mapa mundial a la pequeña nación del Caribe.

"Con esa frase le quise repetir mi compromiso solemne de que seguiré sus ideas y su obra, y me esforzaré por perpetuar su memoria en las generaciones venideras", explicó estremecida Angela Portuondo, una maestra de la enseñanza primaria.

La educadora residente en la capital cubana indicó a Xinhua que su juramento también incluyó una promesa que le hiciera a Fidel al paso de sus restos mortales.

"En 10 años debo retirarme y voy a ir a Santa Ifigenia -cementerio ubicado en Santiago de Cuba que guardará las cenizas de Fidel- para decirle cuánto he hecho", expresó Portuondo.

Dijo que difundirá "su pensamiento a los más pequeños para que aprendan a admirarlo y a quererlo como lo hacemos hoy millones de cubanos".

Muy cerca de ella se encontraba Fidel Rodríguez, un joven universitario que orgulloso contó por qué sus padres decidieron ponerle el mismo nombre que el dirigente fallecido.

"Desde que supieron que iba a ser varón, los dos coincidieron en que querían llamarme Fidel como nuestro Comandante. Era el Periodo Especial (años 90) y Cuba pasaba por muchas dificultades, pero ese hombre siempre los inspiró y les dio confianza en el futuro", narró.

Rodríquez compartió que para él, sus padres y para muchos más, Fidel "es y seguirá siendo sinónimo de esperanza".

Ese mismo significado es el que se empeñará en defender y preservar mientras viva, dijo a Xinhua este joven habanero.

Admitió además ser consciente del papel que le toca desempeñar en lo sucesivo para diseminar el legado de una las figuras cimeras de la historia del siglo XX.

"Hace años escuché a Fidel decir que el dolor no se comparte, se multiplica, y eso es lo que sentimos hoy con su pérdida. Pero esta profunda tristeza ha fortalecido nuestro fervor revolucionario, que a veces uno cree perdido, pero hoy nadie quiere decepcionarlo y eso nos va a impulsar a ser mejores", afirmó Margarita Peñón.

La jubilada capitalina consideró que el fallecimiento del dirigente se va a convertir en una convocatoria y recordatorio permanente de que el pueblo al que le ofrendó toda su vida, "no puede fallarle a su memoria".

Aún retumban en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana, las sentidas palabras de los 17 oradores, entre jefes de Estado, vicepresidentes, primeros ministros y enviados especiales de todos los continentes, que la víspera por la noche ofrecieron sus respetos a Fidel.

Todos se comprometieron allí a contribuir para hacer trascender el legado de justicia social, solidaridad, internacionalismo y paz de uno de los referentes más admirados por la izquierda mundial.

En un multitudinario acto, representantes de cerca de 60 naciones se unieron al pueblo cubano para rendir tributo a uno de los dirigentes políticos más emblemáticos de la historia contemporánea.

Ese fue el primero de dos homenajes póstumos previstos para despedir a Fidel Castro, quien murió el pasado 25 de noviembre por la noche a los 90 años de edad.

El segundo homenaje a Fidel tendrá lugar el próximo sábado 3 de diciembre por la noche en Santiago de Cuba, punto final de la caravana iniciada este miércoles.

Los restos mortales del "invicto Comandante en Jefe" serán finalmente depositados en el cementerio Santa Ifigenia de la ciudad de Santiago el domingo 4 de diciembre, junto a los del independentista del siglo XIX, José Martí.

  
FOTOS  >>
VIDEO  >>
  TEMAS ESPECIALES  >>
FALLECE FIDEL CASTRO
La III Conferencia Mundial de Internet
Xinhuanet

ESPECIAL: Pueblo cubano rompe silencio por luto y grita en una sola voz "¡Yo soy Fidel!"

Spanish.xinhuanet.com 2016-12-01 00:32:37

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 30 nov (Xinhua) -- Las cenizas del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, celosamente guardadas en una urna de cedro cubierta por la insignia nacional, ya salió de la ciudad de La Habana rumbo a Santiago de Cuba (este), su última morada.

En una caravana que viajará alrededor de 1.000 kilómetros por toda la isla, transitan victoriosos los restos del icónico dirigente político, tal como ocurrió en enero de 1959, cuando realizó en sentido inverso el mismo recorrido junto a cientos de revolucionarios que sellaron con su entrada a la capital el triunfo de la naciente Revolución Cubana.

Como ocurrió en los días precedentes, miles de cubanos acudieron a los diferentes puntos por donde pasó la caravana para despedir a su "eterno Comandante en Jefe", donde en un nutrido cordón humano decidieron romper el silencio del luto ante la pérdida.

De manera espontánea y con el dolor que brotó de sus gargantas, muchos gritaban al paso de las cenizas "¡Yo soy Fidel!" y reverenciaban con un saludo militar o con una palmada en sus pechos, a quien hizo destacar en el mapa mundial a la pequeña nación del Caribe.

"Con esa frase le quise repetir mi compromiso solemne de que seguiré sus ideas y su obra, y me esforzaré por perpetuar su memoria en las generaciones venideras", explicó estremecida Angela Portuondo, una maestra de la enseñanza primaria.

La educadora residente en la capital cubana indicó a Xinhua que su juramento también incluyó una promesa que le hiciera a Fidel al paso de sus restos mortales.

"En 10 años debo retirarme y voy a ir a Santa Ifigenia -cementerio ubicado en Santiago de Cuba que guardará las cenizas de Fidel- para decirle cuánto he hecho", expresó Portuondo.

Dijo que difundirá "su pensamiento a los más pequeños para que aprendan a admirarlo y a quererlo como lo hacemos hoy millones de cubanos".

Muy cerca de ella se encontraba Fidel Rodríguez, un joven universitario que orgulloso contó por qué sus padres decidieron ponerle el mismo nombre que el dirigente fallecido.

"Desde que supieron que iba a ser varón, los dos coincidieron en que querían llamarme Fidel como nuestro Comandante. Era el Periodo Especial (años 90) y Cuba pasaba por muchas dificultades, pero ese hombre siempre los inspiró y les dio confianza en el futuro", narró.

Rodríquez compartió que para él, sus padres y para muchos más, Fidel "es y seguirá siendo sinónimo de esperanza".

Ese mismo significado es el que se empeñará en defender y preservar mientras viva, dijo a Xinhua este joven habanero.

Admitió además ser consciente del papel que le toca desempeñar en lo sucesivo para diseminar el legado de una las figuras cimeras de la historia del siglo XX.

"Hace años escuché a Fidel decir que el dolor no se comparte, se multiplica, y eso es lo que sentimos hoy con su pérdida. Pero esta profunda tristeza ha fortalecido nuestro fervor revolucionario, que a veces uno cree perdido, pero hoy nadie quiere decepcionarlo y eso nos va a impulsar a ser mejores", afirmó Margarita Peñón.

La jubilada capitalina consideró que el fallecimiento del dirigente se va a convertir en una convocatoria y recordatorio permanente de que el pueblo al que le ofrendó toda su vida, "no puede fallarle a su memoria".

Aún retumban en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana, las sentidas palabras de los 17 oradores, entre jefes de Estado, vicepresidentes, primeros ministros y enviados especiales de todos los continentes, que la víspera por la noche ofrecieron sus respetos a Fidel.

Todos se comprometieron allí a contribuir para hacer trascender el legado de justicia social, solidaridad, internacionalismo y paz de uno de los referentes más admirados por la izquierda mundial.

En un multitudinario acto, representantes de cerca de 60 naciones se unieron al pueblo cubano para rendir tributo a uno de los dirigentes políticos más emblemáticos de la historia contemporánea.

Ese fue el primero de dos homenajes póstumos previstos para despedir a Fidel Castro, quien murió el pasado 25 de noviembre por la noche a los 90 años de edad.

El segundo homenaje a Fidel tendrá lugar el próximo sábado 3 de diciembre por la noche en Santiago de Cuba, punto final de la caravana iniciada este miércoles.

Los restos mortales del "invicto Comandante en Jefe" serán finalmente depositados en el cementerio Santa Ifigenia de la ciudad de Santiago el domingo 4 de diciembre, junto a los del independentista del siglo XIX, José Martí.

010020070760000000000000011100001358710691