ESPECIAL: Fidel Castro sobrevivió a más de 600 atentados

Spanish.xinhuanet.com   2016-11-30 04:13:14

Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 29 nov (Xinhua) -- El fallecido ex presidente cubano Fidel Castro, enconado adversario de Estados Unidos, sobrevivió a más de 600 intentos de atentados y murió de muerte natural a los 90 años el pasado viernes 25 de noviembre, en La Habana.

"Tengo un chaleco moral, es fuerte. Ese me ha protegido siempre", señaló Castro a periodistas mientras mostraba el pecho durante un viaje a Estados Unidos en 1979, para intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El desafío que significó instaurar un gobierno socialista a escasos 150 kilómetros de las costas de Estados Unidos, le ganó a Castro el encono de una decena de administraciones estadounidenses y lo convirtió en blanco de una gran hostilidad.

Los presidentes Dwight Eisenhower, John F. Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, George Bush, Bill Clinton y George W. Bush, fueron duros adversarios de Fidel Castro.

El ex presidente cubano fue blanco de 634 intentos de atentados "documentados", muchos de ellos organizados en Estados Unidos, de acuerdo con el general retirado Fabián Escalante, ex jefe de la inteligencia cubana y autor del libro "La guerra secreta. Operación ZR Rifle".

La Operación ZR Rifle es el criptónimo que utilizó la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) para denominar un complot para asesinar a Castro que involucraba a elementos de la mafia norteamericana, aprobada por Kennedy, y reconocida en 2007 en documentos desclasificados.

Además de los servicios secretos cubanos, muchas de esas tentativas de asesinato han sido reveladas por antiguos conspiradores, agentes, políticos estadounidenses o escritores.

Los intentos de eliminación física, que otorgan a Castro un singular récord difícil de igualar, se acrecentaron en los primeros años de la llegada al poder del líder, como detalló el periodista cubano Luis Báez en el libro "El mérito es estar vivo", publicado en 2005.

Báez enumeró varios planes, entre ellos uno para liquidarlo con un disparo de bazuca cuando daba un discurso en el antiguo Palacio Presidencial de La Habana en 1961, o varios intentos fallidos que tuvieron por escenario el estadio Latinoamericano durante partidos de béisbol, uno de los deportes a los que el líder era gran aficionado.

Muchas de esas tentativas, frustradas casi siempre por los órganos cubanos de la seguridad de Estado o a veces por una casualidad, fueron reconocidas por el Comité Church, presidido por el senador demócrata Frank Church.

Ese comité, que sesionó entre 1975 y 1976, fue constituido para investigar las actividades de la comunidad de inteligencia estadounidense, y en particular los planes de asesinatos a dirigentes políticos, como Castro o el congolés Patrice Lumumba.

Dicho Comité reveló que la CIA utilizó al abogado neoyorquino James Donovan, quien negociaba con el gobierno cubano la liberación de los prisioneros de la frustrada invasión de Playa Girón o Bahía de Cochinos, en 1961.

Donovan debía regalar al líder cubano un traje de buceo, otra de las aficiones de Castro, contaminado con bacterias y esporas que debían causarle una grave enfermedad cutánea.

Ese plan se abortó debido a que el abogado, que no conocía las intenciones de la CIA, le regaló antes a Castro un traje de neopreno convencional por iniciativa propia.

También el Comité Church hizo público un complot en el que se preveía la fabricación de un "caracol-bomba" que sería colocado en el lecho marino en uno de los lugares donde Castro solía bucear.

Otra sonada conspiración fue reportada en 1967 por la revista estadounidense "The Saturday Evening Post", que informó que la CIA había barajado en 1960 un intento de asesinar a Castro durante una visita a la ONU, entregándole un habano cargado con un potente explosivo.

El mandatario moriría con la explosión del puro mientras fumaba, una de las costumbres que tenía el líder en esa fecha.

En 2001, la alemana Marita Lorenz publicó la autobiografía "Querido Fidel: Mi vida, mi amor, mi traición", en la que narró como la CIA le dio dos cápsulas para envenenar a Castro en un previsto encuentro en La Habana, aunque ella desistió del plan a último minuto y tiró las cápsulas en un retrete.

Uno de los últimos planes conocidos y desarticulados fue el intento organizado en noviembre de 2000 por el anticastrista Luis Posada Carriles para volar con explosivos de alto poder el Paraninfo de la Universidad Nacional de Panamá, donde Castro hablaría en una concentración popular tras participar en la X Cumbre Iberoamericana.

"Ojalá todos muramos de muerte natural. No queremos que se adelante ni un segundo la hora de la muerte", dijo Castro en 1991, y la vida, y a ratos la suerte, le permitieron cumplir ese deseo, a pesar de los planes de sus adversarios.

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ESPECIAL: Fidel Castro sobrevivió a más de 600 atentados

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Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 29 nov (Xinhua) -- El fallecido ex presidente cubano Fidel Castro, enconado adversario de Estados Unidos, sobrevivió a más de 600 intentos de atentados y murió de muerte natural a los 90 años el pasado viernes 25 de noviembre, en La Habana.

"Tengo un chaleco moral, es fuerte. Ese me ha protegido siempre", señaló Castro a periodistas mientras mostraba el pecho durante un viaje a Estados Unidos en 1979, para intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El desafío que significó instaurar un gobierno socialista a escasos 150 kilómetros de las costas de Estados Unidos, le ganó a Castro el encono de una decena de administraciones estadounidenses y lo convirtió en blanco de una gran hostilidad.

Los presidentes Dwight Eisenhower, John F. Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, George Bush, Bill Clinton y George W. Bush, fueron duros adversarios de Fidel Castro.

El ex presidente cubano fue blanco de 634 intentos de atentados "documentados", muchos de ellos organizados en Estados Unidos, de acuerdo con el general retirado Fabián Escalante, ex jefe de la inteligencia cubana y autor del libro "La guerra secreta. Operación ZR Rifle".

La Operación ZR Rifle es el criptónimo que utilizó la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) para denominar un complot para asesinar a Castro que involucraba a elementos de la mafia norteamericana, aprobada por Kennedy, y reconocida en 2007 en documentos desclasificados.

Además de los servicios secretos cubanos, muchas de esas tentativas de asesinato han sido reveladas por antiguos conspiradores, agentes, políticos estadounidenses o escritores.

Los intentos de eliminación física, que otorgan a Castro un singular récord difícil de igualar, se acrecentaron en los primeros años de la llegada al poder del líder, como detalló el periodista cubano Luis Báez en el libro "El mérito es estar vivo", publicado en 2005.

Báez enumeró varios planes, entre ellos uno para liquidarlo con un disparo de bazuca cuando daba un discurso en el antiguo Palacio Presidencial de La Habana en 1961, o varios intentos fallidos que tuvieron por escenario el estadio Latinoamericano durante partidos de béisbol, uno de los deportes a los que el líder era gran aficionado.

Muchas de esas tentativas, frustradas casi siempre por los órganos cubanos de la seguridad de Estado o a veces por una casualidad, fueron reconocidas por el Comité Church, presidido por el senador demócrata Frank Church.

Ese comité, que sesionó entre 1975 y 1976, fue constituido para investigar las actividades de la comunidad de inteligencia estadounidense, y en particular los planes de asesinatos a dirigentes políticos, como Castro o el congolés Patrice Lumumba.

Dicho Comité reveló que la CIA utilizó al abogado neoyorquino James Donovan, quien negociaba con el gobierno cubano la liberación de los prisioneros de la frustrada invasión de Playa Girón o Bahía de Cochinos, en 1961.

Donovan debía regalar al líder cubano un traje de buceo, otra de las aficiones de Castro, contaminado con bacterias y esporas que debían causarle una grave enfermedad cutánea.

Ese plan se abortó debido a que el abogado, que no conocía las intenciones de la CIA, le regaló antes a Castro un traje de neopreno convencional por iniciativa propia.

También el Comité Church hizo público un complot en el que se preveía la fabricación de un "caracol-bomba" que sería colocado en el lecho marino en uno de los lugares donde Castro solía bucear.

Otra sonada conspiración fue reportada en 1967 por la revista estadounidense "The Saturday Evening Post", que informó que la CIA había barajado en 1960 un intento de asesinar a Castro durante una visita a la ONU, entregándole un habano cargado con un potente explosivo.

El mandatario moriría con la explosión del puro mientras fumaba, una de las costumbres que tenía el líder en esa fecha.

En 2001, la alemana Marita Lorenz publicó la autobiografía "Querido Fidel: Mi vida, mi amor, mi traición", en la que narró como la CIA le dio dos cápsulas para envenenar a Castro en un previsto encuentro en La Habana, aunque ella desistió del plan a último minuto y tiró las cápsulas en un retrete.

Uno de los últimos planes conocidos y desarticulados fue el intento organizado en noviembre de 2000 por el anticastrista Luis Posada Carriles para volar con explosivos de alto poder el Paraninfo de la Universidad Nacional de Panamá, donde Castro hablaría en una concentración popular tras participar en la X Cumbre Iberoamericana.

"Ojalá todos muramos de muerte natural. No queremos que se adelante ni un segundo la hora de la muerte", dijo Castro en 1991, y la vida, y a ratos la suerte, le permitieron cumplir ese deseo, a pesar de los planes de sus adversarios.

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