Por Noemí Galbán
La Habana, 28 nov (Xinhua) -- Cuba es hoy otra, aunque el cambio no se perciba de la forma en que algunos quisieran. Tras la muerte del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, se abre un nuevo capítulo de consolidación del proyecto socialista iniciado el 1 de enero de 1959.
Tal aseveración se desprende de las propias opiniones del pueblo que ante interrogantes sobre un futuro diferente e incluso opuesto al actual, coincidieron en señalar que el porvenir traerá transformaciones, pero en pos de un mayor progreso y bienestar para los cubanos.
"El profundo dolor y la tristeza que sentimos hoy la sabremos convertir en una energía revolucionaria para continuar luchando y defendiendo la obra grandiosa de Fidel en Cuba y en el mundo", destacó Armando López, un general retirado del Ministerio del Interior.
Por su parte, Sofía Rodríguez, estudiante de bachillerato, compartió con Xinhua tener la "esperanza de que mi país siga como está y si cambia sea para bien, para prosperar, para seguir cumpliendo los sueños que Fidel no alcanzó a materializar".
De acuerdo con la adolescente capitalina, el Comandante en Jefe logró que Cuba ocupara un lugar destacado en el mundo por ser ejemplo de solidaridad, internacionalismo y justicia social, principios que definen la política exterior de la isla y su constante accionar a través de las últimas cinco décadas.
Teresa González, una trabajadora estatal, aseguró que el legado del memorable dirigente revolucionario será defendido por millones de cubanos que siguen convencidos de que el mejor camino es impulsar y desarrollar la obra de la Revolución.
"Trataré de que toda mi descendencia y los jóvenes que encuentre a lo largo de mi vida, conozcan su obra y mantengan bien en alto sus ideas, como ese sol que hoy inclina su mirada ante nuestro dolor. Continuaremos luchando y sin temor a equivocarme afirmo que avanzaremos", dijo González.
Similar mensaje compartió con Xinhua Eloisa Ricardo, quien llegó a la Plaza de la Revolución de La Habana con su hija y nieta de dos años, para homenajear a un hombre que según su parecer, es tan "grande como el planeta Tierra".
"Cuba sin Fidel va a cambiar pero para bien, el sufrimiento de hoy nos da fuerzas para cumplir con él ahora más que nunca, porque no está físicamente, pero sí en nuestros corazones", afirmó Eloisa.
Su hija, Yanet Rodríguez, de igual forma comentó a Xinhua que decidió traer a su pequeña niña "porque ella representa el futuro de Cuba y quiero que vea lo que significa Fidel y poco a poco entienda lo que tiene que hacer desde hoy para ayudar a la Revolución".
Michel García, un joven estomatólogo habanero, declaró sentir una tristeza "indescriptible" por lo sucedido, "pero salgo de aquí convencido de que va a haber Fidel por siempre, porque nos formamos con él y vamos a seguir respondiéndole".
García reiteró que los médicos cubanos que han llegado por centenares a esta plaza tan simbólica para los habitantes de la isla, continuarán "llevando la solidaridad que él nos inculcó a todos los rincones del planeta y con nuestras batas blancas defenderemos su legado de paz y humanismo".
Mientras tanto, las filas para entrar al Memorial José Martí crecen por segundo hasta tornarse interminables y ya se comenta sobre la extensión sin límite de tiempo del horario del acceso a la población, que masiva, disciplinada, ininterrumpida y voluntariamente acude a rendir tributo a Fidel Castro.
