SANTIAGO, 20 nov (Xinhua) -- Pese a la larga distancia geográfica que los separa, Chile y China, dos naciones en desarrollo, se han convertido en sus más de 45 años de lazos diplomáticos en socios muy cercanos en virtud de sus intereses comunes, su confianza mutua y los beneficios que ha generado la cooperación multilateral.
Las estrechas relaciones políticas, económicas, comerciales y culturales se seguirán fortaleciendo con la próxima visita del presidente chino, Xi Jinping, los días 22 y 23 de noviembre, tras asistir a la Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima.
La visita del líder chino a Chile abrirá nuevos horizontes a los ya consolidados lazos entre las dos naciones, gobiernos, instituciones empresariales y poblaciones.
Chile fue, en 1970, el primer país de América del Sur en establecer relaciones diplomáticas y siempre se ha empeñado en desarrollar lazos multilaterales con Beijing entre las naciones de América Latina y el Caribe.
En el Foro APEC, ambos gobiernos, por ejemplo, han mantenido consultas y cooperado para avanzar en la integración de un área de libre comercio entre sus 21 economías.
También como miembros de las Naciones Unidas han mantenido una fluida relación, compartiendo, incluso, las tareas del Consejo de Seguridad.
LOS BENEFICIOS DEL TLC
En 2006, Chile se convirtió en el primer país latinoamericano en firmar un Tratado bilateral de Libre Comercio (TLC) con China, un instrumento decisivo para la diversificación de las exportaciones chilenas y para hacer crecer el comercio mutuo.
Ambos países han reiterado su interés en profundizarlo, revisando los productos que hoy se encuentran excluidos de la cobertura del acuerdo e incluyendo nuevas disciplinas como el comercio electrónico, las telecomunicaciones y los asuntos medioambientales.
Actualmente, el 97,2 por ciento de las mercancías chilenas pueden ingresar al mercado chino libres de arancel, es decir, 7.336 productos equivalentes al 99 por ciento del valor de las exportaciones al país asiático.
El ministro de Agricultura chileno, Carlos Furche, ha calificado a este TLC como "el mayor acierto estratégico de la política exterior de Chile" y ambos gobiernos han anunciado un proceso de profundización para abrir nuevas oportunidades comerciales y ámbitos de cooperación.
Aunque el cobre chileno sigue representando un alto porcentaje de los envíos nacionales (aproximadamente el 78 por ciento), China ya es el segundo socio comercial en otros rubros, con una creciente presencia de exportaciones frutícolas, alimenticias y vinícolas.
El gobierno chino ha trabajado con el chileno para promover un desarrollo más integral y profundo de su asociación estratégica, con nuevas materias en la cooperación bilateral.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha indicado que China es una de las prioridades de la política exterior de su gobierno, mientras el canciller Heraldo Muñoz ha reiterado que su país seguirá intensificando la cooperación sustancial especialmente en las infraestructuras, las inversiones y la energía.
Para Chile, la relación con China tiene importancia estratégica no sólo como socio comercial y el gobierno espera que los inversores chinos tengan una participación activa en sus proyectos económicos.
MAYOR INTEGRACION DE LA REGION CON CHINA
"China ha dado una relevancia histórica a su relación con América Latina, lo cual refleja el compromiso que está mostrando el gobierno chino con la región y también con Chile, sin que América Latina haya dado una respuesta proporcional", dijo a Xinhua Osvaldo Rosales, exdirector de Comercio e Integración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Rosales, que trabaja como consultor internacional, comentó que "hay que fijarse más en la calidad de la relación comercial que en la cantidad y podemos decir que vamos a aumentar en 10 puntos nuestras exportaciones de Chile a China, pero lo que más interesa es hacer un esfuerzo conjunto de ambos países para diversificar las exportaciones de Chile a China".
Esto también supone, destacó, que "el gobierno chileno debe desarrollar políticas públicas que permitan que pequeñas y medianas empresas puedan atreverse a dar ese salto y, para eso, se necesitan fondos para capacitación, acceso a tecnologías, a la modernización productiva, así como proveer financiamiento".
Hace un año, recordó, el primer ministro chino, Li Keqiang, actualizó las condiciones de financiamiento que China ofrece a América Latina, durante su visita a la CEPAL en mayo de 2015, cuando también visitó oficialmente Chile.
"A los gobiernos de la región les ha faltado energía, visión de perspectiva para aprovechar la fuente de financiamiento de China, así como establecer alianzas con bancos e inversionistas chinos", afirmó.
A su juicio, "todo eso va avanzando y que el presidente de China haya visitado tantas veces a la región desde que asumió el cargo, y que CEPAL haya tenido el privilegio de recibir a los primeros ministros Wen Jiabao y Li Keqiang y ahora al presidente Xi Jinping, eso merece que aprovechemos esa relación de la mejor forma posible".
Rosales consideró que "en 10 años más, China va a tener una posición consolidada en la economía y la política mundial y, en ese momento, no va a tener tiempo de ocuparse tanto de América Latina porque los temas globales van a consumir su agenda: reformas del sistema financiero internacional, la OMC, el Banco Mundial, además de los problemas políticos que afectan al mundo".
Por eso, sugirió a la región avanzar en una mayor integración con China.
Por su parte, el exembajador de Chile en China Fernando Reyes comentó a Xinhua que "Chile siempre ha estado dispuesto a apoyar el diálogo entre China y América Latina y que tenga características crecientemente interesantes, novedosas, que siga la ruta que hace años hemos tenido, la ruta de crear 'primeros' en tantas cosas".
CULTURA, TURISMO Y FUTURO
Hace más de dos años, se creó en Santiago el Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina, siendo Chile sede de dos de esas instituciones que promueven el estudio del idioma y la cultura chinos, con miles de estudiantes.
Igualmente, fue establecido el Centro Conjunto China-Chile para la Astronomía y Santiago ha posibilitado al país asiático el uso de sus bases en la Antártida para sus investigaciones.
El país sudamericano ha comenzado a recibir turistas chinos, tras firmarse el acuerdo de gratuidad de visas en julio del 2015.
Las relaciones políticas, económicas y comerciales entre Chile y China constituyen un modelo de complementación y beneficio mutuo, y ambos gobiernos están interesados en seguir avanzando en objetivos concretos.
En Chile, hay conocimiento de las profundas transformaciones que vive China, tanto en su modelo de desarrollo como en sus patrones de consumo interno, con un predominio hoy en día de la sociedad urbana.
Por eso, Chile tiene muchas posibilidades, y debe ir ganando espacios para colaborar con el desarrollo de ese país, de acuerdo con los expertos.
Uno de lo focos para Chile sería crear incentivos para que las empresas chinas se integren con las chilenas exportadoras y generen productos de mejor calidad que puedan venderse en países de Asia. Fin