NACIONES UNIDAS, 15 nov (Xinhua) -- Una evaluación realizada por la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) indica que la producción de alimentos en Siria se encuentra en el nivel más bajo.
La inseguridad generalizada y las condiciones climáticas desfavorables en partes del país siguen obstaculizando el acceso a las tierras y a los suministros y mercados agrícolas, dijo hoy en la sede de la ONU un vocero del organismo mundial.
"Luego de cinco años de conflicto, la evaluación señala que muchos agricultores han perdido la capacidad para hacer frente a la situación", dijo Farhan Haq, vocero adjunto de la ONU, en la conferencia de prensa cotidiana.
"El alza en los precios y la escasez de insumos como fertilizantes y semillas significa que no tienen más opción que abandonar la producción de alimentos si no reciben apoyo inmediato", dijo Haq.
"Es probable que esto tenga graves consecuencias, no sólo para la seguridad alimentaria de las familias campesinas, sino también para la disponibilidad de alimentos en el país y finalmente podría conducir a nuevos desplazamientos", dijo.
"La agricultura era el principal sustento de las familias rurales antes de la crisis y hasta cierto punto sigue produciendo, pero está en el límite y los agricultores han agotado en gran medida su capacidad para enfrentar la situación", dijo Abdessalam Ould Ahmed, director general asistente de la FAO y representante regional para el Cercano Oriente y el Norte de Africa.
El director regional del PMA para Medio Oriente, el Norte de Africa, el Centro de Asia y el Este de Europa, Muhammad Hadi, dijo que "la situación de seguridad alimentaria de millones de personas dentro de Siria sigue deteriorándose. Más de siete millones de personas son clasificadas como inseguras en términos alimentarios en todo el país, luego de agotar sus ahorros y quedarse sin capacidad para llevar comida a la mesa familiar".
Además de las dificultades causadas por la afectación al comercio y los mercados y por la escasez de semillas de calidad, fertilizantes, maquinaria y combustible, una lluvia deficiente y la destrucción de la infraestructura de irrigación han agravado la situación para los agricultores que tratan de seguir produciendo alimentos en circunstancias adversas.
En algunos casos, los agricultores han tenido que pasar de cultivos valiosos y nutritivos a otros más resistentes pero menos nutritivos, señalaron las agencias.
El PMA y la FAO dijeron además que los criadores de animales están sintiendo también los efectos de la crisis. "El mantenimiento de sus animales se ha vuelto cada vez más difícil y costoso y muchas familias de pastores se han visto forzadas a vender o a sacrificar sus ovejas, sus cabras y sus aves de corral".
Los combates y la inseguridad derivada de ellos también han limitado el acceso a pastizales y a fuentes de agua. Además el forraje se ha vuelto inasequible para muchos, y las vacunas y medicamentos veterinarios de rutina se están agotando. Fin
