PERFIL: Rosario Murillo, la eterna compañera de Ortega, va por vicepresidencia de Nicaragua

Spanish.xinhuanet.com   2016-11-06 02:39:32

MANAGUA, 5 nov (Xinhua) -- Al lado del actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, siempre hay una mujer delgada, de exuberante cabello rizado, ropa de colores fuertes y con exóticos anillos, pulseras y dijes colgando de sus manos, brazos y muñecas.

En los discursos, en sus visitas oficiales e incluso a la hora de ir a votar en las elecciones, esa notoria mujer no se separa del jefe de Estado.

No sería incorrecto decir que es la asesora del presidente, aunque es, claramente, mucho más que eso.

Ella es Rosario Murillo, llamada popularmente "la Chayo" por amigos y adversarios, esposa de Daniel Ortega y su compañera de lista para la vicepresidencia de cara a las elecciones presidenciales de mañana domingo en Nicaragua.

Polémica y poderosa, Murillo, de 65 años, ha sido la incondicional compañera de Ortega y un elemento fundamental en la toma de decisiones en Nicaragua.

Murillo y Ortega se conocieron a finales de la década de los 70, cuando Ortega se había exiliado en Costa Rica por su participación activa en el movimiento sandinista en Nicaragua que, tras dos años de guerra civil, derrocó a la dinastía Somoza en julio de 1979.

Después, ya como líder de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional o simplemente "gobierno de reconstrucción nacional", Ortega comenzó una serie de giras internacionales en busca de apoyo a la joven democracia nicaragüense, con Murillo siempre a su lado.

"Rosario es muy inteligente, es una mujer con mucha formación, con dominio de varios idiomas. Eso favorecía muchísimo el acompañamiento que hacía de Daniel (Ortega)", explicaba, hace algunos años, Mónica Baltodano, ex comandante guerrillera, ex diputada y disidente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Murillo era la compañera de Ortega en muchos sentidos, por eso causó demasiada sorpresa que años después, en 2005 para ser precisos, se casaran por la iglesia católica.

Pero "la Chayo" era y es mucho más que una primera dama. De hecho, según comentó ella misma, nunca le gustó el título.

Murillo tiene a su favor ser hija de Zoilamérica Zambrana Sandino, sobrina-nieta de Augusto Sandino, el héroe nacional de Nicaragua e inspirador del movimiento revolucionario sandinista encabezado por el FSLN.

Antes de su carrera política, Murillo se perfilaba como poeta y como una de las principales representantes de las letras nicaragüenses, según la versión que ella misma cuenta, comenzó a escribir como una necesidad de expresión, tras la muerte de su primer hijo en un terremoto en 1973.

En 1981 comenzó a coordinar el Consejo de Dirección de Ventana, suplemento cultural de Barricada, el diario oficial del FSLN.

Durante la primera presidencia de Ortega, entre 1985 y 1990, Murillo utilizó su influencia para que la cultura tuviera un espacio trascendental en el plan de gobierno del FSLN.

Por ello, entre 1988 y 1990 "la Chayo" fue nombrada directora del Instituto de Cultura.

No obstante, durante la campaña por la reelección de Daniel Ortega en 1990, sus asesores de imagen le recomendaron mantener a su mujer con un bajo perfil ya que resultaba demasiado "extravagante".

Tras el fracaso electoral de 1990 donde el FSLN no fue reelegido, Murillo salió del ojo público y mientras su compañero se perfiló como líder de la oposición, ella se dedicó a construir una familia formada por nueve hijos, siete producto de su amor por Ortega y dos de una relación previa.

En 1998 y mientras Ortega se mantenía como el principal líder de la oposición al entonces gobierno del presidente Arnoldo Alemán, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), un escándalo sacudió tanto la carrera política de Ortega como la vida privada de la pareja sandinista.

Zoilamérica Narváez, hija de Murillo con otra pareja anterior a Ortega, acusó a su padrastro de haberla violado en repetidas ocasiones.

En términos de imagen, las palabras de Ortega para defenderse no fueron suficientes, por lo que Rosario se jugó la carta más trascendente de su relación y de su carrera, al respaldar a su pareja por encima de su hija.

"Les digo con toda franqueza, me ha avergonzado terriblemente que a una persona con un currículo intachable (Ortega) se le pretendiera destruir; y (que) fuese mi propia hija la que por esa obsesión y ese enamoramiento enfermizo con el poder quisiera destruirla cuando no vio satisfecha su ambición", aseguró Murillo tras el escándalo.

A pesar de que el tema se procesó judicialmente, no prosperó ya que la jueza a cargo lo desestimó porque el delito estaba prescrito y Ortega gozaba de inmunidad como ex presidente de Nicaragua.

Durante el segundo periodo presidencial de Daniel Ortega, iniciado en 2006, Murillo se renovó no sólo políticamente sino, como ella misma le asegura a sus cercanos, energéticamente.

Durante estos diez años, en la presidencia de Ortega, ha ocupado diversos cargos oficiales, transformándose en la voz y el rostro del gobierno de su eterno compañero.

"En la presidencia, 'la Rosario' es 50 por ciento y Daniel 50 por ciento", aseguró el propio Ortega en una conferencia pública.

Como líder del Consejo de Comunicación y Poder Ciudadano, Murillo busco darle otra cara a Nicaragua y rediseñó las imágenes oficiales, desde los colores de las flores, hasta el escudo nacional, con colores vivos, tras su acercamiento a la filosofía "new age".

Sus intervenciones diarias, en varios medios de comunicación, son bastante eclécticas y pueden ir desde informes sobre el clima hasta llamados de atención a autoridades públicas.

Incluso instaló en la principal avenida de Managua una serie de "árboles de la vida (arbolatas)" para la buena energía o como ella lo llama la "buena vibra".

En su círculo no le molesta ser comparada con Elena Ceausescu, la esposa del ex líder rumano Nicolae Ceausescu, que en la práctica funcionaba como primera ministra del país.

Fuera de su círculo de amistades, sus detractores la comparan con una figura mucho menos intelectual, pero más famosa, la de Claire Underwood, la ambiciosa esposa de Frank Underwood, protagonista de la popular serie de "House of cards".

En lo que coinciden de un lado y del otro es en que hoy, en la práctica, Murillo es el rostro y la voz del gobierno de su esposo, Daniel Ortega.

Por ello no causó mucha sorpresa, dentro de las filas del sandinismo, su nominación para ocupar la vicepresidencia de Nicaragua en la fórmula Ortega-Murillo en las elecciones de noviembre.

Es candidata a la vicepresidencia por Alianza Nicaragua, Nicaragua Unida Triunfa, del FSLN que buscará la reelección 6 de noviembre del 2016, eso sí, al lado de Ortega donde ha permanecido desde hace décadas.

  
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PERFIL: Rosario Murillo, la eterna compañera de Ortega, va por vicepresidencia de Nicaragua

Spanish.xinhuanet.com 2016-11-06 02:39:32

MANAGUA, 5 nov (Xinhua) -- Al lado del actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, siempre hay una mujer delgada, de exuberante cabello rizado, ropa de colores fuertes y con exóticos anillos, pulseras y dijes colgando de sus manos, brazos y muñecas.

En los discursos, en sus visitas oficiales e incluso a la hora de ir a votar en las elecciones, esa notoria mujer no se separa del jefe de Estado.

No sería incorrecto decir que es la asesora del presidente, aunque es, claramente, mucho más que eso.

Ella es Rosario Murillo, llamada popularmente "la Chayo" por amigos y adversarios, esposa de Daniel Ortega y su compañera de lista para la vicepresidencia de cara a las elecciones presidenciales de mañana domingo en Nicaragua.

Polémica y poderosa, Murillo, de 65 años, ha sido la incondicional compañera de Ortega y un elemento fundamental en la toma de decisiones en Nicaragua.

Murillo y Ortega se conocieron a finales de la década de los 70, cuando Ortega se había exiliado en Costa Rica por su participación activa en el movimiento sandinista en Nicaragua que, tras dos años de guerra civil, derrocó a la dinastía Somoza en julio de 1979.

Después, ya como líder de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional o simplemente "gobierno de reconstrucción nacional", Ortega comenzó una serie de giras internacionales en busca de apoyo a la joven democracia nicaragüense, con Murillo siempre a su lado.

"Rosario es muy inteligente, es una mujer con mucha formación, con dominio de varios idiomas. Eso favorecía muchísimo el acompañamiento que hacía de Daniel (Ortega)", explicaba, hace algunos años, Mónica Baltodano, ex comandante guerrillera, ex diputada y disidente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Murillo era la compañera de Ortega en muchos sentidos, por eso causó demasiada sorpresa que años después, en 2005 para ser precisos, se casaran por la iglesia católica.

Pero "la Chayo" era y es mucho más que una primera dama. De hecho, según comentó ella misma, nunca le gustó el título.

Murillo tiene a su favor ser hija de Zoilamérica Zambrana Sandino, sobrina-nieta de Augusto Sandino, el héroe nacional de Nicaragua e inspirador del movimiento revolucionario sandinista encabezado por el FSLN.

Antes de su carrera política, Murillo se perfilaba como poeta y como una de las principales representantes de las letras nicaragüenses, según la versión que ella misma cuenta, comenzó a escribir como una necesidad de expresión, tras la muerte de su primer hijo en un terremoto en 1973.

En 1981 comenzó a coordinar el Consejo de Dirección de Ventana, suplemento cultural de Barricada, el diario oficial del FSLN.

Durante la primera presidencia de Ortega, entre 1985 y 1990, Murillo utilizó su influencia para que la cultura tuviera un espacio trascendental en el plan de gobierno del FSLN.

Por ello, entre 1988 y 1990 "la Chayo" fue nombrada directora del Instituto de Cultura.

No obstante, durante la campaña por la reelección de Daniel Ortega en 1990, sus asesores de imagen le recomendaron mantener a su mujer con un bajo perfil ya que resultaba demasiado "extravagante".

Tras el fracaso electoral de 1990 donde el FSLN no fue reelegido, Murillo salió del ojo público y mientras su compañero se perfiló como líder de la oposición, ella se dedicó a construir una familia formada por nueve hijos, siete producto de su amor por Ortega y dos de una relación previa.

En 1998 y mientras Ortega se mantenía como el principal líder de la oposición al entonces gobierno del presidente Arnoldo Alemán, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), un escándalo sacudió tanto la carrera política de Ortega como la vida privada de la pareja sandinista.

Zoilamérica Narváez, hija de Murillo con otra pareja anterior a Ortega, acusó a su padrastro de haberla violado en repetidas ocasiones.

En términos de imagen, las palabras de Ortega para defenderse no fueron suficientes, por lo que Rosario se jugó la carta más trascendente de su relación y de su carrera, al respaldar a su pareja por encima de su hija.

"Les digo con toda franqueza, me ha avergonzado terriblemente que a una persona con un currículo intachable (Ortega) se le pretendiera destruir; y (que) fuese mi propia hija la que por esa obsesión y ese enamoramiento enfermizo con el poder quisiera destruirla cuando no vio satisfecha su ambición", aseguró Murillo tras el escándalo.

A pesar de que el tema se procesó judicialmente, no prosperó ya que la jueza a cargo lo desestimó porque el delito estaba prescrito y Ortega gozaba de inmunidad como ex presidente de Nicaragua.

Durante el segundo periodo presidencial de Daniel Ortega, iniciado en 2006, Murillo se renovó no sólo políticamente sino, como ella misma le asegura a sus cercanos, energéticamente.

Durante estos diez años, en la presidencia de Ortega, ha ocupado diversos cargos oficiales, transformándose en la voz y el rostro del gobierno de su eterno compañero.

"En la presidencia, 'la Rosario' es 50 por ciento y Daniel 50 por ciento", aseguró el propio Ortega en una conferencia pública.

Como líder del Consejo de Comunicación y Poder Ciudadano, Murillo busco darle otra cara a Nicaragua y rediseñó las imágenes oficiales, desde los colores de las flores, hasta el escudo nacional, con colores vivos, tras su acercamiento a la filosofía "new age".

Sus intervenciones diarias, en varios medios de comunicación, son bastante eclécticas y pueden ir desde informes sobre el clima hasta llamados de atención a autoridades públicas.

Incluso instaló en la principal avenida de Managua una serie de "árboles de la vida (arbolatas)" para la buena energía o como ella lo llama la "buena vibra".

En su círculo no le molesta ser comparada con Elena Ceausescu, la esposa del ex líder rumano Nicolae Ceausescu, que en la práctica funcionaba como primera ministra del país.

Fuera de su círculo de amistades, sus detractores la comparan con una figura mucho menos intelectual, pero más famosa, la de Claire Underwood, la ambiciosa esposa de Frank Underwood, protagonista de la popular serie de "House of cards".

En lo que coinciden de un lado y del otro es en que hoy, en la práctica, Murillo es el rostro y la voz del gobierno de su esposo, Daniel Ortega.

Por ello no causó mucha sorpresa, dentro de las filas del sandinismo, su nominación para ocupar la vicepresidencia de Nicaragua en la fórmula Ortega-Murillo en las elecciones de noviembre.

Es candidata a la vicepresidencia por Alianza Nicaragua, Nicaragua Unida Triunfa, del FSLN que buscará la reelección 6 de noviembre del 2016, eso sí, al lado de Ortega donde ha permanecido desde hace décadas.

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