MEXICO, 2 nov (Xinhua) -- Personajes emblemáticos de México La Llorona y La Catrina celebraron hoy a la muerte entre música, poesía, baile y leyendas en el Museo Nacional de Culturas Populares de la capital mexicana.
El recinto cultural fue el espacio ideal para celebrar este Día de Muertos y recordar a los vivos cómo se festeja a la muerte en diversos puntos geográficos de México.
Los estados de Tlaxcala, Guerrero y Veracruz fueron algunos de los puntos obligados a los que el público asistió en el espectáculo La Llorona va al fandango que, a cargo de Soneros del Camino, busca impulsar la valoración del sentido social de la fiesta y danza, en la expresión musical del Día de Muertos.
La Llorona, ataviada de blanco, se quejó ante los asistentes de sus penas amargas, pero sobre todo porque hoy ya nada es igual, pues antes su leyenda daba miedo en todos lados, pero súbitamente aparece La Catrina, en una versión diferente, pues se trataba de una muerte "de huesos anchos".
Los dos personajes se dedicaron a festejar a la muerte, ya que el Día de Muertos, dijeron, es una fiesta, por lo que contaron leyendas de amor y muerte, aderezadas de música y baile.
Y es que, como destacó La Catrina, la muerte es una festividad aunque La Llorona se la pase llorando.
Con cuatro músicos en escena, entre arpas, jaranas y percusiones, el público disfrutó de canciones típicas, como La mariquita procedente del estado de Guerrero, así como La bruja y El jarabe loco desde Veracruz.
Alejandra Monterroso, quien dio vida a La Catrina, precisó que "nosotros creemos que no es un rescate que se hace todos los días, sino es preservar eso que tienes todos los días presente y como está presente se llega a hacer cotidiano y ya no le tomas importancia".
Recordó que la leyenda de la Llorona tiene variaciones en las distintas regiones del país y es necesario difundirlas para que los menores de edad conozcan estas tradiciones y no prefieran la cultura de otros países.
Los asistentes, además de disfrutar de La Llorona va al fandango, celebraron el Día de Muertos en el Museo Nacional de Culturas Populares con una expoferia artesanal en la que estaban disponibles gran variedad de objetos de diversas regiones de México. Fin