BRUSELAS, 21 oct (Xinhua) -- Los líderes de los 28 Estados miembros de la Unión Europea (UE) han reclamado más esfuerzos para frenar los flujos de inmigrantes ilegales, especialmente los de Africa, y elevar las tasas de regreso.
La tarde del jueves se inauguró en Bruselas una cumbre de dos días de duración del bloque europeo con tres temas principales en la agenda: las formas en que se aborda la crisis migratoria, la búsqueda de soluciones a los asuntos relativos al comercio y la discusión sobre los lazos con Rusia.
Durante la primera sesión de la cumbre, los líderes centraron sus discusiones, en particular, en los controles fronterizos exteriores y en los acuerdos con países africanos para reducir el número de inmigrantes ilegales.
Además de encomiar la entrada en vigor el pasado 16 de octubre del Reglamento sobre la Guardia Europea de Fronteras y Costas, los países de la UE se mostraron comprometidos con el aporte continuo de personal y equipos a esta nueva institución.
A través de un documento de conclusión de los debates, los líderes comunitarios pidieron "una pronta aprobación" de un revisado Código de Fronteras Schengen, a fin de hacer cumplir los controles sistemáticos a todos los viajeros que crucen las fronteras exteriores de la UE.
Además, los líderes pidieron al órgano ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, que presente propuestas acerca de la creación del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS, siglas en inglés), para permitir chequeos de seguridad avanzados a los viajeros exentos de visados y negarles la entrada, de ser necesario.
Los líderes de la UE también exigieron avances acelerados en los acuerdos con países africanos diseñados para reducir el número de indocumentados, incentivar los retornos y tratar de solucionar las "causas raíz" de la migración.
El centro del Mediterráneo se ha convertido, una vez más, en el principal punto de tránsito para los inmigrantes ilegales de Africa. En los primeros ocho meses de 2016, más de 115.000 personas han llegado a Italia en barco, el mismo nivel que en 2014 y en 2015, dijo a la prensa el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al término de la primera jornada de la cumbre.
Tras alcanzar los llamados pactos de migración entre la UE y cinco países africanos (Mali, Níger, Nigeria, Senegal y Etiopía), los líderes del bloque acordaron esperar hasta la próxima cumbre, en diciembre, para decidir si se extienden a otros países.
Gracias al acuerdo de migración entre la UE y Turquía, la afluencia de inmigrantes ilegales que llegan a Grecia a través del mar Egeo ha bajado un 98 por ciento el pasado mes de septiembre en comparación con 2015. Al mismo tiempo, han sido repatriados el doble de indocumentados que en todo el año pasado, destacó Tusk.
Para implementar mejor el acuerdo UE-Turquía, los líderes abogaron por más esfuerzos para acelerar el retorno de los migrantes de las islas griegas a Turquía, y una respuesta rápida para pedir más recursos destinados a asistir a Grecia.
Los países de la UE aún mantienen divergencias en torno a los polémicos programas de relocalización y reasentamiento, en tanto, se les pide implantar pronto los programas ya existentes.
Para cumplir el compromiso de la UE de relocalizar a 160.000 personas antes de septiembre de 2017, sus miembros tendrán que acoger a otras 154.349 personas durante el próximo año, que se considera como una "misión imposible".