WASHINGTON, 20 oct (Xinhua) -- Quizá no hayan oído nada de los placodermos, pero los paleontólogos de China y Suecia indicaron hoy que las mandíbulas actuales pueden rastrearse hasta estos peces prehistóricos acorazados que dominaron los océanos, ríos y lagos hace más de 400 millones de años.
Las conclusiones, publicadas en la revista estadounidense Science, están basadas en el fósil de pez recién descubierto en Yunnan, suroeste de China, conocido como Qilinyu, el cual es parte de un antiguo pez acorazado.
El descubrimiento del fósil de 423 millones de años de antigüedad "llena una gran brecha en nuestro entendimiento de la forma en la que evolucionaron las mandíbulas vertebradas", indicó John Long, un paleontólogo de la Universidad Flinders de Australia.
La pregunta de dónde vienen nuestras mandíbulas "es más complicada de lo que parece, porque no todas las mandíbulas son iguales", indicó en un correo electrónico Zhu Min de la Academia de Ciencias de China.
Todos los vertebrados modernos, incluyendo a los humanos, tienen una mandíbula que se compone de tres partes: la dental, la maxilar y la premaxilar.
Pero en la antigüedad, sólo otro grupo de peces, los extintos placodermos, tenían un conjunto de huesos mandibulares similares.
Estos huesos, llamados "planos gnathales" siempre han sido considerados como no relacionados con nuestra mandíbula.
La imagen empezó a cambiar en 2013 cuando Zhu y sus colegas descubrieron en Yunnan un fósil llamado Entelognathus, el cual tiene un cuerpo similar al placodermo, pero con una mandíbula de tres partes.
"Junto con el descubrimiento de características similares al placodermo en algunos de los primeros peces con huesos, esto empezó a apoyar una estrecha relación entre placodermos y peces con huesos", dijo.
Sin embargo, existe cierta incertidumbre sobre el origen de esas mandíbulas.
Zhu y Per Ahlberg de la Universidad Uppsala de Suecia informaron que el descubrimiento del Qilinyu ocurrió en el mismo lugar y el mismo período que el del Entelognathus.
La parte que se conserva del fósil es de 12,6 centímetros de longitud, mientras que la longitud total del cuerpo se calcula en más de 20 centímetros.
Con una cabeza en forma de delfín, el pez parece haber morado y haberse alimentado al fondo de los cuerpos de agua.
Es más, también combina un esqueleto placodermo con dental, maxilar y premaxilar, aunque los dos peces parecen bastante diferentes y debieron haber tenido estilos de vida diferentes.
La más simple interpretación del patrón observado, según los investigadores, es que los huesos de nuestras mandíbulas evolucionaron de estos viejos planos gnathales de los placodermos.
"Parece que parte significativa de nuestra anatomía puede rastrearse no sólo a los primeros peces con huesos, sino más allá hacia los placodermos acorazados desgarbados del período siluriano (de 443 a 419 millones de años de antigüedad)", dijo Zhu.
"Los placodermos, un grupo de peces acorazados extintos, no son de interés para los biólogos evolucionistas", escribió Long.