TOKIO, 19 oct (Xinhua) -- Seiichi Eto, asistente del primer ministro japonés, Shinzo Abe, visitó el miércoles el santuario de Yasukuni, ubicado en Tokio, cuya ligación al pasado militarista del país lo pone en el ojo de la polémica.
La visita de Eto, quien también es miembro de la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento japonés) por el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD), es la última de las realizadas por varios ministros del gabinete de Abe, así como por un contingente de más de 80 legisladores procedentes de distintas agrupaciones políticas, a este templo sintoísta.
Abe, por su parte, envió el lunes una ofrenda ritual al santuario de Yasukuni durante el primero de los cuatro días del festival de otoño.
Las visitas u ofrendas a este polémico santuario por parte de políticos japoneses durante los festivales de primavera y otoño siempre provocan la indignación de los vecinos de Japón.
Esto se debe a que el templo constituye un testimonio del pasado militarista de Japón, así como de las barbaridades cometidas contra civiles inocentes por el Ejército Imperial Japonés durante su ocupación brutal de muchas partes de Asia en los tiempos de guerra.
El santuario de Yasukuni rinde tributo, entre los 2,5 millones de ciudadanos japoneses caídos en conflictos bélicos, a 14 criminales de guerra convictos de clase A de la Segunda Guerra Mundial.
El lunes, China exhortó a Japón a que enfrente sus agresiones del pasado y reflexiones sobre ellas, luego del envío por Abe de una ofrenda ritual a este templo tokiota.
"Nos oponemos con vehemencia al mal proceder de los políticos japoneses", dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Hua Chunying en una conferencia de prensa diaria. Japón, agregó, debe romper claramente con su pasado militarista para ganarse la confianza de sus vecinos asiáticos y de la comunidad internacional.