Por Liu Chang
BEIJING, 15 oct (Xinhua) -- En un momento en el que una recuperación fuerte y sostenible de la economía mundial sigue siendo esquiva, las naciones del BRICS deben unirse más aún y ayudar a sacar la economía mundial del peligro, igual que hicieron tras la crisis financiera de 2008.
Este fin de semana, los líderes de las cinco naciones BRICS - Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica- se reunirán en el estado occidental indio de Goa en su cumbre anual. Tienen previsto discutir la profundización de la cooperación dentro del bloque y las soluciones para acelerar el ralentizado crecimiento económico global.
Durante los pasados ocho años tras el impacto del peor tsunami financiero en la era de postguerra, el grupo de las principales economías emergentes del mundo ha hecho una contribución indiscutible al crecimiento y ha asegurado que el mundo sobreviviese a la grave recesión.
Hoy, debido al riguroso ambiente económico y comercial internacional, con una notable bajada de los precios de las mercancías y la demanda global, los países del BRICS deben navegar contracorriente.
En Occidente los comentarios sobre la muerte del bloque se están expandiendo. Dicen que "el carnaval" disfrutado por las naciones en vías de desarrollo está llegando a su fin.
Los países del BRICS, no obstante, siguen siendo un impulso principal para el crecimiento económico global, así como un firme partidario de reformar la gobernanza mundial y de un desarrollo inclusivo.
China y la India siguen con altos ritmos de crecimiento y tienen potencial suficiente para mantenerlos en el futuro próximo. Brasil y Rusia, dos naciones que luchan por mantener a raya la recesión, han comenzado a mostrar signos de recuperación. La economía de Sudáfrica, la segunda mayor en Africa, se recuperó en el segundo trimestre, reduciendo los temores a una contracción.
El proteccionismo comercial y los sentimientos antiglobalización se están expandiendo rápidamente en el mundo, y han deprimido la perspectiva de la economía global. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reducido su previsión para el crecimiento económico mundial de este año al 3,1 por ciento, el menor desde la crisis financiera de 2008.
Lo mejor que pueden hacer las naciones del BRICS ahora es ayudar a la economía internacional a encontrar el camino hacia un crecimiento más rápido y vigoroso.
Esto significa promover la unidad dentro del grupo y fomentar una asociación comercial y económica aún más estrecha. Una zona de libre comercio entre las cinco naciones, como ha propuesto China, puede ser un buen comienzo en esta dirección.
El club del BRICS también debe continuar asumiendo la responsabilidad de reformar instituciones financieras internacionales clave como el FMI y el Banco Mundial, donde las naciones en vías de desarrollo siguen estando gravemente infrarrepresentadas.
Desde su inicio, los países del BRICS han intentado nivelar el campo de juego mundial, de forma que las economías desarrolladas y el mundo en vía de desarrollo puedan compartir los beneficios de una economía sana y ascendente. En contra de lo que algunos escépticos reclaman en Occidente, el bloque no quiere desarrollarse a costa de otros.
En Goa, hay que aprovechar la oportunidad de que las economías emergentes pongan en práctica el espíritu de trabajar con responsabilidad en favor de la recuperación de la economía global.