SAN LUIS, Estados Unidos, 10 oct (Xinhua) -- En uno de los debates presidenciales estadounidenses más broncos que se recuerdan, el candidato republicano Donald Trump pasó este domingo por la noche a la ofensiva, aunque varios expertos indicaron que Clinton demostró un mayor dominio de los temas políticos.
En una contienda que pareció protagonizada por dos tiburones hambrientos intentando devorarse el uno al otro, los dos candidatos se atacaron implacablemente durante los 90 minutos del debate, celebrado en la Universidad de Washington en San Luis, en el estado de Misuri.
Si bien Clinton habló elocuentemente sobre varios temas de política exterior, Trump pareció decidido a pasar a la ofensiva, criticando sin descanso a Clinton en un asunto tras otro.
Dan Mahaffee, analista del Centro para Estudios de la Presidencia y el Congreso, comentó a Xinhua que el desempeño de Trump superó las bajas expectativas que muchos tenían antes del segundo debate.
Mucha gente no esperaba que Trump ganara el debate ya que la atención estaba en las cintas recién reveladas con sus declaraciones sexistas sobre las mujeres hace una década.
El magnate inmobiliario evitó los errores que cometió durante el primer debate, pero Clinton demostró un mejor dominio de los temas y un temperamento más presidencial, comentó Mahaffee.
Aunque el candidato republicano evitó las vulgaridades, siguió sin responder al tema de sus impuestos y abrió una enorme brecha con Clinton en la política exterior cuando dijo que Rusia, Irán y el presidente sirio, Bashar al-Assad, son verdaderamente los que luchan contra el grupo Estado Islámico (EI), destacó Mahaffee.
Es más, Trump sorprendió a algunos analistas cuando amenazó con encarcelar a Clinton, lo que se vio como inapropiado en Estados Unidos.
"Las declaraciones de Trump sobre el uso de los fiscales y el poder de la Presidencia para investigar a Clinton si es electo recordaron más a dictadores que a candidatos a presidente", dijo Mahaffee.
A pesar de que la candidata demócrata, como es habitual, se manejó y habló bien sobre política exterior y otros asuntos políticos complicados, fue incapaz de "dar el toque de gracia" a Trump. Si en el primer debate consiguió dominar a su oponente, no fue así en esta ocasión.
"Clinton lo hizo bien durante el debate, pero cuando se trata de una elección en la que hay preocupaciones sobre su capacidad de ilusionar a su electorado, no parece que haya conseguido un noqueo ni un momento memorable", apuntó.
Quizás la candidata demócrata fue demasiado pasiva y esperó a que Trump tropezase, afirmó Mahaffe.
"Trump ha utilizado buena parte de este debate para animar a sus bases, pero eso es sólo le da el 30 o el 40 por ciento del electorado. Parece haber desistido de la gente que quiere un camino a seguir, y podría haber puesto en peligro un montón de votos republicanos", añadió.
Darrell West, vicepresidente y director de estudios de gobernación de la Institución Brookings, manifestó a Xinhua que a Trump no se le vio contrito en el debate, en referencia a sus comentarios sexistas y lascivos sobre las mujeres divulgados hace unos días.
"Redobló muchas de sus declaraciones pasadas. Acusó al (marido de Hillary y expresidente Bill Clinton) de ser un violador. Amenazó con encarcelar a Hillary Clinton. Esto quizás le ayude con sus bases, pero no con los indecisos. No creo que Trump se haya ayudado a ampliar su apoyo", aclaró.
Clinton "mostró mayor liderazgo" en cuanto a la dirección del país, añadió.
Además, dijo, la candidata "condenó los insultos de Trump y presentó una visión positiva del país. Lo criticó por no pagar impuestos federales y defendió el programa de salud de Obama".
La candidata demócrata hizo un mejor trabajo que el republicano a la hora de recabar más apoyos porque mostró que está mejor informada y mostró un buen carácter.
"No veo que Trump esté en la senda de la victoria debido a sus comentarios lascivos y su impago de los impuestos federales", sentenció West.
