BEIJING, 30 sep (Xinhua) -- La República de Corea anunció hoy un nuevo sitio para el despliegue del escudo antimisiles de Estados Unidos en el país en medio de una fuerte oposición entre los surcoreanos y sus vecinos, sólo unos días después de que Washington anunciara que aceleraría el despliegue para fines del año.
La acción más reciente de Seúl al parecer se debió a la presión de Estados Unidos. Sin embargo, se necesitan dos para bailar tango. El sistema del escudo antimisiles del Tío Sam, conocido como THAAD, no puede desplegarse en la República de Corea sin permiso.
La República de Corea debe estar perfectamente consciente de que el Tío Sam no sólo traerá un escudo para protegerla, sino "un gran lobo malvado disfrazado" que provocará estragos en su propia patria, pues los residentes locales y los países vecinos ven con malos ojos el proyecto.
El planeado despliegue del THAAD supuestamente tiene el objetivo de proteger la seguridad de la República de Corea, pero en realidad busca proteger a las tropas estadounidenses apostadas en ese país.
La afirmación de que el THAAD puede contrarrestar la amenaza nuclear y de misiles de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) es simplemente una artimaña. No es una garantía material para la seguridad de la República de Corea, pues el THAAD mismo es una maldición.
La situación actual en la península coreana ya es sumamente volátil. La RPDC, la República de Corea y Estados Unidos no están dispuestos a ser superados. La llegada del THAAD sólo escalará la confrontación militar entre las dos partes y traerá más peligro a la península.
El despliegue del THAAD romperá el equilibrio estratégico regional e impulsará a los países vecinos a adoptar contramedidas, y los lazos de la República de Corea con sus vecinos se deteriorará, dijo un profesor asociado de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad Renmin de China, Wu Riqiang.
Atraer el fuego hacia sí misma por un sistema antimisiles que ni siquiera puede proteger la ciudad de Seúl, y sacrificar la seguridad de todo el país y pueblo por recibirlo no son los resultados que las autoridades de la República de Corea deseen ver.
La entrada del THAAD en la República de Corea indudablemente la atará al carro de Estados Unidos y convertirá al país en un peón y en un instrumento estadounidense para buscar el "reequilibrio" y la hegemonía en la región de Asia Pacífico.
El despliegue del THAAD obviamente es una acción clave para que Estados Unidos construya una versión asiática de la OTAN, y también una acción importante para que construya un sistema antimisiles en la región del Pacífico occidental, mientras que el THAAD podría ir a Japón o a otros países.
Los pacifistas de la República de Corea han advertido que el THAAD volverá a la República de Corea una "colonia militar" de Estados Unidos. La llegada del THAAD dividirá a la sociedad de la República de Corea, donde los residentes locales realizan protestas frecuentemente en contra del despliegue, se escuchan cuestionamientos dentro del partido gobernante Saenuri y los partidos de oposición se oponen firmemente a ello.
La República de Corea realizará sus elecciones presidenciales a finales del próximo año, y el asunto del THAAD seguramente será un tema importante en las elecciones.
Aún así, las autoridades de la República de Corea todavía tienen tiempo para reconsiderar, volver una máxima prioridad a la seguridad de sus propios ciudadanos, revertir su decisión equivocada y rechazar el THAAD.
