GUADALAJARA, 29 sep (Xinhua) -- En una década los científicos podrían tener finalmente en la Tierra muestras marcianas para estudiar el enigma en torno a una posible vida allí en el pasado, dijo a Xinhua el jefe del programa de exploración de Marte de la NASA, Charles Whetsel.
El científico indicó que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) se esfuerza desde la década de los setenta del siglo pasado por explorar el planeta rojo, sin que hasta ahora hayan existido condiciones para que las misiones regresen a la Tierra con rocas recopiladas por Rover (astromóviles robóticos).
La misión Mars 2020 Rover, que la NASA proyecta lanzar ese año, podría ser el preludio de una cooperación internacional que facilite la logística necesaria para que esas muestras puedan viajar a nuestro planeta.
El proyecto para traer las rocas a los laboratorios no es sencillo, admitió Whetsel, entrevistado tras su participación en un panel del 67 Congreso Internacional de Astronáutica (IAC, por sus siglas en inglés), el cual se lleva a cabo en Guadalajara, capital del estado de Jalisco (oeste).
Un cohete debe aterrizar en la superficie marciana para recogerlas y después despegar para encontrarse en la órbita de ese planeta con otra astronave que las recibirá y emprenderá el camino hacia la Tierra, relató.
"¿Por qué no lo hemos hecho todavía? Principalmente porque es gran esfuerzo para una misión robótica y además realmente se necesita más que una sola astronave", explicó el miembro del Programa de Exploración a Marte del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés).
"Cuando viajas a Marte lo más práctico no es regresar directamente a la Tierra, debes ir primero a la órbita de Marte y, después, que otra astronave te encuentre en esa órbita y transporte las muestras", abundó.
Los resultados que se esperan del Mars 2020 Rover en cuanto a la calidad de las muestras serían la base para levantar entusiasmo de cara a obtener fondos e involucrar a otros países para que colaboren en la complicada misión de transporte, una situación en la que varias agencias espaciales han manifestado interés.
Las proyecciones apuntan a que el material que se recopilaría en Marte implica unas 30 muestras que, en suma, pesarían unos 500 gramos.
"Nunca hemos regresado de otra (misión) que no sea la Luna", señaló el experimentado científico en misiones emprendidas por la NASA al planeta rojo.
Whetsel enfatizó que los análisis de las muestras son complejos y sólo pueden realizarlos científicos en laboratorios, por lo que descartan intentos para que los robots efectúen esos estudios en la superficie de Marte.
"Se trata de adquirir ejemplos de rocas de la historia lejana de Marte, cuando sabemos que fue cálido, cuando sabemos que había humedad y agua", agregó el funcionario de la NASA.
Por lo pronto, el programa de exploración estima que en un plazo de unos 10 años podría cristalizar el anhelo científico que suma más de cuatro décadas, desde que varias misiones comenzaron a viajar hacia Marte.
"Tiene mucho que ver con consideraciones financieras, pero quisiéramos hacerlo en la mitad de la década de los veinte. La misión en la que actualmente trabajamos para 2020 recolectará muestras que pensamos que serán buenas y valiosas para traerlas a la Tierra", afirmó.