CARACAS, 21 sep (Xinhua) -- La visita que a finales de septiembre efectuará el primer ministro de China, Li Keqiang a Cuba, representa la continuidad de un proceso de acercamiento y fortalecimiento de las relaciones entre ambos países, según opina el analista venezolano, Sergio Rodríguez Gelfenstein.
Debido a que será la primera vez que un premier chino arribe a la isla del Caribe en 56 años, desde que en 1960 ambas naciones establecieron relaciones diplomáticas, el evento constituye un hecho histórico que viene a ratificar e impulsar la cooperación bilateral.
El premier Li llegará a La Habana en la recta final de una gira por América que comenzó con su asistencia a la 71ª sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, este 19 de septiembre en Nueva York, y que continuará con una visita oficial a Canadá.
"Representa un hito histórico y creo que esto viene a concretar un proceso de mejoramiento y ampliación de las relaciones de todo tipo entre Cuba y China, no sólo en el ámbito comercial sino también en lo político", dijo Rodríguez Gelfenstein en entrevista con Xinhua.
El también ex director de Relaciones Internacionales de la presidencia de Venezuela destacó los vínculos económicos entre La Habana y Beijing, siendo actualmente la nación asiática el segundo socio comercial del país caribeño.
"El intercambio comercial ha ido creciendo a pesar de que tuvo una baja en el año 2012, pero en el 2015 aumentó llegando a una cifra cercana a los 2 mil millones de dólares, y seguro en este año 2016 aumentará mucho más", acotó.
De igual forma, ambas naciones sostienen un Memorando de Entendimiento en aras del desarrollo de la Agenda Económica Bilateral 2011-2016, según refiere el portal virtual de la embajada de China en Cuba.
Además mantienen importantes acuerdos en áreas estratégicas como: ciencia y tecnología, turismo, asistencia jurídica, cultura, deporte, entre otros importantes sectores.
La presencia del primer ministro chino en Cuba sucede a la visita efectuada en marzo pasado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el marco del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.
No obstante, señala Rodríguez Gelfenstein que en comparación con EEUU, China y Cuba poseen similitudes políticas que van más allá de simples relaciones diplomáticas, las cuales no se verán afectadas por el proceso de acercamiento entre las administraciones cubana y norteamericana.
En junio pasado, el vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba Salvador Valdés Mesa fue recibido en Beijing por el presidente de China, Xi Jinping, a propósito de la exposición que el dirigente cubano ofreciera sobre los resultados del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba.
"Entre los dos países hay una cercanía política, son dos países gobernados por el Partido Comunista, es decir, hay una identidad política que los acerca", puntualizó el analista.
El reimpulso de las relaciones entre Beijing y La Habana, generaría además colosales repercusiones para el resto de América Latina y el Caribe, región a la que además China ha manifestado con acciones concretas su voluntad de incrementar la cooperación.
"América Latina y los países del sur tienen por primera vez en la historia, la posibilidad de negociar y establecer mecanismos de cooperación con una potencia global como China, que no impone una agenda preconcebida de negociaciones ni de agresiones hacia la región", dijo el experto.
No obstante la aún más estrechez de las relaciones entre Beijing y los países latinoamericanos y caribeños dependerá en buena medida de los vaivenes políticos que se registren en la región.
De acuerdo con Rodríguez Gelfenstein, hay que observar la capacidad que tengan los Estados latinoamericanos y caribeños para negociar favorablemente con China, dado el viraje político en el que la mayoría de los gobiernos son afines a la política exterior de EEUU.
No obstante, indicó que por el lado de China, la voluntad de mantener "relaciones internacionales de Estado", independientemente de los rasgos que puedan adquirir los gobiernos de la región, es una característica fundamental de la política exterior del gigante asiático.