BEIJING, 12 Sep (Xinhua) -- Con China y Rusia comenzando el lunes un ejercicio naval conjunto de ocho días frente a las costas de la provincia meridional china de Guangdong, abundan las especulaciones que tachan a estos ejercicios militares de baladronada en el Mar Meridional de China.
Los que se inclinan por estas especulaciones están o bien mal informados sobre el hecho de que estos ejercicios navales conjuntos se han venido celebrando de manera anual desde 2012 y que se están llevando a cabo justo frente a la costa meridional de China, o bien están inducidos a error por sus prejuicios sobre China y Rusia.
El ejercicio, con el código "Mar Conjunto 2016" se compone de defensa, rescate y operaciones antisubmarinas, así como de actividades de toma de islas, de acuerdo con el Ministerio de Defensa de China, que también explicó que la mayoría de los soldados chinos que estás participando en el evento pertenecen a la Flota Nanhai de la Armada china.
Una suposición lógica es que aquellos atraídos por el sensacionalismo sobre el ejercicio militar, solo se han centrado en términos como "toma de islas" y "Flota Nanhai" y han comenzado a imaginar una guerra en el Mar Meridional de China.
Han caído en esa idea parcialmente debido a informaciones anteriores de los medios occidentales que casi de manera unánime han elegido cuidadosamente algunos componentes de la historia de fondo de las noticias sobre el ejercicio militar conjunto para ofrecer una impresión más sensacional.
Elaborando sobre un reciente caso ilegal de arbitraje en el Mar Meridional de China enfrentando a China con Filipinas, y la percepción de lazos más estrechos entre Beijing y Moscú, estas informaciones pretenden convencer a los lectores de que China y Rusia tienen suficientes motivos para hacer del ejercicio una ocasión para mostrar poderío militar ante enemigos potenciales.
Sin embargo, lo cierto es que China y Rusia nunca han pretendido que el ejercicio rutinario sea una baladronada, sino un evento que promueva la seguridad marítima y la estabilidad regional.
A diferencia de otros juegos de guerra llevados a cabo en la región de Asia-Pacífico, estos ejercicios militares se centran en la respuesta de emergencia bajo múltiples circunstancias, en vez de simular ofensivas contra terceros países.
La naturaleza defensiva de estas maniobras están en línea con la política de defensa de China, lo que deja claro que China no será la primera en atacar. Puede ser cierto que los crecientes lazos militares entre China y Rusia han irritado los sensibles nervios de algunos, pero merece la pena anotar que la excesiva interpretación geopolítica de un ejercicio militar específico no es necesaria ni está justificada.
China y Rusia, ambos jugadores clave en los asuntos globales, tienen un interés común en mantener la paz en Asia y más allá, y sin duda dan la bienvenida a un rol constructivo de otras partes interesadas.