BEIJING, 3 sep (Xinhua) -- Ocho años después de la crisis financiera internacional de 2008, la recuperación económica global sigue siendo mediocre. Lo peor de todo, es que ha habido un resurgimiento del sentimiento anticomercio.
Con los líderes de las economías del Grupo de los Veinte (G20), la principal plataforma para la cooperación económica internacional, dándose cita en la ciudad china de Hangzhou, es momento de que declaren un sonoro "No" al creciente proteccionismo comercial.
En todo el mundo, el sentimiento anticomercio están en auge. En la dura campaña presidencial en Estados Unidos, el candidato presidencial republicano, Donald Trump, y su rival demócrata, Hillary Clinton, se atacan entre ellos, pero permanecen unidos en un frente: cuestionan y atacan el libre comercio.
Aunque algunos creen que ambos contendientes a la Casa Blanca están cargando contra el libre comercio solo como una táctica de campaña electoral y que adoptarán un tono diferente una vez que ésta haya terminado, nadie debería darlo por hecho.
En Reino Unido, un referendo celebrado en junio ha puesto a este país en el camino hacia su salida de la Unión Europea y del libre comercio, con el resto del bloque sumido en la incertidumbre.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) también ha pintado un panorama sombrío de la economía global. El organismo dijo recientemente que desde 2008, los miembros del G20 han introducido un total de 1.583 nuevas medidas de restricción comercial.
Entre ellas, muchas involucran medidas antidumping y otros casos similares en el comercio siderúrgico y de otros metales, incluyendo la decisión de la UE de imponer aranceles antidumping en productos siderúrgicos chinos el mes pasado.
La OMC también ha advertido de que se están introduciendo medidas discriminatorias a un ritmo acelerado.
Como cabe esperar, el crecimiento del comercio global se está ralentizando. La OMC calcula el crecimiento comercial de este año en un 2,8 por ciento, igual que el año pasado.
Los expertos creen que el comercio global tardará años en volver a los días de un crecimiento anual del 7 por ciento.
Al mismo tiempo, el valor total del comercio de mercancías global se está evaporando. Cayó de 19 billones de dólares estadounidense en 2014 a 16,5 billones el año pasado, una disminución de un 13 por ciento.
Esta tendencia debe ser invertida. El comercio es un motor importante e indispensable del crecimiento global. No se debería permitir que se estanque bajo ninguna circunstancia.
Al igual que unieron fuerzas después de la crisis de 2008 para sacar a la economía global del abismo, los miembros del G20 deberían seguir el espíritu de "todos en la misma barca" y formar un frente unido contra todo proteccionismo.
En la Cumbre del G20 en Hangzhou, que dará comienzo el domingo, Beijing apostará por una estrategia para impulsar el comercio y la inversión globales. Se estima que, si se implementa, incrementará el comercio global en 1 billón de dólares cada año, y creará 21 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, 8 de ellos en países en vías de desarrollo.
Otros deberían unirse a los esfuerzos del país anfitrión para prevenir que el proteccionismo erosione los cimientos para una recuperación económica mundial más rápida y más sana.
Con el fantasma del proteccionismo acechando, quedarse sentando mano sobre mano ya no es una opción para los miembros del G20 y otros comerciantes.