HANGZHOU, agosto 31, 2016 (Xinhua) -- Exterior del Centro Internacional de Exposiciones de Hangzhou, sede de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, en el este de China, el 31 de agosto de 2016. La cumbre del G20 se llevará a cabo el 4 y 5 de septiembre en Hangzhou. (Xinhua/Xing Guangli)
DE CRISIS A "NUEVA MEDIOCRIDAD"
Los líderes del G20 se reunieron por primera ocasión en noviembre de 2008 en Washington en los últimos estertores de la peor crisis financiera global en décadas, y la siguiente serie de cumbres tuvo un papel indispensable para reunir esfuerzos internacionales para sacar al mundo del apuro.
Lo peor de la crisis ya ha pasado, pero el desarrollo sostenible sigue siendo esquivo. La economía mundial sigue tambaleándose por sus secuelas y parece que se desliza hacia lo que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, describió como una "nueva mediocridad".
A pesar del mejoramiento en algunas economías, el FMI ha reducido su predicción del índice de crecimiento económico global para 2016, de 3,1 por ciento a 2,9 por ciento. En caso de que el pronóstico sea verdad, este año sería el segundo año consecutivo con una tasa de crecimiento global menor a 3 por ciento. El aumento fue de 2,4 por ciento en 2015.
El FMI advirtió que un prolongado período de lento crecimiento ha dejado a la economía global más expuesta a sacudidas negativas y elevado el riesgo de hundirse en el estancamiento.
"Si no actuamos para impulsar la productividad y el crecimiento potencial, tanto las generaciones más jóvenes como las más viejas enfrentarán una peor situación", señaló la jefa economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Catherine L. Mann.
"Entre más tiempo permanezca la economía global en esta trampa de bajo crecimiento, más difícil será para los gobiernos cumplir las promesas fundamentales", advirtió.
FALTA DE COORDINACIÓN
Uno de los asuntos álgidos que asedian a la economía mundial es una ruptura en la coordinación política entre países en varias etapas de desarrollo, teniendo como telón de fondo el resurgimiento del proteccionismo, nacionalismo y aislacionismo, señaló el profesor Zhu Jiejin de la Universidad Fudan de China.
Para resolver el problema, el G20 tiene un papel ineludible y significativo que desempeñar. Desde su cumbre de septiembre de 2009, los líderes del G20 designaron al joven mecanismo de respuesta a la crisis -- más representativo que el club del mundo rico del Grupo de los Siete -- como el foro principal para la cooperación económica internacional.
Para que la economía mundial se aleje del estancamiento del crecimiento lento, y logre el desarrollo sostenible, coinciden muchos expertos, el G20 necesita fortalecer más la coordinación macropolítica internacional y cambiar su función principal de respuesta a crisis a una de gobernación de largo plazo.
Zhu señaló que el mecanismo del G20 "ha mantenido la mayor parte de las características de la plataforma de respuesta a la crisis de 2008", e indicó que "una crisis no puede estar allí para siempre".
China ha sido una firme defensora de esta transformación. En la próxima XI cumbre del G20 en la ciudad oriental china de Hangzhou, impulsar la coordinación internacional será un elemento integral de su tema, que es "Hacia una economía mundial innovadora, vigorizada, interconectada e inclusiva".
El establecimiento de "una comunidad de destino común" entre los países desarrollados y en desarrollo es parte central de "una economía mundial interconectada", comentó Jiang Yuechun, director del Departamento de Economía Mundial y Desarrollo del Instituto de Estudios Internacionales de China.
INNOVACIÓN INSTITUCIONAL
Al reconocer la importancia de la innovación para vigorizar la economía global, China, ha colocado a la innovación como algo relevante en la agenda de este año del G20.
Entre otras cosas, Beijing ha estado impulsando un proyecto de crecimiento innovador y un plan de acción para la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la ONU.
"Es correcto que China presente un proyecto para el crecimiento innovador y considere la falta de ímpetu del crecimiento como un asunto clave en la cumbre de este año", dijo el director del Instituto de Economía y Política Mundiales de la Academia de Ciencias Sociales de China.
Al señalar que la innovación incluye no sólo a la innovación tecnológica, sino también a la mejoría y la propagación de las tecnologías existentes, Zhang enfatizó que la innovación institucional también es importante para alcanzar el desarrollo sostenible.
China, que ha adoptado una acción concreta en esta dirección, invitó a los líderes de varios países en desarrollo a la cumbre de Hangzhou, con lo que se volverá en la que tenga la mayor representación de países en desarrollo en la historia del G20. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, indicó que Beijing ha llevado a la cumbre a otro nivel de inclusión.
China, como la segunda mayor economía mundial y el país en desarrollo más grande del mundo, está en una posición única para congregar a los países desarrollados y en desarrollo y promover el compromiso positivo entre ellos, dicen los expertos.
John Kirton, fundador y codirector del grupo de investigación del G20 en la Universidad de Toronto, dice que alcanzar un acuerdo general entre los miembros del G20 y sus invitados sobre cómo proceder con la administración de la economía global será clave para el éxito de China como anfitriona. China, dice Kirton, tiene la "firme sabiduría recurrente para ajustarse al consenso contundente y al consenso de sus socios para producir un éxito colectivo".