BUENOS AIRES, 31 ago (Xinhua) -- La decisión del Senado brasileño de destituir este miércoles a la presidenta constitucional Dilma Rousseff se trató de un golpe de Estado parlamentario apoyado por Estados Unidos, advirtió el experto argentino Leandro Morgenfeld.
Xinhua entrevistó al académico poco después de la decisión de la Cámara alta de Brasil, que aprobó hoy, a las 13:35 horas (16:35 GMT), por 61 votos a favor y 20 en contra, la destitución de Rousseff del Partido de los Trabajadores (PT) acusada de irregularidades fiscales.
"En Brasil, el Senado acaba de consumar un golpe parlamentario, aprobando por 61 votos la destitución de Dilma Rousseff, quien se impuso con más de 54 millones de votos, hace menos de dos años", expresó Morgenfeld, doctor en Historia.
Además, el también profesor de la universidad de Buenos Aires, aseguró que el golpe parlamentario forma parte de un plan neoliberal encabezado por Michel Temer y los partidos que apoyaron el golpe.
"El objetivo de Michel Temer y los partidos que impulsaron el golpe es establecer un fuerte plan de ajuste neoliberal, que no lograría ser refrendado en las urnas", enfatizó Morgenfeld.
Brasil, agregó, "está atravesando una grave crisis económica. En los últimos 12 meses, el PBI se derrumbó 4,9 por ciento, y ya van 6 trimestres consecutivos de recesión".
Sin embargo, a decir del catedrático, las políticas de Temer sólo fomentarán la desigualdad social en Brasil.
"El interino Temer, ahora ratificado como presidente, prevé reducir los planes sociales y busca implementar una reforma laboral y reformar el sistema de jubilaciones. Estas políticas profundizarán la pobreza, la miseria y la desigualdad social que históricamente ha afectado a Brasil".
El doctor también aseguró que Temer podría no terminar su mandato, hasta el el 31 de diciembre de 2018, debido a que no es un político popular en Brasil.
"Temer es sumamente impopular (las encuestas le otorgan menos de 2 por ciento de intención de voto) y no es seguro que logre mantenerse hasta 2018. Además de la crisis económica, debe enfrentar cargos en la justicia, que si avanza como corresponde debería destituirlo", analizó.
Respecto a los movimientos sociales que pueden surgir o intensificarse a partir de la decisión del Senado brasileño, Morgenfeld auguró, "los movimientos sociales van a desplegar una gran resistencia contra este gobierno ilegítimo y contra el fuerte ajuste que intentará implementar".
Para Morgenfeld, "a pesar del gran apoyo de las corporaciones de prensa, su permanencia en el cargo dependerá del grado de movilización social y política que se desarrolle en Brasil en los próximos meses".
"El golpe contra Dilma es parte de la restauración neoliberal en la región. El triunfo de Macri en Argentina, de la oposición venezolana en las elecciones de diciembre, de la oposición a Evo Morales en el referéndum de febrero y el triunfo de un candidato neoliberal en Perú alentaron a los sectores destituyentes en Brasil", consideró.
En ese marco, el historiador alertó, "ahora intentarán derrumbar al gobierno de Nicolás Maduro, que está siendo atacado por (el paraguayo Horacio) Cartes, Macri y Temer en el Mercado Común del Sur (Mercosur)".
En la misma línea, Leandro Morgenfeld analizó que "más allá de esta restauración conservadora en marcha, las derechas regionales enfrentan dificultades económicas (por la caída de los precios de los commodities) y las crecientes resistencias sociales, como se puede ver en Argentina".
"Macri sufre una caída de su popularidad, y Argentina entró en recesión, la inflación duplica la de 2015, crece la desocupación, caen las exportaciones y no llegan las inversiones. Hay hartazgo social y crece la resistencia contra la ofensiva ajustadora", continuó en su análisis.
Sobre la actuación de Washington en el caso Rousseff, dijo: "El gobierno de Obama, en realidad apoyó la destitución. Tomas Shannon, funcionario en el Departamento de Estado, se reunió el 20 de abril con Aloysio Nunes, uno de los impulsores del impeachment, días después de que iniciara el proceso".
"Ese gesto envió una señal diplomática clara. el reposicionamiento de las derechas en la región es funcional al objetivo de estadounidense de derrotar cualquier alternativa de coordinación y cooperación política, fuera del mandato de Washington", sentenció Morgenfeld.
Para el analista el futuro de Latinoamérica es incierto, "ahora atacarán más abiertamente a los países bolivarianos. Lograron prácticamente quebrar el Mercosur y debilitar a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), para reposicionar la Alianza del Pacífico y la propia OEA".
El doctor en historia también fue claro al mencionar que, "Estados Unidos aprovechó la crisis económica que afecta a la región por la caída del precio de los bienes agromineros de exportación y la muerte de Hugo Chávez para restablecer su dominio regional".
"Los gobiernos de derecha, como el de Temer, Macri y Cartes despliegan una política exterior subordinada a la Casa Blanca y dejan de lado cualquier integración regional más autónoma. La destitución de Dilma es funcional a los intereses de Estados Unidos en la región", finalizó.
