LHASA, 31 ago (Xinhua) -- Los combustibles fósiles y la biomasa son fuentes del carbono negro, la sustancia que ha acelerado el derretimiento de los glaciares en el Himalaya y la meseta del Tíbet, según ha revelado una investigación.
El documento, publicado por Nature Communications el 23 de agosto, halló diferentes contribuciones de la combustión de combustibles fósiles y biomasa al carbono negro en el Himalaya y la meseta del Tíbet.
En en la meseta septentrional, una zona remota, el carbono negro se deriva predominantemente de los combustibles fósiles, mientras que las contribuciones de los mismos en los hoyos en la nieve de la zona interior de la región de la meseta son más bajas, lo que implica que hay contribuciones de fuentes internas, como la combustión de excrementos de yak, según la investigación.
El estudio revela una influencia aproximadamente igual de la combustión de fuentes de biomasa dentro del sur de la meseta y el Himalaya, que se deriva fundamentalmente de las emisiones de la llanura Indogangética.
La investigación fue realizada por expertos de la Academia de Ciencias de China y la Universidad de Estocolmo.
El documento proporciona datos para un posterior análisis del carbono negro transportado por el aire e información que puede ser utilizada por los responsables de elaborar las políticas para hacer frente al deshielo de los glaciares y las emisiones, indicó uno de los autores, Kang Shichang, que es investigador del Instituto de Ambiente Ecológico y Recursos del Noroeste, dependiente de la Academia de Ciencias de China.
La contaminación procedente de la quema de excrementos de yak practicada por ganaderos y granjeros para cocinar o calentarse en algunas áreas de la meseta podría ser superior a lo inicialmente imaginado, según Kang.
En el Tíbet, en torno al 74 por ciento de la población de la región autónoma vive en las zonas rurales y muchos de ellos utilizan excrementos de yak o de oveja como fuente para obtener calor.
La región tiene como objetivo sustituir las fuentes de energía tradicionales por electricidad para reducir la contaminación.
Un uso más extendido de la electricidad ahorrará 177.000 toneladas de carbón y reducirá las emisiones de dióxido de carbono en 400.000 toneladas en los próximos cinco años, según el plan regional de sustitución de la energía para 2016-2020.
Este proyecto, que está respaldado con 2.200 millones de yuanes (329 millones de dólares), se centrará en la construcción, el transporte y la vida doméstica, e incluye la mejora del acceso a cocinas, calderas, radiadores y vehículos eléctricos.
