ESPECIAL: "Guerra del tomate", escaparate de España ante turismo internacional

Spanish.xinhuanet.com   2016-08-30 18:57:07

MADRID, 30 ago (Xinhua) -- Como cada año, el último miércoles del mes de agosto, tendrá lugar en Buñol una de las fiestas más llamativas de España, la "Tomatina", una batalla en la que 160.000 kilos de tomates son la única arma y que se ha ha convertido ya en un "auténtico" escaparate de España de cara al turismo internacional.

Los participantes en la fiesta, unos 22.000, están acotados para evitar aglomeraciones en las estrechas calles del pueblo. El 60 por ciento de los que lanzan tomates proceden de países extranjeros.

El alcalde del municipio, situado en la oriental Comunidad Valenciana, Rafael Pérez, asegura que la "Tomatina" es la fiesta más internacional de España, por encima de las Fallas (en Valencia, capital de la misma comunidad) o las Sanfermines de Pamplona (al norte del país), e insiste en que la batalla de tomates es la que más conocen los extranjeros.

Al menos 90 nacionalidades de todo el mundo se esperan en la cita tomatera, que comienza a las 11.00 horas de mañana, y concluye una hora después, tras una "batalla campal" con el lanzamiento de unos 160.000 kilos, 10.000 más que el pasado año.

A esta "guerra" se recomienda ir con zapatillas cerradas y ropa vieja, e incluso con bañador o biquini por si se rompe la camiseta o pantalón, y unas gafas de bucear para evitar daños en los ojos por posible impactos del tomate.

Este año, según los organizadores, el 60 por ciento de los participantes proceden del Reino Unido, América Latina, China, Francia, Australia, Japón, Corea del Sur, India, Estados Unidos o Rusia, donde ha crecido especialmente el interés este año gracias a las nuevas líneas aéreas con la comunidad autónoma y a una campaña municipal de promoción de la fiesta en Moscú.

El alcalde destaca la vocación internacional del festejo. "Lo demuestra que se han hecho tomatinas por todo el mundo", asevera, y resalta que entre los 90 medios de comunicación de todo el mundo acreditados para la fiesta, también están las principales agencias de noticias.

Pérez asegura que lejos de molestar a sus vecinos este carácter internacional les gusta, y añade que en esta edición "se han duplicado las entradas que han reclamado los habitantes de Buñol, al pasar de las apenas 2.000 en 2013, cuando se acotó el aforo, a las 5.000 de este año; ahora la mitad de la localidad participa y la otra mitad colabora".

La "Tomatina" no se ha quedado al margen del desarrollo tecnológico y las tecnologías de última generación se han ido incorporando de forma progresiva a esta fiesta. Se pueden adquirir las entradas en varios portales de internet, y existe la posibilidad de comprobar el recorrido previamente gracias a sistemas de geolocalización, realidad aumentada e imágenes en alta definición.

Además, en esta edición la firma surcoreana Samsung colocará varias cámaras de 360 grados en los camiones para usar las imágenes en una futura campaña publicitaria de sus teléfonos móviles inteligentes.

En suma, al igual que todos los años, al final toda la plaza del municipio quedará teñida de rojo y se formarán auténticos ríos de tomate. El proceso de limpieza de las calles lo realizan las brigadas de la localidad, ayudadas por los propios vecinos, mientras los participantes suelen aprovechar el agua de las mangueras para quitarse el tomate pegado al cuerpo y así darse un primer aseo.

Los orígenes de la "Tomatina" se remontan al último miércoles del mes de agosto del año 1945, cuando dos jóvenes se dirigían a la plaza principal del municipio a ver los desfiles de gigantes y cabezudos. Como había mucha gente, para hacerse un hueco decidieron entrar a empujones entre un conjunto de músicos que allí se encontraba, provocando que uno de ellos cayera al suelo y, enfadado, comenzase a golpear todo lo que se cruzaba a su paso.

El destino quiso que en aquel instante se encontrara allí un puesto de frutas y verduras, del que los asistentes enfrascados en la pelea cogieron tomates maduros para lanzárselos al enemigo, comenzando la batalla campal, que se repetiría al año siguiente.

Buñol, que no llega a los 10.000 habitantes, celebra la "Tomatina" desde 2002 ya como una Fiesta de Interés Turístico Internacional reconocida por la Secretaría General de Turismo de España.

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ESPECIAL: "Guerra del tomate", escaparate de España ante turismo internacional

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MADRID, 30 ago (Xinhua) -- Como cada año, el último miércoles del mes de agosto, tendrá lugar en Buñol una de las fiestas más llamativas de España, la "Tomatina", una batalla en la que 160.000 kilos de tomates son la única arma y que se ha ha convertido ya en un "auténtico" escaparate de España de cara al turismo internacional.

Los participantes en la fiesta, unos 22.000, están acotados para evitar aglomeraciones en las estrechas calles del pueblo. El 60 por ciento de los que lanzan tomates proceden de países extranjeros.

El alcalde del municipio, situado en la oriental Comunidad Valenciana, Rafael Pérez, asegura que la "Tomatina" es la fiesta más internacional de España, por encima de las Fallas (en Valencia, capital de la misma comunidad) o las Sanfermines de Pamplona (al norte del país), e insiste en que la batalla de tomates es la que más conocen los extranjeros.

Al menos 90 nacionalidades de todo el mundo se esperan en la cita tomatera, que comienza a las 11.00 horas de mañana, y concluye una hora después, tras una "batalla campal" con el lanzamiento de unos 160.000 kilos, 10.000 más que el pasado año.

A esta "guerra" se recomienda ir con zapatillas cerradas y ropa vieja, e incluso con bañador o biquini por si se rompe la camiseta o pantalón, y unas gafas de bucear para evitar daños en los ojos por posible impactos del tomate.

Este año, según los organizadores, el 60 por ciento de los participantes proceden del Reino Unido, América Latina, China, Francia, Australia, Japón, Corea del Sur, India, Estados Unidos o Rusia, donde ha crecido especialmente el interés este año gracias a las nuevas líneas aéreas con la comunidad autónoma y a una campaña municipal de promoción de la fiesta en Moscú.

El alcalde destaca la vocación internacional del festejo. "Lo demuestra que se han hecho tomatinas por todo el mundo", asevera, y resalta que entre los 90 medios de comunicación de todo el mundo acreditados para la fiesta, también están las principales agencias de noticias.

Pérez asegura que lejos de molestar a sus vecinos este carácter internacional les gusta, y añade que en esta edición "se han duplicado las entradas que han reclamado los habitantes de Buñol, al pasar de las apenas 2.000 en 2013, cuando se acotó el aforo, a las 5.000 de este año; ahora la mitad de la localidad participa y la otra mitad colabora".

La "Tomatina" no se ha quedado al margen del desarrollo tecnológico y las tecnologías de última generación se han ido incorporando de forma progresiva a esta fiesta. Se pueden adquirir las entradas en varios portales de internet, y existe la posibilidad de comprobar el recorrido previamente gracias a sistemas de geolocalización, realidad aumentada e imágenes en alta definición.

Además, en esta edición la firma surcoreana Samsung colocará varias cámaras de 360 grados en los camiones para usar las imágenes en una futura campaña publicitaria de sus teléfonos móviles inteligentes.

En suma, al igual que todos los años, al final toda la plaza del municipio quedará teñida de rojo y se formarán auténticos ríos de tomate. El proceso de limpieza de las calles lo realizan las brigadas de la localidad, ayudadas por los propios vecinos, mientras los participantes suelen aprovechar el agua de las mangueras para quitarse el tomate pegado al cuerpo y así darse un primer aseo.

Los orígenes de la "Tomatina" se remontan al último miércoles del mes de agosto del año 1945, cuando dos jóvenes se dirigían a la plaza principal del municipio a ver los desfiles de gigantes y cabezudos. Como había mucha gente, para hacerse un hueco decidieron entrar a empujones entre un conjunto de músicos que allí se encontraba, provocando que uno de ellos cayera al suelo y, enfadado, comenzase a golpear todo lo que se cruzaba a su paso.

El destino quiso que en aquel instante se encontrara allí un puesto de frutas y verduras, del que los asistentes enfrascados en la pelea cogieron tomates maduros para lanzárselos al enemigo, comenzando la batalla campal, que se repetiría al año siguiente.

Buñol, que no llega a los 10.000 habitantes, celebra la "Tomatina" desde 2002 ya como una Fiesta de Interés Turístico Internacional reconocida por la Secretaría General de Turismo de España.

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