MEXICO, 25 ago (Xinhua) -- La Junta de Gobierno del central Banco de México (Banxico) advirtió hoy sobre un posible nuevo episodio de volatilidad, que relaciona con la próxima elección presidencial en Estados Unidos, a realizarse en noviembre.
Banxico presentó la minuta de la Junta de Gobierno donde se precisa que los miembros refieren sobre las presiones en el tipo de cambio por la cercanía del proceso electoral estadounidense pero también por cuestiones internas.
Al referirse al desempeño de los mercados financieros, la mayoría de los integrantes de la junta destacó la gran volatilidad del peso mexicano debido a factores externos e internos.
En este último tema, los expertos de la Junta, destacaron la preocupación sobre la trayectoria actual y futura de las finanzas públicas, principalmente ante la tendencia creciente del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, su impacto sobre la cuenta corriente, así como ante la situación financiera de la petrolera mexicana Pemex.
El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público es el indicador que mide la versión más amplia de la deuda de la nación.
La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno coincidió en que otros factores de presión son la eventual normalización de la política monetaria en Estados Unidos y las reducciones potenciales en el precio del petróleo.
Algunos de los miembros consideraron que ante los posibles riesgos para el peso, sería necesario tomar medidas fiscales, monetarias y cambiarias.
Esto, añade, debido a que la moneda acumula en lo que va del año una pérdida del 7,1 por ciento, en medio de especulaciones sobre el futuro de la política monetaria en Estados Unidos y preocupaciones sobre la economía mundial.
La mayoría de los integrantes coincidió en que la actividad económica global sigue mostrando debilidad.
Asimismo, la mayoría indicó que las perspectivas para el crecimiento mundial han continuado revisándose a la baja, reflejando en parte el impacto estimado de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, así como el hecho de que otras economías avanzadas se han expandido a un ritmo menor al esperado.
La Junta determinó que seguirá "muy de cerca" la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor.
"En este contexto, se mantendrá vigilante de la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, sin descuidar la evolución de la brecha del producto", se precisa.
De igual manera se detalla que algunos integrantes enfatizaron la necesidad de que las autoridades fiscales proporcionen certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas gubernamentales y el compromiso de dichas autoridades con niveles de endeudamiento público sostenibles, por lo que destacaron que sería deseable contener el crecimiento del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en relación al PIB.
El miércoles la agencia calificadora Standard & Poor's Global Ratings (S&P) bajó la perspectiva de la calificación de largo plazo de México de "estable" a "negativa" y sostiene que la deuda neta del gobierno se ubicó en 42 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2015, y espera que llegue a 45 por ciento en 2016; mientras que para 2018-2019 se prevé que se acerque a 48 por ciento.
Ante los riesgos, los cinco miembros destacaron la importancia de redoblar esfuerzos para mantener sólidos los fundamentos económicos del país, sobre todo en materia de finanzas públicas.
Los cinco miembros de la Junta de Gobierno, añade la entidad, sostienen que "continúan siendo deseables acciones adicionales de consolidación en las finanzas públicas, tales como procurar un superávit primario a partir de 2017".