BRASILIA, 25 ago (Xinhua) -- El presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Ricardo Lewandowski, quien preside la fase final del proceso de "impeachment" contra la presidenta suspendida Dilma Rousseff, inhabilitó hoy al fiscal Julio Marcelo Oliveira como testigo en el caso.
Oliveira, quien es fiscal del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), no podrá declarar como testigo en la acusación contra Rousseff, sino apenas como informante en la fase final del proceso de "impeachment" (juicio político) contra la mandataria suspendida.
Al seguir una petición del defensor de la presidenta suspendida, José Eduardo Cardozo, Lewandowski consideró que la participación de Oliveira en un acto público frente al TCU para rechazar los balances del gobierno lo inhabilita como testigo.
Cardozo denunció además que Oliveira se reunió con los juristas que presentaron la denuncia contra Rousseff en la época que elaboraron el documento.
"Como miembro del Ministerio Público, su señoría no estaba autorizado a hacerlo (participar en el acto). Por lo tanto, incide la hipótesis de sospecha", dijo Lewandowski.
Al pasar a la condición de informante, Oliveira no está obligado a decir la verdad bajo juramento, por lo que su testimonio no vale como prueba, pero igualmente los senadores comenzaron a interrogarlo.
La etapa final del proceso de "impeachment" debe extenderse hasta el martes o miércoles de la próxima semana, cuando el pleno del Senado realice la votación final que decidirá por la destitución definitiva de Rousseff o su retorno al cargo.
Este jueves comenzó la declaración de testigos, ocho en total, dos elegidos por la acusación y seis por la defensa.
Además de Oliveira, está convocado como testigo de la acusación el auditor del TCU Antonio Carlos Costa D'Avila, quien debe ser cuestionado esta misma tarde por los senadores.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores, fue apartada provisionalmente del ejercicio de la presidencia el pasado 12 de mayo por 180 días y en su lugar asumió el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
En caso de que la presidenta sea destituida, Temer completará el mandato hasta fines de 2018 y Rousseff no podrá ejercer la función pública por un periodo de ocho años.
En el juicio político serán necesarios los votos de dos tercios del total de 81 senadores (54 votos) para la destitución definitiva de la mandataria.
En caso de que sus adversarios no sumen ese número de votos, Rousseff será absuelta, retomará la presidencia inmediatamente y el proceso será archivado.
