Por Tian Dongdong
BEIJING, 21 ago (Xinhua) -- ¡El equipo femenino de voleibol de China ha ganado! Después de más de 30 años luchando contra las dificultades, la chicas chinas ganaron este domingo su tercera medalla de oro olímpica en Río de Janeiro.
Echando la vista atrás sobre la trayectoria del conjunto en Río, esta solo se podría definir como "sorprendente en cada paso": tras ser asignadas al denominado "grupo de la muerte", la chicas chinas pasaron a los cuartos de final como cuartas del grupo, con dos únicas victorias.
Pero las muchachas nunca abandonaron. Después de una remontada épica contra el actual campeón, Brasil, en los cuartos de final, y luego de triunfar sobre Países Bajos en las semis, se hicieron un hueco en la final y reescribieron la historia.
La peleadísima victoria recuerda al desigual camino que el equipo nacional ha seguido desde la década de 1980: el equipo femenino de voleibol ha subido a lo más alto del podio en cinco ocasiones en los Mundiales, las Copas del Mundo y las Olimpiadas desde entonces, pero también ha pasado por momentos oscuros.
La coronación del equipo en Río, 32 años después de la histórica victoria en los Juegos de Los Angeles 1984, es un vívido retrato del espíritu de lucha del equipo femenino de voleibol de China: avanzar con firmeza, trabajo de equipo y sin egoísmo.
Pese a los altibajos y la lucha a lo largo del camino, el equipo del voleibol femenino chino nunca ha olvidado su sueño inicial. Precisamente, como dijo la entrenadora de China, Lang Ping: "(Mis jugadoras) nunca se rindieron aun cuando estaban un poco nerviosas con esta ocasión. Logramos ganar el partido y esto es lo que nuestro sueño mostró al mundo".
Las muchachas merecen verdaderamente la medalla de oro, dado que nunca perdieron la esperanza y siguieron luchando.
Hoy, los chinos necesitan el espíritu de lucha del equipo del voleibol femenino más que nunca. Como individuo, al vivir en un tiempo de cambio drástico con tantas oportunidades como desafíos, uno necesita ese espíritu para ir con paso firme y alcanzar su fin peldaño a peldaño.
Para una nación tan grande, caminar arduamente adelante para lograr el desarrollo en un entorno doméstico e internacional cada vez más complicado nunca es un trabajo fácil, y esto hace más indispensable el espíritu de perseverancia y la determinación de luchar.
¡Para ser un campeón, más que un campeón! Ojalá el espíritu de lucha del equipo del voleibol femenino chino siempre esté con nosotros.
