ANALISIS: Múltiples crisis se ciernen sobre las perspectivas económicas de Europa

Spanish.xinhuanet.com   2016-08-20 15:14:27

Por Liang Linlin

BRUSELAS, 20 ago (Xinhua) -- Mientras Europa lucha por superar su bajo crecimiento, la escasa inflación y cifras de desempleo de dos dígitos como resultado de la aguda crisis de la deuda soberana, las incertidumbres generadas por el brexit y una crisis de refugiados sin precedentes condenan al continente a sufrir nuevas presiones.

Diversos expertos advierten que las perspectivas para la economía europea continuarán siendo mediocres en el futuro próximo.

PREOCUPANTES DATOS ECONOMICOS

Los datos oficiales muestran que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la Eurozona, formada por los 19 países del euro, experimentó un incremento trimestral de apenas un 0,6 por ciento en los tres primeros meses del año y menguó hasta solo un 0,3 por ciento en el segundo trimestre.

La Comisión Europea, el poder ejecutivo de la Unión Europea (EU), ha rebajado recientemente la previsión económica para la eurozona, y estima que el crecimiento no pasará del 1,6 por ciento este año, ligeramente inferior al 1,7 previsto anteriormente.

La inflación, un indicador observado de cerca por el banco central del bloque, fue del 0,2 por ciento en julio, superior al 0,1 del mes anterior, lo que supone una subida inusual en lo que va de año, durante el que la eurozona cayó en deflación en varias ocasiones.

El Banco Central Europeo (BCE) predijo que la inflación se situaría solo en un 0,2 por ciento en 2016, muy lejos del objetivo, "inferior pero cercano al 2 por ciento", de los próximos tres años.

Más que preocupante es que la inflación en una docena de Estados miembros permaneciese en terreno negativo en julio, con la República Checa como el único que logró un punto de inflexión, desde el -0,1 por ciento de junio al 0,5 por ciento del mes pasado. La situación general añade más presión a los responsables políticos europeos.

Otra molestia para Europa es la alta tasa de desempleo, que ha visto hasta ahora un progreso limitado y permanece en dos dígitos. Los datos más recientes de Eurostat, oficina de estadística del bloque, mostraron un desempleo del 10,1 por ciento en junio en la eurozona, mientras que en Grecia y España, donde la mitad de los solicitantes de empleo jóvenes no encuentran trabajo, se registraron las tasas más altas, de cerca de 20 por ciento.

MULTIPLES DESAFIOS EN CURSO

La economía europea está iniciando su cuarto año de recuperación, dice la comisión, que a la vez reconoce que Europa se enfrenta este año con dificultades sin precedentes.

Ante todo, la crisis migratoria continúa minando a Europa, produciendo una profunda influencia en la economía y la sociedad del continente. Inmigrantes o refugiados, la mayoría de los cuales son jóvenes, son considerados como un complemento al cada vez más envejecido mercado laboral europeo, aunque han emergido problemas de integración.

Europa está dividida acerca de la manera de solucionar la crisis de inmigración y la división ha ayudado a estimular un ascenso de los partidos políticos de extrema derecha, alimentado el conservadurismo y el populismo en todo el continente y hecho mella en la apertura del bloque en cuanto al comercio y la economía.

Al tiempo que los líderes europeos discuten las formas de abordar la crisis de inmigración más severa desde la Segunda Guerra Mundial, tienen que afrontar otra situación difícil, causada por los británicos que en junio votaron en un referéndum a favor de la salida de su país del bloque europeo.

Economistas advirtieron que el brexit no solo tenía el potencial de romper el proceso de integración europea sino también podría dañar el crecimiento del continente.

Tanto la UE como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han rebajado los pronósticos de crecimiento a causa de la incertidumbre tras el brexit. La comisión dijo que probablemente la eurozona verá su crecimiento ralentizado entre el 0,2 y el 0,5 por ciento antes de 2017 por la votación.

Reino Unido podría ser el más afectado, pronosticó la comisión, diciendo que el impacto negativo acumulativo para el PIB británico sería de entre el 1 por ciento y el 2,75 por ciento para 2017.

El FMI redujo en julio su proyección de crecimiento para la eurozona al 1,6 por ciento para este año y el 1,4 por ciento en 2017, agregando que se espera que la economía mundial se desacelere en 2016 y 2017 hasta el 3,1 y 3,4 por ciento, respectivamente.

"Esperamos que surjan signos de una desaceleración moderada en los próximos meses, principalmente reflejando las consecuencias del brexit a través del canal comercial, y en un grado menor, vía el canal de confianza", indicó el economista de la empresa financiera UniCredit Research Marco Valli.

Por otra parte, los créditos bancarios tóxicos, particularmente en Italia y Portugal, podrían provocar la próxima crisis bancaria en una Europa ya debilitada por el brexit.

Las cotizaciones de los valores del sector bancario italiano han sido testigo de las bruscas bajadas desde el año pasado, cuando varios bancos sufrieron pesadas cargas de deudas incobrables. Como consecuencia del referéndum de Reino Unido, los inversores se vieron arrastrados por el miedo y se apresuraron a vender sus acciones, lo que llevó a los bancos de la UE a registrar mínimos históricos en sus valoraciones.

Una docena de bancos de la UE, por ejemplo de Italia, Irlanda, España y Austria, tuvieron un desempeño peor en la prueba de estrés del mes pasado. Las autoridades declararon que los bancos de la UE demostraron más resistencia que dos años antes, pero esta conclusión fue cuestionada por muchos, que insistieron en que los bancos investigados no podían representar el cuadro completo.

Los economistas esperan que la perspectiva económica de la eurozona sea aún más negativa, ya que sus políticas monetarias están alcanzando sus límites. "La caja de herramientas del BCE está cada vez más vacía", apuntó el economista jefe de la filial belga de la institución financiera ING, Peter Vanden Houte.

Frente a estos múltiples desafíos, como la crisis migratoria, el voto del brexit y la crisis bancaria, Europa está otra vez en una encrucijada. La pregunta es si los Gobiernos europeos lograrán conseguir avances en relación al futuro económico del bloque.

  
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ANALISIS: Múltiples crisis se ciernen sobre las perspectivas económicas de Europa

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Por Liang Linlin

BRUSELAS, 20 ago (Xinhua) -- Mientras Europa lucha por superar su bajo crecimiento, la escasa inflación y cifras de desempleo de dos dígitos como resultado de la aguda crisis de la deuda soberana, las incertidumbres generadas por el brexit y una crisis de refugiados sin precedentes condenan al continente a sufrir nuevas presiones.

Diversos expertos advierten que las perspectivas para la economía europea continuarán siendo mediocres en el futuro próximo.

PREOCUPANTES DATOS ECONOMICOS

Los datos oficiales muestran que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la Eurozona, formada por los 19 países del euro, experimentó un incremento trimestral de apenas un 0,6 por ciento en los tres primeros meses del año y menguó hasta solo un 0,3 por ciento en el segundo trimestre.

La Comisión Europea, el poder ejecutivo de la Unión Europea (EU), ha rebajado recientemente la previsión económica para la eurozona, y estima que el crecimiento no pasará del 1,6 por ciento este año, ligeramente inferior al 1,7 previsto anteriormente.

La inflación, un indicador observado de cerca por el banco central del bloque, fue del 0,2 por ciento en julio, superior al 0,1 del mes anterior, lo que supone una subida inusual en lo que va de año, durante el que la eurozona cayó en deflación en varias ocasiones.

El Banco Central Europeo (BCE) predijo que la inflación se situaría solo en un 0,2 por ciento en 2016, muy lejos del objetivo, "inferior pero cercano al 2 por ciento", de los próximos tres años.

Más que preocupante es que la inflación en una docena de Estados miembros permaneciese en terreno negativo en julio, con la República Checa como el único que logró un punto de inflexión, desde el -0,1 por ciento de junio al 0,5 por ciento del mes pasado. La situación general añade más presión a los responsables políticos europeos.

Otra molestia para Europa es la alta tasa de desempleo, que ha visto hasta ahora un progreso limitado y permanece en dos dígitos. Los datos más recientes de Eurostat, oficina de estadística del bloque, mostraron un desempleo del 10,1 por ciento en junio en la eurozona, mientras que en Grecia y España, donde la mitad de los solicitantes de empleo jóvenes no encuentran trabajo, se registraron las tasas más altas, de cerca de 20 por ciento.

MULTIPLES DESAFIOS EN CURSO

La economía europea está iniciando su cuarto año de recuperación, dice la comisión, que a la vez reconoce que Europa se enfrenta este año con dificultades sin precedentes.

Ante todo, la crisis migratoria continúa minando a Europa, produciendo una profunda influencia en la economía y la sociedad del continente. Inmigrantes o refugiados, la mayoría de los cuales son jóvenes, son considerados como un complemento al cada vez más envejecido mercado laboral europeo, aunque han emergido problemas de integración.

Europa está dividida acerca de la manera de solucionar la crisis de inmigración y la división ha ayudado a estimular un ascenso de los partidos políticos de extrema derecha, alimentado el conservadurismo y el populismo en todo el continente y hecho mella en la apertura del bloque en cuanto al comercio y la economía.

Al tiempo que los líderes europeos discuten las formas de abordar la crisis de inmigración más severa desde la Segunda Guerra Mundial, tienen que afrontar otra situación difícil, causada por los británicos que en junio votaron en un referéndum a favor de la salida de su país del bloque europeo.

Economistas advirtieron que el brexit no solo tenía el potencial de romper el proceso de integración europea sino también podría dañar el crecimiento del continente.

Tanto la UE como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han rebajado los pronósticos de crecimiento a causa de la incertidumbre tras el brexit. La comisión dijo que probablemente la eurozona verá su crecimiento ralentizado entre el 0,2 y el 0,5 por ciento antes de 2017 por la votación.

Reino Unido podría ser el más afectado, pronosticó la comisión, diciendo que el impacto negativo acumulativo para el PIB británico sería de entre el 1 por ciento y el 2,75 por ciento para 2017.

El FMI redujo en julio su proyección de crecimiento para la eurozona al 1,6 por ciento para este año y el 1,4 por ciento en 2017, agregando que se espera que la economía mundial se desacelere en 2016 y 2017 hasta el 3,1 y 3,4 por ciento, respectivamente.

"Esperamos que surjan signos de una desaceleración moderada en los próximos meses, principalmente reflejando las consecuencias del brexit a través del canal comercial, y en un grado menor, vía el canal de confianza", indicó el economista de la empresa financiera UniCredit Research Marco Valli.

Por otra parte, los créditos bancarios tóxicos, particularmente en Italia y Portugal, podrían provocar la próxima crisis bancaria en una Europa ya debilitada por el brexit.

Las cotizaciones de los valores del sector bancario italiano han sido testigo de las bruscas bajadas desde el año pasado, cuando varios bancos sufrieron pesadas cargas de deudas incobrables. Como consecuencia del referéndum de Reino Unido, los inversores se vieron arrastrados por el miedo y se apresuraron a vender sus acciones, lo que llevó a los bancos de la UE a registrar mínimos históricos en sus valoraciones.

Una docena de bancos de la UE, por ejemplo de Italia, Irlanda, España y Austria, tuvieron un desempeño peor en la prueba de estrés del mes pasado. Las autoridades declararon que los bancos de la UE demostraron más resistencia que dos años antes, pero esta conclusión fue cuestionada por muchos, que insistieron en que los bancos investigados no podían representar el cuadro completo.

Los economistas esperan que la perspectiva económica de la eurozona sea aún más negativa, ya que sus políticas monetarias están alcanzando sus límites. "La caja de herramientas del BCE está cada vez más vacía", apuntó el economista jefe de la filial belga de la institución financiera ING, Peter Vanden Houte.

Frente a estos múltiples desafíos, como la crisis migratoria, el voto del brexit y la crisis bancaria, Europa está otra vez en una encrucijada. La pregunta es si los Gobiernos europeos lograrán conseguir avances en relación al futuro económico del bloque.

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