WASHINGTON, 17 ago (Xinhua) -- Aunque el punto fuerte del candidato republicano a la presidencia Donald Trump es su dura postura sobre la lucha contra el terrorismo, el magnate está teniendo problemas para mantenerse concentrado pues su temperamento sigue constituyendo una distracción, señalan expertos.
Parece ser que el temperamento de Trump lo lleva a meterse en todo tipo de líos y de peleas verbales con sus críticos. Si sigue permitiéndose estas distracciones, sus esfuerzos por llegar a la Casa Blanca podrían resultar seriamente dañados.
Trump pronunció un importante discurso el lunes sobre política exterior en el que explicó la manera en que abordará y destruirá al grupo islamista radical Estado Islámico (EI).
"El punto fuerte de Trump es su posición dura hacia el terrorismo. Los votantes lo ven como alguien dispuesto a hacer frente a los terroristas y a probar tácticas no convencionales. Creen que él entiende los peligros que Estados Unidos enfrenta en todo el mundo", dijo a Xinhua Darrell West, vicepresidente y director de estudios de gobernanza de la Brookings Institution.
Pero el problema de Trump es cómo mantenerse en este mensaje y no distraerse con asuntos menores. El candidato con frecuencia pasa por encima de su propio mensaje y da a los independientes razones para rechazarlo, dijo West.
"Tiene que corregir estas tendencias para poder darle vuelta a su campaña", dijo.
En efecto, parece que cada vez que Trump está a punto de lograr un avance y empieza a actuar de forma más "presidencial", el candidato da la vuelta y hace un comentario ofensivo.
En su reciente discurso sobre la economía, el candidato se mostró mesurado y razonable al leer el discurso en el teleapuntador con lo que evitó las declaraciones ofensivas que lo meten en problemas.
Pero días más tarde perdió el terreno ganado y volvió a ser el mismo al describir a su rival Hillary Clinton como "el demonio" y al señalar que ella y el presidente Obama son los fundadores del EI.
Trump también se mete en problemas respondiendo a las más recientes críticas en su contra con insultos lo que sigue promoviendo la narrativa de que es impulsivo e impetuoso.
El lunes, Trump trató de cambiar su imagen con un discurso a nivel nacional sobre política exterior transmitido por televisión.
Trump presentó un argumento bien organizado en el sentido de que la administración del presidente Obama ha permitido al Medio Oriente desbaratarse y ha permitido al EI extenderse sin obstáculos, mucho de lo cual ocurrió cuando Clinton era secretaria de Estado.
Trump se mantuvo tranquilo mientras enumeraba una serie de amenazas provenientes de Medio Oriente y dijo que son resultado de una administración débil ante el terrorismo.
Trump describió a Obama como un presidente confundido en política exterior y ha criticado a Clinton por sus historial general y ha destacado muchos errores percibidos durante su cargo de secretaria de Estado.
Los analistas señalan que si Trump sigue mostrando este aspecto más moderado, será más eficaz en cuanto a generar el entusiasmo de las personas ajenas a su base.
Pero no se sabe si Trump podrá tener la disciplina para lograrlo pues el candidato florece subiendo al escenario e irritando a sus simpatizantes con sus declaraciones.
En política, algunas de sus posturas también podrían alejar a los votantes moderados, como sus llamados para impedir que personas provenientes de naciones con un islam radical entren a Estados Unidos.
En el discurso del lunes, Trump continuó con estos llamados, pero suavizó un poco su mensaje y dijo que suspendería la inmigración desde sitios en donde la investigación de los inmigrantes no sea posible. Esto es menos duro que el mensaje inicial de prohibir el ingreso de los musulmanes a Estados Unidos.
Dan Mahaffee, analista del Centro para el Estudio de la Presidencia y el Congreso, dijo a Xinhua que las propuestas de Trump para prohibir el ingreso de personas a Estados Unidos cae bien a su base.
Pero los independientes moderados y algunos conservadores ven esto como una traición a los principios estadounidenses relacionados con la libertad religiosa y los valores humanitarios, dijo.