"Esta es una carrera que realmente quería", enfatizó Phelps después de su victoria en el Estadio Acuático Olímpico de Río de Janeiro.
"Realmente quería esa (medalla) de nuevo. Esta noche (del martes) vine a la piscina con una misión y la misión fue cumplida. No había la menor posibilidad de que perdiese esta noche y, si lo hiciese, cada gramo de energía habría quedado en la piscina", dijo.
De hecho, gastó cada gramo de su energía en la piscina, evitando un asalto final del japonés Masato Sakai para batirlo por sólo cuatro centésimas de un segundo.