BEIJING, 8 ago (Xinhua) -- La licitación del fabricante chino de aparatos electrodomésticos Midea Group para la adquisición del fabricante alemán de robots Kuka AG demuestra claramente el espíritu de cooperación de beneficios para todos, a la vez que disipa las "sospechas" en torno a las inversiones chinas.
A pesar de las objeciones iniciales de algunos estadistas alemanes y de algunos actores de la industria, Midea finalmente aseguró el 94,55 por ciento de las acciones de Kuka, de acuerdo con un anuncio hecho por Midea hoy.
El acuerdo, que aún debe pasar la aprobación reglamentaria, demostró la sinceridad de la compañía china y la firme convicción en lograr resultados de beneficio mutuo.
La fusión es de ganar-ganar debido a que se espera que apoye a Midea para desarrollar la automatización y de esa manera mejorar la eficiencia y calidad de su producción, a la vez que ayudará a Kuka a lograr acceso al vasto mercado chino.
El convenio es un vivo ejemplo de alineación entre el proyecto chino "Hecho en China 2025" y el plan de Alemania "Industria 4.0".
Sin embargo, la oferta de Midea inicialmente enfrentó oposición y sospecha.
Aunque Berlín ha reiterado que no intervendría en el acuerdo comercial, la prensa local reportó que algunos funcionarios alemanes y de la Unión Europea (UE) se opusieron ante la preocupación de que Midea pudiera "robar" tecnología alemana y afectar al proceso de digitalización industrial de Alemania.
Los accionistas minoritarios de Kuka también expresaron preocupaciones de que el "control" de Midea sobre Kuka pudiera llevar a éste a perder su independencia en la administración corporativa.
Las preocupaciones sobre los derechos de propiedad intelectual no se justifican debido a que la propiedad intelectual no es algo que sólo se pueda tomar y exportar, sino que más bien es algo que esencialmente requiere de la asistencia y la cooperación de las personas involucradas.
Midea ha demostrado gran sinceridad e hizo todos los esfuerzos para adquirir Kuka. Prometió que Kuka operará de manera independiente y conservará todos los empleos hasta el 2023, lo cual beneficiará a los intereses de la compañía alemana.
En muchos otros casos similares, los inversionistas chinos han permitido una gran independencia en el manejo de las compañías alemanas adquiridas.
Por ejemplo, está el caso Putzmeister-Sany. En 2012, la Industria Sany Heavy, el mayor grupo de equipo de construcción de China, adquirió Putzmeister, un fabricante alemán de surtidores de concreto, a un precio de aproximadamente 4.000 millones de dólares. Los trabajadores de Putzmeister protestaron en el exterior de la fábrica debido a sus preocupaciones de pérdida de empleos.
Sin embargo, cuatro años más tarde, la nómina de Putzmeister ha sido estable, y se espera que la estabilidad se mantenga hasta el 2020. Además, las ventas de la compañía se incrementaron en cerca de un tercio, y la imagen establecida de Putzmeister, así como sus buenas relaciones que con socios de negocios no han cambiado.
En contraste con quienes trabajan para compañías alemanas compradas por inversionistas de otros países, muchos trabajadores de Putzmeister están ahora agradecidos de poder mantener sus empleos.
Por lo tanto, la internacionalización de empresas chinas junto con el crecimiento de la economía china no debe ser politizados, no es necesario considerar la inversión china con sospecha.
Un creciente número de compañías chinas ha tenido éxito al llevar a cabo fusiones y adquisiciones en el extranjero, debido a que se enfocan no sólo en los beneficios financieros de corto plazo, sino también en objetivos estratégicos de largo plazo y logran consolidar un punto de apoyo en el mercado internacional.
Mientras los estadistas y los involucrados en la industria apoyen y mantengan una mente abierta, las fusiones y adquisiciones en el extranjero, realizadas legalmente y en acato a los principios del mercado y a las prácticas internacionales, pueden generar resultados de ganar-ganar y contribuir al desarrollo social y económico.
