El presidente interino de Brasil, Michel Temer aborda durante la ceremonia de inauguración que tuvo lugar en la estación de Jardim Oceacino de la línea 4 de metro en Barra da Tijuca, en Río de Janeiro, Brasil, el 30 de julio de 2016. La ceremonia de inauguración de la línea 4 del metro se llevó a cabo en Barra da Tijuca el sábado. (Xinhua/Li Ming)
RIO DE JANEIRO, 30 jul (Xinhua) -- El presidente interino de Brasil, Michel Temer, inauguró hoy la línea 4 del metro de Río de Janeiro, uno de los principales legados de los Juegos Olímpicos de 2016.
La nueva línea del metro enlaza la turística zona sur de la ciudad de Río de Janeiro con el barrio de Barra da Tijuca, en la zona oeste, donde están ubicadas la mayoría de las instalaciones olímpicas.
La obra, cuya inauguración todavía estaba en duda en junio pasado debido a los constantes atrasos que presentó, dispone de 16 kilómetros y seis estaciones que serán usadas por más de 300.000 personas cuando entre en funcionamiento normal, a finales de septiembre, con lo cual reducirá a casi la mitad el tránsito entre ambas partes de Río de Janeiro.
El metro podrá ser utilizado durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos sólo por la "familia olímpica" y personas con acreditaciones.
"Los Juegos Olímpicos constituyeron un pretexto para la mejora de todo Río de Janeiro", aseguró Temer durante la inauguración.
Temer se mostró esperanzado de que las olimpiadas supongan "un legado inconmensurable" para la población carioca.
Las obras del metro empezaron en 2010 y han requerido una inversión de 9.700 millones de reales (unos 2.982 millones de dólares), de los cuales 8.500 millones de reales (unos 2.613 millones de dólares) fueron financiados por el gobierno del estado de Río de Janeiro y el resto por capital privado.
En total, participaron en las obras más de 340 empresas y 200 especialistas y consultores, nacionales e internacionales.
Acompañaron a Temer en el acto de inauguración los ministros de Hacienda, Henrique Meirelles, y de Deporte, Leonardo Picciani, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Francisco Dornelles, el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, y la vicepresidenta primera del COI, Nawal El Moutawakel.
