MEXICO, 21 jul (Xinhua) -- El cáncer de piel se ha convertido en un problema de salud pública no sólo en México, sino en el mundo, advirtieron hoy expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"En la Ciudad de México recibimos 35 por ciento más radiación que en las costas debido a la altitud; sin embargo, al estar en la playa el daño es mayor porque usamos menos ropa", coincidieron especialistas de la máxima casa de estudios del país.
Para hacer frente a esta problemática, la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM puso en marcha la Clínica de Oncodermatología, enfocada en hacer un diagnóstico temprano de ese mal, pues a pesar de los avances en medicamentos, quimioterapias y cirugía, el pronóstico de vida de los pacientes aún depende de la detección oportuna, explicó su responsable, Rodrigo Roldán.
Entre 2008 y 2012, el cáncer de piel fue el tercer motivo más frecuente de primera consulta en el Instituto Nacional de Cancerología.
En el Hospital General de México se ha visto un aumento considerable de la frecuencia de ese padecimiento en población menor de 40 años, por lo que ha dejado de ser una enfermedad de viejos.
Para que se produzca cáncer de piel influyen factores como la falta de protección a la radiación, pero también la genética, aclaró Roldán.
México es un país mestizo y la población tiene genes de origen europeo (españoles, franceses o ingleses, por ejemplo) y eso incrementa la susceptibilidad.
Aunque la piel blanca es más sensible a la radiación y se quema más rápido, el hecho de ser moreno no previene el cáncer de piel, aclaró.
La causa más común de cáncer de piel es la radiación ultravioleta, el carcinógeno ambiental más frecuente al que se expone cualquier ser humano desde el nacimiento.
Para reparar el daño, el sistema inmunológico trabaja mientras dormimos, no obstante, la "compostura" no es cien por ciento eficaz y, por ende, se acumulan los efectos nocivos.
Por eso, después de 20 o 30 años comienzan a aparecer manchas y arrugas, y en el peor de los casos, cáncer. Así ocurre, sobre todo, cuando hay antecedentes de quemaduras solares (desde que la piel se ha puesto mínimamente rosa o roja y arde, hasta tener ampollas).
Para prevenir, la recomendación más importante es evitar quemaduras solares mediante el uso de bloqueadores cada tres horas, usar sombrero de ala ancha, ropa de manga larga y evitar la exposición de las 9 a las 16 horas.