MEXICO, 21 jul (Xinhua) -- La Ciudad de México fue elegida como sede Olímpica en la Asamblea del Comité Olímpico Internacional celebrada en 1963, en Baden-Baden, Alemania, depués de competir con otras ciudades como Lyon, en Francia, Detroit, Estados Unidos y Buenos Aires, capital de Argentina. Tras evaluar los datos y argumentos, la Ciudad de México obtuvo 30 de los 58 votos emitidos, mientras que Detroit logró 14, Lyon 12, y Buenos Aires 2.
La victoria de la capital mexicana permitió la celebración de los primeros juegos olímpicos en un país hispánico. Sin embargo, el certamen deportivo se desarrolló en fechas un poco distintas a la tradición olímpica, entre los días 12 y 27 de octubre, debido principalmente a que dicha ciudad se ve afectada por la temporada de lluvias desde comienzos de mayo hasta los primeros días de octubre, lo que habría estropeado muchas actividades deportivas.
Antes de la inauguración olímpica, la supuesta escasez del oxígeno causada por la altitud de la Ciudad de México se convirtió en un tema controversial. Numerosos deportistas y entrenadores criticaron al COI por haber conferido la sede a México sin pensar que su altitud podía afectar a la salud de los participantes.
Pero el COI mantuvo la convicción de que la altitud no podía ser tan peligrosa si en dicha capital vivían tranquilamente más de 6 millones de habitantes, a quienes visitaban anualmente más de un millón de turistas provenientes de diferentes climas y altitudes.
Sin embargo, estos temores fueron ampliamente invalidados durante la Semana Deportiva Internacional efectuada en la Ciudad de México, como había ofrecido el Comité Organizador de la Olimpiada. Las investigaciones fisiológicas llevadas a cabo por los científicos de los países participantes resolvieron de una vez por todas la controversia sobre la altitud, y las naciones, convencidas de lo infundado de estos temores, enviaron a sus delegaciones completas.
Los asuntos políticos internos y externos también empañaron el desarrollo de la olimpiada. El 2 de octubre, diez días antes de la inauguración, el Ejército Mexicano acribilló a un número indeterminado de estudiantes y miembros de varias organizaciones sociales, que se manifestaban en la Plaza de las Tres Culturas para manifestar su rechazo al autoritarismo del gobierno de entonces. A 40 años de distancia, el saldo de las muertes es aún controvertido. El COI consideró el suceso como un problema interno que no debería afectar al desarrollo de los juegos y decidió no suspenderlos. No se registró ninguna manifestación del 12 al 28 de octubre, si bien la ciudad permaneció fuertemente vigilada por elementos del Ejército Mexicano.
El lema adoptado para la edición XIX fue "La olimpiada de la paz" pero también fue denominada como la olimpiada del "Black Power", debido a los actos de reivindicación social realizados por algunos atletas afroamericanos. Durante la premiación , Tommie Smith y John Carlos, oro y bronce en los 200 metros planos, alzaron el puño enfundado en un guante negro y bajaron la cabeza cuando sonó el himno de su país.
Con este gesto hicieron ostensible su protesta por la tensión racial que se vivía en Estados Unidos, aunque después de este gesto fueron expulsados del equipo americano y desalojados de la villa olímpica. Los aspectos laboral y social de su vida también se vieron afectados por dicha manifestación.
En cuanto a sus instalaciones deportivas, los mexicanos acondicionaron el estadio de la Ciudad Universitaria (CU) para 80,000 espectadores con iluminación para las pruebas nocturnas, además de que se construyó el Palacio de los Deportes, con aforo para 22,000 personas y que fue sede de las competiciones de basquetbol.
De igual modo, se dispuso de una de las grandes joyas de la arquitectura deportiva mexicana: el Estadio Azteca, un grandioso y mítico estadio de fútbol con capacidad para recibir e instalar cómodamente sentados, en aquel entonces a 98,500 personas.
México se atrevió, por primera vez en la historia del olimpismo, a designar a una mujer como última portadora de la antorcha olímpica. La campeona nacional de atletismo, en carrera con vallas de 80 metros, Enriqueta Basilio, cubrió con espléndidas zancadas los 400 metros finales de la pista de atletismo y encendió el pebetero. Un total de 5.516 deportistas se reunieron en la capital mexicana, compitiendo en 172 pruebas de los 20 deportes, mientras que la cifra de mujeres participantes ascendió a 781.
El estadounidense Bob Beamon ganó la medalla de oro en salto. Con la distancia de 8 metros y 90 centímetros se convirtió en el plusmarquista y mantenía el recód mundial hasta 1991, aunque la marca olímpica sigue viva.
Otra figura destacada fue el norteamericano Dick Fosbury, que revolucionó el salto de altura, imponiendo un estilo diferente al que se había utilizado y había pasado a ser el estilo dominante hasta entonces.
La atleta más popular fue la gimnasta checa Vera Caslavska, quien ganó cuatro medallas de oro y dos de plata.
Tristemente, los juegos en tierra azteca fueron los primeros en presenciar la primera descalificación por uso de sustancias prohibidas: el pentatlonista sueco Hans-Gunnar Liljenwall, quien dio positivo de alcohol en grado excesivo.
MEDALLERO DE LOS JUEGOS OLIMICOS DE MÉXICO 1968
PAIS ORO PLATA BRONCE TOTAL
EEUU 45 28 34 107
Unión Soviética 29 32 30 91
Japón 11 7 7 25
Hungría 10 10 12 32
R.F. Alemana 9 9 7 25
Francia 7 3 5 15
Checoslovaquia 7 2 4 13
R.D. Alemana 5 11 10 26
Australia 5 7 5 17
Reino Unido 5 5 3 13