Por Noemí Galbán
LA HABANA, 20 jul (Xinhua) -- Estados Unidos sigue "comprometido" con el diálogo y la relación que ha construido con Cuba en el último año en función de sus intereses, aseguró Jeffrey DeLaurentis, encargado de negocios del país del norte en La Habana (capital).
En conversación con un reducido grupo de medios internacionales de prensa el martes por la noche, el máximo representante de la Casa Blanca en la isla valoró de positivo el acercamiento bilateral, tras la reapertura de las embajadas de ambos países en sus respectivas capitales el 20 de julio de 2015.
"Este avance histórico nos ha permitido representar de manera más eficaz los intereses y valores de los Estados Unidos en Cuba (...) Creemos que nuestro enfoque de compromiso está funcionando", apuntó el diplomático al frente de la embajada estadounidense en La Habana.
Señaló, no obstante, que si bien se han adelantado significativos acuerdos en esferas como medio ambiente, transporte, agricultura, salud, aplicación de la ley, intercambio educativo, cultural y deportivo, restan puntos álgidos por discutir en busca del necesario consenso.
"Es un camino largo y complicado con un montón de retos en las áreas de derechos humanos, las compensaciones, así como otras cuestiones más difíciles que tenemos que dialogar, pero mientras tanto creo que estamos tratando de avanzar lo más posible", indicó.
DeLaurentis destacó en este sentido la visita del presidente Barack Obama a la nación caribeña realizada en marzo pasado, que imprimió un carácter más solemne y abrió la posibilidad de explorar nuevas vías para dinamizar el esperado proceso de normalización de relaciones.
Dijo que también han recorrido la isla altos funcionarios del Departamento de Estado, Comercio, Agricultura, Transporte, Tesoro y Administración, así como gobernadores, legisladores, empresarios y líderes locales de Estados Unidos.
Mientras tanto se ha multiplicado la llegada a la nación caribeña de delegaciones culturales, deportivas, académicas y científicas, con vistas a impulsar los contactos pueblo a pueblo.
Al mismo tiempo, Washington ha acogido a los ministros cubanos de Inversión Extranjera y Comercio Exterior, Agricultura, Salud y Relaciones Exteriores.
El diplomático comentó que fruto de las negociaciones realizadas a partir de estas visitas, ambos gobiernos han concretado alrededor de 10 convenios de colaboración.
Estos convenios abarcan desde el enfrentamiento al narcotráfico, la trata de personas y el lavado de dinero, hasta la lucha contra el zika, mejorar en conjunto las prácticas médicas sobre el cáncer y el medio ambiente.
"Estamos enfocados en avanzar en todas estas áreas y nos gustaría hacer todos los progresos que podamos en los meses restantes de la administración del presidente Obama, y mi sensación es que nuestra contraparte cubana desea hacer lo mismo", evaluó el diplomático.
En varias oportunidades, altos funcionarios de la isla han reconocido este punto, pero advierten la existencia de "contradicciones" entre el discurso del jefe de Estado y las acciones acometidas o ignoradas por las instituciones estadounidenses correspondientes.
La última muestra de ello son las recientes disposiciones del Congreso, que retiró de las discusiones enmiendas que permitirían a los estadounidenses viajar libremente a Cuba y viabilizar el comercio agrícola con la isla, sin las actuales condiciones de pago en efectivo y por adelantado.
Tal es el caso también de las "incongruencias" del último paquete de medidas ejecutivas aprobadas por Obama el 15 de marzo último, cuando autorizó a instituciones bancarias de Estados Unidos abrir y mantener cuentas bancarias en ese país para ciudadanos cubanos.
De igual forma, permitió el uso del dólar estadounidense en las transacciones internacionales de la isla, pero obvió la posibilidad de que entidades financieras del país caribeño dispongan de cuentas en bancos estadounidenses.
"La semana pasada tuvimos un seminario de funcionarios bancarios de ambos países para abordar algunas de estas cuestiones específicas para tratar de asegurar que los cambios regulatorios se hagan de una forma apropiada", detalló Jeffrey DeLaurentis.
"Estamos tratando de colaborar para que puedan hacer uso de las posibilidades que están ahora sobre la mesa", añadió.
Detalló que muchas de estas posibilidades están dirigidas al emergente sector privado cubano, una de las prioridades de Washington en su cambio de actitud hacia La Habana que ha suscitado reservas en la dirigencia política de la isla.
"Tenemos una economía abierta y este tipo de actividad económica es compatible con nuestro sistema, y es alentador ver la extraordinaria innovación y creatividad que un número de propietarios de pequeñas empresas aquí han estado exhibiendo en los últimos años y nos gustaría ser lo más útil para ellos como podamos", enfatizó.
El diplomático estadounidense se refirió también a las reuniones sostenidas recientemente entre ambos países para tratar asuntos regulatorios y migratorios, donde fue analizada la situación actual de ambos temas y se trazaron estrategias para encauzar el diálogo futuro.
Manifestó, además, que más allá de las especulaciones sobre el posible vencedor en las elecciones presidenciales de noviembre próximo, el "nuevo rumbo" asumido por Estados Unidos hacia Cuba va a mantenerse en el futuro.
"El objetivo era restablecer las relaciones diplomáticas y tratar de avanzar tanto como podamos, para que la gente deje de preguntar si la política es reversible o no, porque creo firmemente que continuar con este proceso de normalización es la mejor manera de promover los valores e intereses de los Estados Unidos", reiteró el diplomático.
Un año después del restablecimiento formal de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, se aprecia la disposición de ambas partes por progresar en el camino del respeto y el reconocimiento a las diferencias que persistirán, y que constituyen a su vez el mayor reto para encontrar soluciones a los problemas aún por analizar.
