LHASA, 5 jul (Xinhua) -- Cerca de 1.000 residentes están ocupados plantando árboles cerca del río Yarlung Tsangpo en el Tíbet.
"Este lugar era muy polvoriento y ventoso hace una década", dijo Tseten de 61 años de edad con sudor en la frente. "Ni las personas ni los animales venían aquí".
Ahora hay menos días malos, quizá gracias a los árboles, añadió.
"Ahora se pueden ver aquí zorros y conejos", agregó.
En el Tíbet se están plantando más árboles, se protege mejor a los animales silvestres y se han clausurado las industrias contaminantes. El medio ambiente es un tema destacado de la agenda del actual Foro sobre el Desarrollo del Tíbet 2016.
En el pueblo natal de Tseten, Xigaze, donde las tormentas de arena antes se registraban con frecuencia, los pastores han plantado alrededor de 1.200 hectáreas de bosque en los últimos dos años y otras 550 hectáreas se añadirán este año, indicó Tsering Dondrup del buró de silvicultura local.
Las campañas ambientales realizadas cerca de los seis principales ríos del Tíbet han logrado que el pasto vuelva a ser bosque y que se detenga la desertización.
Por ejemplo, en el tramo de Shannan del río Yarlung Tsangpo, los bosques están aumentando a una tasa anual de 5,25 metros cúbicos por hectárea.
De acuerdo con un estudio nacional realizado en 2014, Tíbet ocupó el primer lugar en términos de área forestal y de recursos forestales.
La protección de la vida silvestre también ha mejorado mucho. En la Reserva Nacional de la Naturaleza en Changtang, cientos de miles de antílopes tibetanos deambulan en el área.
"Los antílopes tibetanos normalmente son muy tímidos. Se echan a correr al ver seres humanos", dijo Tsewang Norbu, un guardabosques de la reserva. "Pero en lugar de alejarse, ahora se detienen y me miran fijamente cada vez que me acerco a ellos en mi motocicleta".
En el Tíbet, 125 especies tienen protección estatal, cerca de una tercera parte del total nacional. El antílope tibetano, el burro salvaje, el yak salvaje e incluso el leopardo de las nieves son vistos cada vez más en el Tíbet.
En los últimos 20 años, el número de antílopes tibetanos ha aumentado de cerca de 40.000 a alrededor de 200.000, mientras que la población de burros salvajes casi se triplicó en el mismo período.
El aumento de la fauna y flora silvestres ha causado problemas a algunos residentes. En febrero, un residente de Xigaze afirmó haber sido "robado" por 10 langures grises de las llanuras del norte.
"Saben que no los lastimaremos, de modo que a menudo vienen a robar comida a nuestra aldea, particularmente durante el invierno y la primavera", dijo Gyezang. "Este año robaron mis papas y mis zanahorias, aunque los subsidios del gobierno me ayudaron a cubrir las pérdidas".
Las autoridades planean gastar 15.500 millones de yuanes (2.300 millones de dólares) para garantizar "cielos azules y agua limpia".
"La protección ambiental es la cuestión fundamental cuando se trata del desarrollo económico", dijo Losang Gyaltsen, líder regional del partido.
El Tíbet también ha prohibido la expansión de industrias como la del acero, la química y la del papel y las compañías existentes han cerrado o se les ha pedido que se transformen, dijo Zhuang Hongxiang, subdirector del departamento regional de protección ambiental.