BEIJING, 17 jun (Xinhua) -- La Iniciativa de la Franja y la Ruta, una propuesta audaz para reanimar las antiguas rutas comerciales a lo largo de Eurasia y más allá mediante la cooperación abierta e inclusiva, ha pasado de ser una visión a convertirse en una realidad cerca de tres años después de que fuera presentada por el presidente chino, Xi Jinping.
El 10 de junio, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), importante entidad financiera de la iniciativa, se unió con el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) para financiar el proyecto de una autopista en Pakistán, primera cooperación entre las dos entidades crediticias regionales.
Si alguien se preguntara de qué maneras la iniciativa propuesta por China es abierta e inclusiva, el referido proyecto, por valor de 100 millones de dólares y que cuenta con la participación del Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID, siglas en inglés) de Reino Unido, es un buen ejemplo.
China procura la cooperación y los beneficios mutuos en lugar del control -el proyecto en Pakistán ha sido administrado por el BAD- y da la bienvenida a la participación de una tercera parte, en este caso el DFID de Reino Unido.
De más está decir que hay otras vías de cooperación bajo el amparo de la iniciativa, pero el mismo principio se cumple en todos los proyectos: cooperación abierta e inclusiva sobre la base de la igualdad.
Y el principio funciona.
La ambiciosa iniciativa, compuesta de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI que se extienden desde la costa oriental china a Medio Oriente, Africa, Europa Occidental y más allá, ha alcanzado resultados sustanciales.
Al mismo tiempo, su visión abierta, inclusiva y de cooperación de beneficio recíproco que brinda prosperidad a las tierras más interiores se ha convertido gradualmente en una realidad inspiradora.
Además del ejemplo reciente de cooperación entre el BAII y el BAD, China también ha firmado acuerdos sobre la cooperación en capacidad productiva con 20 países, prometiendo una inversión de 100.000 millones de dólares.
En el año 2015, las empresas chinas realizaron inversiones directas valoradas en 15.000 millones de dólares en los países a lo largo de las rutas terrestre y marítima.
A lo largo de las extensas rutas, muchos proyectos de infraestructura bajo el marco de la iniciativa se llevan a cabo o serán iniciados prontamente, tal como el Ferrocarril Serbia-Hungría y el Ferrocarril de Alta Velocidad Yakarta-Bandung.
Lo alcanzado hasta ahora ayuda a fortalecer la confianza de China y otros países involucrados en la iniciativa, y demuestra la voluntad y la capacidad de China de desarrollar una cooperación abierta e inclusiva con sus socios.