SANTIAGO, 15 jun (Xinhua) -- La inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe cayó 9,1 por ciento en 2015 al totalizar los 179.100 millones de dólares, la cifra más baja desde 2010, informó hoy la CEPAL.
La caída se debe a la baja inversión en sectores vinculados a los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y a la desaceleración del crecimiento económico, sobre todo en Brasil, precisó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con sede en Santiago de Chile.
El organismo sugiere que con la aplicación políticas activas e integradas los países pueden aprovechar la IED para diversificar sus economías, potenciar la innovación y responder a los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Para este año la CEPAL señaló que la IED se mantendrá en niveles inferiores a los últimos años, en línea con las perspectivas económicas, por lo cual puede disminuir hasta 8 por ciento, aunque se mantendrá como un factor importante en las economías de la región.
Según la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, "en la actual configuración de la economía global, la inversión extranjera directa está llamada a jugar un rol relevante en los procesos nacionales y regionales de desarrollo".
Precisó que con políticas activas e integradas, "los países pueden aprovechar estos flujos para diversificar sus economías, potenciar la innovación y la incorporación de tecnología y responder a los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible".
La caída en 2015 en la región contrasta con el dinamismo global observado, cuando los flujos mundiales de IED aumentaron 36 por ciento, con un monto estimado de 1,7 billones de dólares, debido a la intensa ola de fusiones y adquisiciones, sobre todo transfronterizas, en particular Estados Unidos.
Según la CEPAL, los resultados por países fueron dispares.
Por ejemplo, en Brasil la IED se redujo 23 por ciento, hasta los 75.075 millones de dólares, aunque el país se mantuvo como el principal receptor de estos flujos en la región, al acumular 42 por ciento del monto total.
En México, segundo mayor receptor, la IED aumentó 18 por ciento, al alcanzar 30.285 millones de dólares, uno de sus niveles más altos en siete años.
El sector manufacturero, principalmente la industria automotriz, y las telecomunicaciones recibieron las mayores inversiones en ese país.
La disminución de los precios de los minerales afectó los ingresos de IED en Chile (20.457 millones de dólares) y Colombia (12.108 millones de dólares), que cayeron 8 y 26 por ciento, respectivamente.
Respecto a la distribución sectorial de estos flujos de inversiones, se observa, por ejemplo, que en Colombia la participación de los sectores primarios, entre ellos la minería, se redujo del 51 por ciento en 2010-2014 al 31 por ciento del total en 2015.
En Argentina, las entradas aumentaron 130 por ciento hasta 11.655 millones de dólares, alza que se explica porque en 2014 se contabilizó la nacionalización del 51 por ciento de la planta petrolera española Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) realizada en 2012, lo cual significó una desinversión de cerca de 6.000 millones de dólares en 2014.
En Centroamérica, los ingresos de IED aumentaron 6 por ciento totalizaron 11.808 millones de dólares.
Con 43 por ciento del total, Panamá se mantuvo como el principal receptor en la subregión; le siguen Costa Rica (26), Honduras (10) y Guatemala (10 por ciento).
Por su parte, la IED en el Caribe disminuyó 17 por ciento hasta alcanzar 5.975 millones de dólares.
En 2015 Estados Unidos se posicionó de nuevo como el principal inversor en la región, con 25,9 por ciento de la IED, seguido de los Países Bajos (15,9) y España (11,8 por ciento).