BEIJING, 14 jun (Xinhua) -- Existen datos alentadores que apuntan a la estabilización de la economía china, pero los retos que sigue habiendo -desde la tibia inversión privada, a la floja economía global- sugieren que una fuerte recuperación es improbable.
La producción industrial de China se mantuvo estable en mayo, y las ventas al por menor también fueron robustas. La actividad inmobiliaria se moderó, pero siguió siendo fuerte.
"La economía está estable gracias a las políticas procrecimiento y esperamos que suba en el segundo y el tercer trimestre", afirmó Jing Ulrich, directora gerente y vicepresidenta de la sección de Asia Pacífico de J. P. Morgan Chase.
Las políticas fiscales probablemente seguirán siendo fuertes, mientras que las monetarias pasarán a ser neutrales de manera gradual, dijo, añadiendo que ella preveía que el banco central chino reducirá las tasas de interés una vez este año.
De la misma forma, el economista de UBS Wang Tao espera que la actividad económica se mantenga a su ritmo actual durante unos pocos meses más, con un crecimiento más firme en el periodo abril-junio en una base secuencial.
Wang mantuvo su pronóstico para el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de todo el año en el 6,6 por ciento.
A pesar de las señales alentadoras, Ulrich no espera un fuerte repunte debido a la floja recuperación económica global.
"La economía de Estados Unidos se ralentizó considerablemente en el segundo trimestre y sus datos de empleo tampoco alcanzaron las expectativas de mercado, lo cual afectará a las exportaciones de China y a la presencia de las compañías chinas en el extranjero", dijo Ulrich.
Además, el crecimiento de la inversión privada, que representó alrededor de las dos terceras partes de la inversión total del país, se desaceleró al 3,9 por ciento en el periodo enero-mayo, desde un ya de por sí débil 5,2 por ciento en los primeros cuatro meses.
China debe contar con el sector servicios y el de fabricación de productos de alta tecnología para tener un ímpetu de crecimiento sostenible bajo la actual ralentización estructural, añadió Ulrich.
El sector servicios se ha convertido en uno de los motores económicos más potentes del país asiático, representando un 56,9 por ciento del PIB nacional en el primer trimestre, con rápido crecimiento en los ámbitos de internet, el entretenimiento y los deportes.
El PIB de China subió un 6,7 por ciento interanual en los primeros tres meses del año, el crecimiento más lento desde la crisis financiera global a principios de 2009.