WASHINGTON, 5 jun (Xinhua) -- El octavo Diálogo Económico y Estratégico entre China y Estados Unidos, el último de la administración Obama, arranca el lunes en Beijing para discutir un amplio abanico de temas, entre ellos, políticas macroeconómicas, tratados de inversión, exceso de capacidad industrial y disputas comerciales.
La cita anual coincide este año con la celebración en China de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) y con las elecciones presidenciales en EEUU. Aunque es pronto para vaticinar sus resultados, experiencias anteriores indican que el diálogo regular y continuado entre las dos mayores economías del mundo es cada vez más crucial para ambas y para la economía mundial.
SUBIDA DE LOS TIPOS DE LA FED Y TASA DE CAMBIO DEL RMB
"Creo que la prioridad máxima será, como siempre, hablar sobre cooperación macroeconómica y cómo los dos países gestionan sus economías. Estados Unidos sigue preocupado por la tasa de intercambio del renminbi (RMB) y el crecimiento de China", explicó a Xinhua Rory MacFarquhar, profesor visitante del Instituto Peterson de Economía Internacional.
MacFarquhar, también exasistente especial para economía internacional del presidente estadounidense, Barack Obama, comentó que la cita anual "es un mecanismo muy importante", pues reúne a un gran número de responsables gubernamentales de los dos países que pueden escuchar sus respectivas perspectivas sobre multitud de asuntos y lograr resultados frutctíferos.
Para David Dollar, profesor visitante de la Institución Brookings y exfuncionario del Departamento del Tesoro de EEUU, es muy importante para ambos mantener "una conversación franca sobre políticas macroeconómicas y financieras" este año, teninendo en cuenta que la Reserva Federal (Fed) baraja una nueva subida de los tipos de interés en los próximos meses.
La Fed mantendrá su próxima reunión política justo una semana después del diálogo entre China y EEUU. Las previsiones de una nueva subida de los tipos, que podría llegar ya este verano, han presionado al alza el dólar y a la baja el RMB o yuan.
"China estará muy interesada en oír lo que la Reserva Federal piensa", escribió Dollar en una entrada de blog el miércoles. "Independientemente de cuándo se mueva la Fed, tanto China como EEUU comparten el interés de ver una tasa de intercambio relativamente estable del yuan".
Las decisiones políticas de los dos países nunca han estado tan conectadas. Un tipo de cambio relativamente estable del RMB ayudará a Beijing a diseñar una transición económica fluida y a mantener un mercado financiero estable, lo que podría allanar el camino para una eventual subida de los tipos por parte de la Fed.
Al mismo tiempo, una comunicación clara del proceso de decisión de la Fed ayudará también a reducir las incertidumbres en los mercados internacionales y los flujos de capital procedentes de China, evitando así, hasta cierto punto, una gran devaluación de la moneda china.
La Fed debería informar mejor a China y los mercados financieros de sus decisiones sobre los tipos de interés, dijo el jueves el ministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao. A su juicio, las dos mayores economías del mundo deberían también reforzar la cooperación y coordinación en políticas.
"El resultado más importante del Diálogo Estratégico y Económico bien podría ser evitar errores en las políticas, un efecto sutil que no quedará reflejado en los titulares", afirmó Dollar.
CONVERSACIONES SOBRE EL TRATADO BILATERAL DE INVERSION
Las conversaciones sobre un tratado bilateral de inversión (TBI) ocuparán también un importante lugar en la agenda y, no en vano, las negociaciones sobre este convenio han sido consideradas el asunto más importante en la relación económica entre ambas naciones.
"Completar a corto plazo un TBI de calidad es la oportunidad más significativa de promover la inversión bilateral", dijeron en un comunicado conjunto líderes empresariales y ex altos funcionarios chinos y estadounidenses, tras una reunión anual el mes pasado.
Según precisaron, "ninguna relación de inversión en el mundo tiene más potencial que la que existe entre China y Estados Unidos".
Erin Ennis, vicepresidenta del Consejo de Negocios EEUU-China, confió en que China proponga una nueva lista de sectores cerrados a la inversión extranjera (lo que se denomina "lista negativa") y dé, así, un empujón a las conversaciones sobre el TBI.
"Creo que debemos ser realistas. Me preocupa que, simplemente, no haya tiempo suficiente entre ahora y el fin de diciembre para concluir algo, si no se resuelve pronto", comentó a Xinhua.
La última vez que las dos partes se intercambiaron sus "listas negativas" fue a principios de septiembre del año pasado, días antes de la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a EEUU.
Desde que las negociaciones comenzaron en 2008, se han celebrado 24 rondas y los responsables de ambas partes han reiterado su deseo de finalizar un acuerdo antes de que Obama deje la Casa Blanca en enero de 2017.
EXCESO DE CAPACIDAD INDUSTRIAL Y DISPUTAS COMERCIALES
El diálogo se realiza también en un momento en el que los productores estadounidenses de acero recurren cada vez más a medidas comerciales correctivas y a la protección arancelaria para sobrellevar la lentitud de este mercado, en el que el exceso de capacidad se ha convertido en un gran desafío internacional.
EEUU ha superado a la India como principal usuario de las investigaciones "antidumping" y antisubsidios, con China y su sector del acero como objetivo principal, según el anual Informe sobre Protección del Comercio Mundial, publicado recientemente.
El mes pasado, Nathan Sheets, subsecretario del Tesoro estadounidense afirmó que, durante el diálogo, Washington alentaría a China a reducir el exceso de capacidad industrial en sus principales sectores metalúrgicos y a que los suministros sean "más sensibles a la demanda subyacente nacional y mundial".
Sin embargo, China se opone al abuso de medidas comerciales correctivas, indicó el jueves el viceministro Zhu, agregando que ambas partes deben cumplir con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y dialogar para resolver las disputas.
"Debemos oponernos al proteccionismo comercial en el contexto del principio del libre comercio, algo acordado por ambos países y que beneficia a sus intereses", expuso Zhu.
Los expertos comerciales estadounidenses también advirtieron de que recurrir al proteccionismo no curará los males de la industria del acero de EEUU y que las restricciones a la importación perjudicarán a su economía en vez de ayudarla.
Dado que el comercio y las inversiones bilaterales entre China y Estados Unidos se han expandido rápidamente en los últimos años, es inevitable que surjan problemas y contradicciones.
Sin embargo, el diálogo estratégico ha desempeñado un papel importante a la hora de promover la confianza, disminuir las diferencias y evitar los cálculos erróneos en las relaciones económicas bilaterales, señalaron los analistas.
"Ya que el diálogo de este año será el último de la administración Obama, tengo que subrayar que la cooperación continua con China en diversos asuntos incluidos en la cita es de vital importancia, no solo para nuestros países, sino también para todo el mundo", dijo Sheets.
Para MacFarquhar, "(el diálogo) será muy importante como siempre, quizás incluso más debido a la campaña electoral en Estados Unidos, para demostrar que, en las relaciones bilaterales, sentarse y hablar acerca de los problemas conduce a mejores resultados que un enfoque diferente que incluya amenazas y coerción".
"Será importante para ambas partes demostrar que el compromiso produce resultados tangibles reales que los dos pueblos pueden percibir y que contribuye a crear puestos de trabajo y a su bienestar económico", añadió.
Dollar también coincidió en que el diálogo de este año es "un buen momento para que China y Estados Unidos demuestren que el intercambio regular y de alto nivel da resultados, aumentando así la posibilidad de que cualquier administración que venga mantenga algo similar".
