Por Victoria Argüello
CARACAS, 4 jun (Xinhua) -- El llamado del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de evaluar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana (CDI) contra Venezuela, ha convocado en su rechazo a numerosos movimientos sociales de este país sudamericano y el mundo.
En las 24 entidades locales, decenas de organizaciones civiles se agolparon en espacios públicos para rechazar la postura de Almagro, quien pese a haber sido partícipe de la aprobación de una declaración conciliatoria el pasado miércoles, volvió a pedir abordar "urgentemente" la situación política en esta nación.
Las múltiples citas coincidieron con la resolución final de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) celebrada en La Habana, Cuba, donde los 25 países miembros del bloque manifestaron su solidaridad con el gobierno de Caracas tras las tensiones con la OEA.
Los Estados caribeños además abogaron por el desarrollo de un diálogo entre las autoridades venezolanas y la oposición, como vía para dirimir las tensiones políticas.
"Los propios gobiernos del Caribe y América Latina le dijeron a Almagro que a Venezuela se respeta, que los problemas de los venezolanos los resuelven los venezolanos", expresó el ministro para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, durante una de las jornadas efectuadas en Caracas, la capital.
Por su parte, integrantes de los movimientos sociales congregados en la Plaza Bolívar de la ciudad capitalina consideraron un "triunfo" del "nuevo regionalismo" la decisión de la AEC de respaldar a la nación caribeña.
"Lo que se ha logrado en la Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe es una demostración fehaciente de que Latinoamérica hoy es otra", dijo en una entrevista con Xinhua la integrante del Movimiento Ecologista Venezolano, Selene Estrach.
Para Estrach, este tipo de pronunciamientos "en bloque" en virtud de la "defensa de la soberanía de los Estados" ha sido posible gracias a la unión y los lazos fraguados entre las naciones latinoamericanas y caribeñas en los últimos 17 años.
A su juicio, esa integración "no se podrá romper tan fácilmente" y forma parte de las razones que tiene Estados Unidos "para agredir no sólo a Venezuela sino a toda la región".
Durante la VII Cumbre de la AEC, el presidente de Cuba, Raúl Castro, denunció una renovada "ofensiva imperialista y oligárquica contra los gobiernos populares y progresistas surgidos ante el fracaso neoliberal".
En ese sentido, Estrach considera que la intención de EEUU "detrás de la OEA" es "hacerse del poder en Venezuela", por ser esta nación sudamericana "estratégica" por sus riquezas naturales.
Hizo énfasis en el petróleo "que es la energía que mueve el mundo", siendo Venezuela el reservorio de crudo más grande del planeta, y Estados Unidos el país de mayor consumo de este hidrocarburo con más de 20.000 barriles por día.
De igual manera, Ronmer Cañizalez, miembro de la juventud del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sostuvo en declaraciones a Xinhua que la postura de la OEA forma parte "de un guión orquestado por Estados Unidos".
Según Cañizalez, el argumento esgrimido por el secretario general de la OEA, quien se basó en el artículo 20 de la Carta Democrática respecto a Venezuela, no responde a la realidad del país, pues "no existe una alteración del orden democrático y tampoco una crisis de gobernabilidad".
Aunque reconoció las adversidades económicas por las cuales atraviesa el país caribeño, enfatizó la disposición de un sector de la juventud venezolana de sumarse a iniciativas para reavivar el aparato productivo.
"Tenemos la intención de avivar la industria, pero eso requiere un esfuerzo grande de toda la población y de los estudiantes universitarios", dijo el también estudiante de Ingeniería Industrial.
Al encuentro en Caracas asistieron también siete federaciones de transportistas, quienes apostaron por una rápida solución a los problemas del transporte en Venezuela que repercuten en toda la cadena económica.
El presidente de la Asociación Nacional de Transportistas "Asodrago", Jesús Blanco González, descartó que un llamado a paro ante los problemas que aquejan a su sector, sea conveniente para el país.
"La solución es no dejar de trabajar y que finalmente se consigan y destinen las divisas necesarias para el sector de transporte, a fin de que lleguen los repuestos y los insumos; resolviendo esa situación contribuiremos a resolver la situación económica del país", dijo.
