SANTIAGO, 3 jun (Xinhua) -- Chile, un importador neto de gas y petróleo, inició hoy el suministro de gas a Argentina desde su zona central, operación que se extenderá hasta el fin del invierno austral, el 21 de septiembre.
La reexportación del combustible se realiza mediante el gasoducto GasAndes y considera un volumen total de tres millones de metros cúbicos diarios (m3d) suministrado por las empresas Enap, Endesa Chile y Metrogas, los cuales se dirigen a la estatal argentina Enarsa.
Este acuerdo para el traspaso del gas hacia Argentina estará vigente por el periodo de mayo-septiembre de este año, que corresponde al invierno, donde es más alto el consumo de este hidrocarburo, y será para consumo residencial e industrial en la ciudad de Buenos Aires.
Chile importa el 70 por ciento de sus insumos energéticos, y compra el gas a Trinidad y Tobago, y a Indonesia.
"Este es otro paso para la integración energética", dijo el ministro chileno de Energía, Máximo Pacheco, quien calificó como "fructífera" la operación para reexportar Gas Natural Licuado (GNL) desde Chile al país trasandino.
El gas será trasladado en ocho barcos que llegarán a las terminales chilenas de GNL que hay en Chile y, desde allí, se enviará a través de gasoductos rumbo a Argentina.
Se informó en Buenos Aires que el gobierno argentino decidió adquirir el gas en Chile, al considerar que el suministro que recibe de Bolivia es insuficiente y también porque adquirirlo en Chile es más barato que quemar gasoil para generar energía eléctrica.
"Bolivia le vende (gas) a Brasil y a la Argentina, y no tiene más gas", afirmó el ministro argentino de Energía, Juan José Aranguren.
"Tuvimos posibilidad de comprarle gas a Chile, que tiene también plantas de regasificación con capacidad ociosa, y lo compramos a siete dólares el millón de BTU (unidad térmica británica) y desplaza al gasoil que lo compramos a 10, lo que le significa al Estado un ahorro de 46 millones de dólares".
Con ello, dijo, Argentina se prepara para afrontar el aumento de la demanda de gas para el próximo invierno "para que las amas de casa tengan gas en sus hogares y no les cortemos el gas a las industrias o no les cortemos el GNC (gas natural comprimido) a los taxistas".
Lo paradójico de esta operación que se inició este viernes es que Chile le compraba a Argentina el gas para consumo industrial y doméstico, para lo cual se instalaron gasoductos, hasta que en 2005 se produjo la crisis del gas en este país porque por ley no permite vender energía si no se cubren las necesidades internas.
A partir de 1995, Chile comenzó a gasificar su matriz al máximo con la construcción de gasoductos para recibir el gas argentino a precios muy asequibles.
Por su parte Bolivia, que posee grandes reservas, se ha negado vender este combustible a Chile, hasta que no se resuelva su histórica demanda por una salida al mar.
El gobierno chileno está también pendiente de la construcción de un gasoducto en Perú hasta el puerto de Ilo, en el norte de la ciudad chilena de Arica, la cual eventualmente puede ser un suministrador de gas para el país vecino.
Desde hace años, Chile, que no cuenta con petróleo ni gas, encontró la solución a su demanda interna de energía en la compra del gas licuado, que llega en barco, para lo cual instaló dos plantas procesadoras en sus costas.
Desde que asumió en 2014, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet decidió aumentar en el mediano plazo las compras de gas para reducir el peso del diesel en la matriz energética del país, combustible que es más contaminante y caro.