ENTREVISTA: Mercosur replantea relaciones con países externos

Spanish.xinhuanet.com   2016-06-04 03:25:49

Por Omar Mendoza

SANTIAGO, 3 jun (Xinhua) -- Los actuales cambios que se promueven en la estrategia del Mercado Común del Sur (Mercosur) apuntan a que, por distintas situaciones internas, hay un replanteamiento respecto a países que no pertenecen al bloque y a la inserción del mismo en el mundo globalizado, así lo valoró hoy el diplomático Pablo Urría.

El director de Asuntos Bilaterales de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile aseguró, en entrevista con Xinhua, que "la orientación del Mercosur, en los últimos 10 años, ha sido una posición más proteccionista respecto a terceros países".

Ello se ha dado "con base en el crecimiento interno, con mucha protección a la industria nacional, pero con una política industrial muy débil, con muchos subsidios del Estado".

En la última cumbre del Mercosur en Paraguay, en diciembre pasado, el presidente argentino Mauricio Macri planteó la necesidad de que los países integrantes del frente tengan "flexibilidad" y "previsibilidad" en sus relaciones.

Macri planteó que entre las prioridades del bloque regional (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) esté negociar con la Unión Europea (UE) y la Alianza del Pacífico (AP).

Según Urría, "el nuevo gobierno de Argentina, claramente, considera que tiene que abrirse e integrarse al mundo, así como a los nuevos acuerdos de integración, porque estaba muy atrasado en ello, y no puede crecer a base del consumo interno".

El entrevistado sostuvo que la mayoría de las naciones del mundo, especialmente de América Latina, ven con interés el cambio en el Mercosur, porque eso significa, teóricamente, desaparecer muchas de las limitaciones al comercio que se impusieron en los últimos tiempos.

"La relación bilateral de Chile con el Mercosur, es un acuerdo ambicioso que, incluso, desde el punto de vista del intercambio de bienes, puede ser hoy más ambicioso que el acuerdo intra-Mercosur", precisó Urría.

Además, "el comercio bilateral tiene cero aranceles, lo cual debía tener ese bloque", comentó el funcionario.

Recordó que para Chile "hubo un montón de barreras para controlar su balanza de pagos, utilizando metodologías para mantener un cierto equilibrio y un cierto nivel de la balanza de pagos, que era importante para cumplir con el Mercosur".

Respecto a la apertura del gobierno argentino, dijo: "La vemos interesante, pero es compleja igual desde el punto de vista de su realización".

El funcionario comentó que los esfuerzos del gobierno argentino son una oportunidad para Chile, "porque en la medida que le vaya bien a Argentina, nos va ir bien a nosotros, a pesar que siempre hemos tenido una proporción a favor de ellos de 4 ó 5 a 1 en el comercio".

Indicó que ese país "fue el principal lugar de inversión extranjera chilena en el exterior y se estancó por cambios de política interna. Por eso, apoyar a Argentina en el proceso de integración, está también en el interés del inversionista chileno".

Respecto a Brasil, Urría comentó que con la suspensión temporal de la presidenta Dilma Roussef "hay un claro giro".

"La percepción que teníamos nosotros en el último año y las señales que había dado el ministro de Comercio Exterior, era que Brasil ya estaba tomando medidas para insertarse en el mundo globalizado y no quedarse atrás", dijo el representante de la cancillería de Chile.

Respecto a la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, México y Colombia), Urría expresó que al principio "se le miraba con malos ojos" al establecerse en el gobierno de derecha del presidente Sebastián Piñera (2010-2014), "con críticas hacia la AP en términos de la desconfianza por gobiernos, como los de Brasil, Venezuela y Argentina".

Dijo que la presidenta chilena Michelle Bachelet "evaluó positivamente que las cuatro naciones tenían modelos de desarrollo y enfoques de políticas comerciales parecidos, permitiendo avanzar mucho más rápido en temas de integración. Por lo tanto, eso era positivo y bueno para Chile".

Según Urría, "no vamos a hacer una convergencia única, pero podemos converger en aquellas cosas donde tenemos intereses comunes, que desarrollan el comercio existente y donde tenemos compromisos de integración bilaterales".

Respecto al proyecto de una "una agenda común" para la AP, indicó que se ha retrasado, aunque en 2015 hubo un intento que fracasó, ya que en el Mercosur "existe una situación política compleja porque ingresó Venezuela y este país es un componente político, porque todavía no es parte de la Unión Aduanera".

"Aunque no se ha avanzado con una agenda concreta entre AP y Mercosur, sí ha habido efectos políticos, porque ya en Argentina y Brasil no hay una visión negativa sobre la Alianza y están interesados en acercarse, lo cual es un efecto político importante", dijo.

Pablo Urría sostuvo que "ahora hay condiciones para establecer una agenda más concreta en temas comunes y no en converger en que la Alianza vaya a ser una Unión Aduanera o un Acuerdo Comercial".

Se deben hacer proyectos comunes, "como la facilitación del comercio y reducir los gastos, y seguir integrándonos", aunque tampoco consideró probable en estos momentos un acuerdo comercial del Mercosur con Estados Unidos y Europa.

Tras 20 años de vigencia del acuerdo de Chile-Mercosur, el intercambio comercial bilateral llegó a 12.947 millones de dólares en 2015, al ser el cuarto socio comercial del país y el principal destino de la inversión de empresas chilenas en el exterior.

Las exportaciones chilenas del sector industrial a países del Mercosur representaron 62 por ciento de los envíos totales el año pasado.

Las ventas de cobre, no obstante, retrocedieron 24 por ciento en el año de referencia, mientras que las de productos agropecuarios aumentaron 5 por ciento con embarques que ascendieron a 278 millones de dólares.

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ENTREVISTA: Mercosur replantea relaciones con países externos

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Por Omar Mendoza

SANTIAGO, 3 jun (Xinhua) -- Los actuales cambios que se promueven en la estrategia del Mercado Común del Sur (Mercosur) apuntan a que, por distintas situaciones internas, hay un replanteamiento respecto a países que no pertenecen al bloque y a la inserción del mismo en el mundo globalizado, así lo valoró hoy el diplomático Pablo Urría.

El director de Asuntos Bilaterales de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile aseguró, en entrevista con Xinhua, que "la orientación del Mercosur, en los últimos 10 años, ha sido una posición más proteccionista respecto a terceros países".

Ello se ha dado "con base en el crecimiento interno, con mucha protección a la industria nacional, pero con una política industrial muy débil, con muchos subsidios del Estado".

En la última cumbre del Mercosur en Paraguay, en diciembre pasado, el presidente argentino Mauricio Macri planteó la necesidad de que los países integrantes del frente tengan "flexibilidad" y "previsibilidad" en sus relaciones.

Macri planteó que entre las prioridades del bloque regional (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) esté negociar con la Unión Europea (UE) y la Alianza del Pacífico (AP).

Según Urría, "el nuevo gobierno de Argentina, claramente, considera que tiene que abrirse e integrarse al mundo, así como a los nuevos acuerdos de integración, porque estaba muy atrasado en ello, y no puede crecer a base del consumo interno".

El entrevistado sostuvo que la mayoría de las naciones del mundo, especialmente de América Latina, ven con interés el cambio en el Mercosur, porque eso significa, teóricamente, desaparecer muchas de las limitaciones al comercio que se impusieron en los últimos tiempos.

"La relación bilateral de Chile con el Mercosur, es un acuerdo ambicioso que, incluso, desde el punto de vista del intercambio de bienes, puede ser hoy más ambicioso que el acuerdo intra-Mercosur", precisó Urría.

Además, "el comercio bilateral tiene cero aranceles, lo cual debía tener ese bloque", comentó el funcionario.

Recordó que para Chile "hubo un montón de barreras para controlar su balanza de pagos, utilizando metodologías para mantener un cierto equilibrio y un cierto nivel de la balanza de pagos, que era importante para cumplir con el Mercosur".

Respecto a la apertura del gobierno argentino, dijo: "La vemos interesante, pero es compleja igual desde el punto de vista de su realización".

El funcionario comentó que los esfuerzos del gobierno argentino son una oportunidad para Chile, "porque en la medida que le vaya bien a Argentina, nos va ir bien a nosotros, a pesar que siempre hemos tenido una proporción a favor de ellos de 4 ó 5 a 1 en el comercio".

Indicó que ese país "fue el principal lugar de inversión extranjera chilena en el exterior y se estancó por cambios de política interna. Por eso, apoyar a Argentina en el proceso de integración, está también en el interés del inversionista chileno".

Respecto a Brasil, Urría comentó que con la suspensión temporal de la presidenta Dilma Roussef "hay un claro giro".

"La percepción que teníamos nosotros en el último año y las señales que había dado el ministro de Comercio Exterior, era que Brasil ya estaba tomando medidas para insertarse en el mundo globalizado y no quedarse atrás", dijo el representante de la cancillería de Chile.

Respecto a la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, México y Colombia), Urría expresó que al principio "se le miraba con malos ojos" al establecerse en el gobierno de derecha del presidente Sebastián Piñera (2010-2014), "con críticas hacia la AP en términos de la desconfianza por gobiernos, como los de Brasil, Venezuela y Argentina".

Dijo que la presidenta chilena Michelle Bachelet "evaluó positivamente que las cuatro naciones tenían modelos de desarrollo y enfoques de políticas comerciales parecidos, permitiendo avanzar mucho más rápido en temas de integración. Por lo tanto, eso era positivo y bueno para Chile".

Según Urría, "no vamos a hacer una convergencia única, pero podemos converger en aquellas cosas donde tenemos intereses comunes, que desarrollan el comercio existente y donde tenemos compromisos de integración bilaterales".

Respecto al proyecto de una "una agenda común" para la AP, indicó que se ha retrasado, aunque en 2015 hubo un intento que fracasó, ya que en el Mercosur "existe una situación política compleja porque ingresó Venezuela y este país es un componente político, porque todavía no es parte de la Unión Aduanera".

"Aunque no se ha avanzado con una agenda concreta entre AP y Mercosur, sí ha habido efectos políticos, porque ya en Argentina y Brasil no hay una visión negativa sobre la Alianza y están interesados en acercarse, lo cual es un efecto político importante", dijo.

Pablo Urría sostuvo que "ahora hay condiciones para establecer una agenda más concreta en temas comunes y no en converger en que la Alianza vaya a ser una Unión Aduanera o un Acuerdo Comercial".

Se deben hacer proyectos comunes, "como la facilitación del comercio y reducir los gastos, y seguir integrándonos", aunque tampoco consideró probable en estos momentos un acuerdo comercial del Mercosur con Estados Unidos y Europa.

Tras 20 años de vigencia del acuerdo de Chile-Mercosur, el intercambio comercial bilateral llegó a 12.947 millones de dólares en 2015, al ser el cuarto socio comercial del país y el principal destino de la inversión de empresas chilenas en el exterior.

Las exportaciones chilenas del sector industrial a países del Mercosur representaron 62 por ciento de los envíos totales el año pasado.

Las ventas de cobre, no obstante, retrocedieron 24 por ciento en el año de referencia, mientras que las de productos agropecuarios aumentaron 5 por ciento con embarques que ascendieron a 278 millones de dólares.

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