DAMASCO, 30 may (Xinhua) -- En medio de la aplastante guerra en Siria, los niños sin hogar aún tienen esperanza porque son atendidos y criados por mujeres que no necesariamente son sus madres biológicas.
Y aunque estas mujeres están abrumadas por tener más niños de lo imaginable, son más que una madre para ellos.
En la Aldea de Niños SOS cerca de Damasco, decenas de menores sin hogar que perdieron a sus padres en la guerra, son hijos de padres divorciados o fueron dejados de lado por la sociedad son criados por mujeres a las que aman y a las que llaman mamá.
Hamidah, una niña de 13 años originaria de la ciudad norteña de Aleppo, dijo que ama a su madre sustituta más que a sus padres verdaderos, quienes se divorciaron y la dejaron en un hogar de acogida.
"Cuando sea grande pasaré a una casa de adultos, pero no quiero dejar a mi mamá porque aquí estoy contenta. Quiero a mi mamá sustituta más que a mi verdadera mamá porque realmente le importo y nunca me ha hecho sentir como huérfana. Estoy realmente contenta de que sea mi mamá".
Hamidah dijo que en el futuro quiere ser abogada para defender a quienes no tienen voz y a los desafortunados.
Luma Muhib, la mamá de Hamidah, que también es la mamá de otros nueve niños en la unidad habitacional de la Aldea SOS, dijo que no se ha casado y que esto no le importa en lo absoluto.
"Mi relación con estos niños ha llenado mi vida de alegría y me ha compensado por la vida marital que no pude tener. Normalmente, las mujeres se casan para tener una familia e hijos, pero yo ya tengo hijos aquí, gracias a Dios", dijo Muhib.
Muhib ha sido madre sustituta de niños huérfanos y sin hogar durante cerca de 10 años y dijo que cuidará a sus nueve niños en la Aldea SOS durante el tiempo que sea necesario.
Muhib dijo que ahora tiene más hijos de los que jamás se imaginó.
Todos los días. Muhib despierta a los nueve niños, les cambia la ropa, los baña y les da clases.
La unidad habitacional de Muhib en la aldea está llena de niños saltando por todas partes o aún gateando. Sin embargo, la mujer encuentra el tiempo para cocinar para ellos e incluso les prepara pasteles y dulces.
Muhib dijo que Hamidah es más que una hija sustituta para ella. "Para mí es como una amiga". Las dos están muy unidas.
Como en cualquier casa normal, la hermana mayor cuida a los hermanos menores y Hamidah ayuda a Muhib a atender a los hermanos y hermanas más pequeños.
Muhib no teme que sus niños crezcan y se vayan porque "una madre nunca se olvida".
En otra unidad habitacional de la aldea, Sana, otra niña de 13 años, dijo que cuando sea grande le gustaría ser pediatra para poder atender a los niños.
Sana dijo que ella ayuda a su mamá sustituta a criar a los niños pequeños de la casa.
"Yo deseo que la crisis acabe pronto y que Siria vuelva a ser lo que era antes. Quiero ser pediatra para poder ayudar a los niños porque los quiero", dijo Sana.
Suad, su mamá, recibió un premio por ser la madre sustituta ideal en la Aldea SOS.
"Nuestro papel es ayudar a los niños, acogerlos, comprender sus necesidades, porque cada niño viene de circunstancias diferentes", dijo Suad.
Suad dijo que su papel "es reunir a estos niños para ayudarlos y ofrecerles una atención integral que cubra sus necesidades emocionales, sociales y físicas".
Criar a huérfanos procedentes de historiales diferentes exige un esfuerzo sustancial, dijo Suad.
"Les enseñamos el comportamiento apropiado. Algunos niños llegan a nosotros con una conducta inapropiada porque no recibieron ninguna ayuda previa para distinguir entre lo bueno y lo malo. Honestamente, nunca he sentido que los niños no sean de hecho míos. Al contrario, siempre sentí que soy su verdadera madre. Todas las madres de la aldea sentimos lo mismo".
Suad afirma que las madres de la aldea dan a luz a niños con el corazón, no con el útero.
En el suburbio Qudsayia de Damasco, la Aldea SOS cuida a más de 140 niños de diferentes zonas y con diversos historiales, quienes viven juntos como una sola familia.
La Aldea SOS fue construida en 21 hectáreas, tiene áreas de juego y 18 unidades habitacionales, cada una de las cuales puede alojar a ocho niños.
Pero debido a la actual crisis, entre 12 y 16 niños viven actualmente en una unidad.
Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef, dijo que "millones de niños sirios están viendo desaparecer su pasado y su futuro en medio de este prolongado conflicto. Tenemos que rescatarlos por su bien y por el bien de las futuras generaciones sirias".