NUEVA YORK, 18 may (Xinhua) -- Después de que Donald Trump venció a otros 16 candidatos en lo que parecía un fuerte grupo republicano, el siguiente problema real que el virtual candidato republicano a la presidencia debe enfrentar es la demostración de que es un líder confiable, afirman expertos.
Aunque el Partido Republicano aún no se encuentra unido para apoyar al vociferante multimillonario neoyorquino que constantemente cambia sus posturas, la división no causará daños reales a su campaña, señalaron.
Los republicanos tradicionales que rechazaron las declaraciones de Trump sobre comercio, inmigración y musulmanes en la campaña electoral primaria, finalmente lo apoyarán en la elección general, predijeron los expertos.
LA CREDIBILIDAD DEL LIDERAZGO
"El problema real de Donald Trump es Donald Trump", dijo Allan Lichtman, historiador político estadounidense, quien es profesor en la Universidad Americana de Washington D.C.
La pregunta abierta es si Trump es el hombre a quienes los votantes quieren confiar el control del arsenal nuclear estadounidense y del ejército del país, dijo Lichtman a Xinhua.
El ex astro de los programas de telerrealidad se ha convertido en el último republicano en pie en la contienda porque aprovecha el enojo republicano con su propio partido, el miedo a la influencia extranjera y el miedo a la violencia para ganar votos con su retórica en el sentido de que hará que Estados Unidos sea grande de nuevo, señalaron los expertos.
Aunque parece el candidato más auténtico al tocar directamente el descontento de la base republicana, Trump, quien nunca ha ocupado un cargo de elección, no tiene una agenda clara sobre política, dijo Lichtman.
"Trump está llevando a cabo una campaña personal, no una campaña de políticas. No le importan los hechos y no le importa contradecirse", dijo, y citó el cambio de Trump sobre la prohibición a los musulmanes y el salario mínimo.
Trump, quien alarmó a muchos con el llamado para prohibir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos, modificó su postura la semana pasada y dijo que "fue sólo una sugerencia".
También dijo a principios de este mes que estaría abierto a elevar el salario mínimo, pero luego cambió su postura de campaña primaria y dijo que el país no podría hacer frente a un aumento a la actual tasa federal de 7,25 dólares la hora.
"El problema real de Donald Trump no son sus políticas porque no sabemos cuáles son", dijo Lichtman. "¿Será un líder confiable? Ese es el problema de Trump", dijo.
Sharyn O'Halloran, profesora de economía política y de asuntos internacionales y públicos de la Universidad de Columbia, considera que el que los votantes moderados puedan ver a Trump como alguien creíble será un factor decisivo en la contienda con Hillary Clinton, la probable nominada demócrata.
Trump, quien está aprovechando de manera directa el sentimiento contrario al orden establecido hablando su idioma, no tiene posibilidades de ganar en esta etapa, dijo O'Halloran a Xinhua, y agregó que para aumentar sus probabilidades de ganar "tendrá que demostrar a los votantes moderados que él es, de hecho, un candidato presidencial creíble".
"Tendrá que cambiar sus posturas. Tendrá que cambiar la manera que se presenta, tendrá que resultar atractivo para las mujeres", dijo.
EL APOYO REPUBLICANO
Si Trump hiciera esto, ello podría ayudarlo a reconciliarse con los republicanos tradicionales que aún están aceptando con renuencia la realidad de que Trump, al que muchos temen por su carácter impredecible y su falta de disciplina en la campaña, podría convertirse en el abanderado de su partido.
De los cinco ex nominados presidenciales republicanos vivos, cuatro de ellos, Mitt Romney, los ex presidentes George H.W. Bush y George W. Bush y Bob Dole, no han apoyado a Trump o han señalado que no asistirán a la Convención Nacional Republicana en julio, lo que destaca la profunda división generada al interior del Partido Republicano.
Pero que la élite republicana lo apoye o no, no es motivo de preocupación porque Trump es el candidato presidencial virtual, dijo O'Halloran.
A pesar de lo desconcertados que puedan estar por el incontrolable hombre de negocios, muchos republicanos de Capitol Hill se dan cuenta de que tienen que reconocer la voluntad de los votantes republicanos.
De lo contrario corren el riesgo de ver a otro demócrata en la Casa Blanca durante el menos otros cuatro años.
Lichtman predijo que la mayoría de los republicanos apoyarán al multimillonario, "no porque quieran mucho a Trump, sino porque quieren menos a Hillary Clinton".
"Porque se dan cuenta de que el próximo presidente va a nombrar a al menos uno de los jueces de la Suprema Corte, o quizás a tres, y esto trazará el rumbo de la ley estadounidense en los próximos 30 años. Y no quieren que los demócratas lo hagan", dijo.
"De manera muy cínica y creo que manera bastante inmoral, los republicanos van a apoyar a Trump a pesar de que reconocen que sería muy peligroso en la Oficina Oval", agregó.
