BRASILIA, 18 may (Xinhua) -- El nuevo canciller brasileño, José Serra, lanzó hoy durante el acto de asunción del cargo diez directrices de la política exterior del gobierno del presidente interino Michel Temer, enfocada en la ampliación del comercio exterior y las inversiones.
En la ceremonia realizada en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña, Serra destacó la necesidad de cambios en la diplomacia para adecuarla a las necesidades del presente y a los desafíos económicos que enfrenta el país.
La primera directriz es que la diplomacia "volverá a reflejar de modo transparente e intransigente los legítimos valores de la sociedad brasileña y los intereses de su economía, al servicio de Brasil en su conjunto" y no más las preferencias de un partido político y de sus socios en el exterior.
"Nuestra política externa será regida por los valores del Estado y de la nación, no de un gobierno y jamás de un partido", subrayó.
La segunda directriz es que "estaremos atentos a la defensa de la democracia en cualquier país, en cualquier régimen político", para seguir los compromisos asumidos en tratados internacionales y el principio de no injerencia.
La tercera apunta que Brasil asumirá la "especial responsabilidad" que le cabe en el área ambiental, como defensor de la mayor selva tropical del mundo, la Amazonia.
"Si hacemos bien los deberes de casa, podremos recibir recursos caudalosos de entidades internacionales interesadas en ayudarnos a preservar las selvas y la reservas de agua dulce y biodiversidad", explicó.
La cuarta directriz indica que en todos los foros globales y regionales el gobierno brasileño buscará soluciones pacíficas y negociadas para los conflictos internacionales "y de una adecuación de sus estructuras a los nuevos desafíos".
"Al mismo tiempo, se empeñará para la superación de los factores desencadenantes de las frecuentes crisis financieras y de la reciente tendencia a la desaceleración del comercio mundial", afirmó.
La quinta directriz apunta que Brasil no se restringirá a la búsqueda de un acuerdo comercial multilateral en el ámbito de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sino que buscará acuerdos bilaterales.
"No hay duda de que las negociaciones de la OMC son las únicas que podrían corregir las distorsiones sistémicas relevantes, pero no vienen avanzando con la celeridad necesaria", resaltó.
Destacó que el bilateralismo comercial se multiplicó en todo el mundo, pero Brasil quedó al margen, por lo que "vamos a resolver ese atraso y recuperar las oportunidades perdidas.
La sexta directriz del gobierno dará impulso a "un acelerado proceso de negociaciones comerciales", a partir de una intensa consulta de sectores productivos para abrir mercados para las exportaciones y crear empleos.
"Utilizaremos pragmáticamente la facilidad de acceso a nuestro gran mercado interno como instrumento de obtención de concesiones negociadas con base en la reciprocidad equilibrada", dijo.
La séptima directriz ratifica la alianza con Argentina, con la cual "pasamos a compartir referencias semejantes para la reorganización de la política y de la economía".
"Junto con los demás socios, precisamos renovar el Mercosur (Mercado Común del Sur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) para corregir lo que precisa ser corregido, con el objetivo de fortalecerlo, antes que nada con relación al libre comercio con los demás países miembros, que aún deja que desear", afirmó.
Serra anunció también la intención de construir puentes con la Alianza del Pacífico, que involucra a Chile, Perú y Colombia y México.
La octava directriz apunta a ampliar intercambios con socios tradicionales como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
"El intercambio de ofertas entre el Mercosur y la Unión Europea será el punto de partida para concluir un acuerdo comercial que promueva una mayor expansión del comercio y las inversiones recíprocos, sin perjudicar los legítimos intereses de diversos sectores productivos brasileños", precisó.
Con Estados Unidos "confiamos en soluciones prácticas de corto plazo para la remoción de barreras no tarifarias y de regulación que entorpece el intercambio", agregó.
"En ese sentido Brasil es el país más abierto del mundo, no tenemos ninguna barrera no tarifaria, al contrario de todos los otros que se presentan como campeones del libre comercio", enfatizó.
La novena directriz apunta que "será prioritaria la relación con socios nuevos de Asia, en particular China, este gran fenómeno económico del siglo XXI, y la India".
Brasil además insistirá en ampliar las relaciones con Africa, "el gran socio del otro lado del Atlántico" y con los países árabes.
"Esta relación (con Africa) no podrá restringirse a lazos fraternos del pasado y a correspondencias culturales. Al contrario de lo que se intentó difundir entre nosotros, Africa moderna no pide compasión, sino que espera un efectivo intercambio económico, tecnológico y de inversiones", subrayó.
Según Serra, las relaciones Sur-Sur serán fundamentales, pero de forma "correcta", a diferencia de la que se desarrolló "con fines publicitarios, escasos beneficios económicos y grandes inversiones diplomáticas".
"Vamos también aprovechar las oportunidades ofrecidas por los foros interregionales con otros países en desarrollo, como es el caso de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), para acelerar intercambios comerciales, inversiones y compartir experiencias", señaló.