RIO DE JANEIRO, 13 may (Xinhua) -- La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, calificó hoy de "ilegítimo" el nuevo gobierno en funciones presidido por Michel Temer, y lamentó que en su gabinete no haya "ni mujeres ni negros".
El nuevo Ejecutivo necesitará usar "mecanismos ilegítimos" para continuar gobernando, dijo Rousseff durante una rueda de prensa ante corresponsales extranjeros en la residencia oficial de la Presidencia, de la cual podrá gozar hasta que la cámara alta juzgue si la destituye o no por supuestas irregularidades fiscales.
"No sé si el riesgo existe ahora, en este momento. Pero creo que un gobierno ilegítimo precisará siempre de mecanismos ilegítimos para mantenerse en el poder", aseguró.
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) y quien fue suspendida el jueves del cargo por el Senado, criticó la nueva composición del gobierno de Temer, quien redujo de 32 a 23 los ministerios sin incluir mujeres ni afrobrasileños, pese a que son la mayoría entre la población.
"Lamento que no haya mujeres o negros en la administración después de tantos años (la última vez que un gobierno brasileño excluyó mujeres fue en 1976, en pleno gobierno militar). Discriminaciones raciales y de género son un problema serio en Brasil", señaló.
"Hay un problema de representatividad", sobre todo en relación a las mujeres, que suponen más del 50 por ciento de la población brasileña, indicó.
Para Rousseff, el nuevo Ejecutivo "es un gobierno que refleja de un lado bastante claro que será un gobierno liberal en economía y extremamente conservador en el área cultural y social. Lo está demostrando en su formación", afirmó la presidenta apartada del cargo.
"La desigualdad en Brasil es negra, femenina, infantil y también, obviamente, masculina, pero negros y mujeres son fundamentales si se quiere construir un país desde el punto de vista social, cultural y de derechos humanos", declaró.
Rousseff teme por posibles represiones contra movimientos sociales que hagan oposición al nuevo gobierno, tal y como han anunciado sindicatos y entidades vinculadas a la izquierda brasileña, y recordó que bajo su mandato, el gobierno brasileño no reprimió ningún acto de la oposición.
Sobre su futuro, se mostró confiada en que podrá demostrar su inocencia ante el Senado y con ello, volver a ocupar la presidencia, incluso no descartó viajar al exterior para defender su causa.
"Creo en mi defensa. Viajaré a cualquier lugar que me inviten para explicar los puntos de mi caso", reiteró al afirmar que "el proceso no tiene base legal, "es un golpe de Estado", un "mecanismo político por el cual las personas que no fueron elegidas consiguieron llegar al poder", aseguró.
"Tendremos que defendernos también políticamente, porque este es un juicio político y jurídico", añadió.
El nuevo gobierno de Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), asumió el jueves, después de que el Senado votó por apartar a Rousseff del cargo y abrir un juicio político en su contra.
Dilma Rousseff continuará apartada del cargo durante 180 días, periodo en el que el Senado juzgará si la destituye por irregularidades fiscales al maquillar los resultados de 2014 y 2015.
En caso de que el Senado la absuelva asumirá nuevamente el mandato, pero si es condenada Temer completará el periodo de gobierno que vence el 1 de enero de 2019.