Por Sylvia B. Zárate y César Mariño
BOGOTA, 12 may (Xinhua) -- Cientos de indígenas del departamento de la Guajira viajaron esta semana a Bogotá para exigir al gobierno con diferentes manifestaciones la atención necesaria para que no mueran más menores por desnutrición en el norte del país.
Marchando en espiral y con pequeños ataúdes en las manos, representantes de 102 pueblos indígenas de la Alta Guajira al norte de Colombia llamaron la atención de los capitalinos en la céntrica Plaza de Bolívar.
Con los ataúdes quieren simbolizar la muerte de por lo menos 12 mil niños indígenas que aseguran, han muerto durante los últimos cinco años por causas asociadas a la desnutrición.
Después de tres días de un viaje en el que recorrieron más de mil kilómetros de distancia, los cerca de doscientos indígenas se han instalado en Bogotá para llamar la atención del Estado vestidos con las mismas mantas que son emblemas colombianos en el exterior.
Y con un acto que bautizaron "Entre Mantas y Cantos Wayuú", solicitan la presencia del jefe de Estado o de las entidades encargadas de que los ciudadanos indígenas tengan la vida digna que en repetidas ocasiones los políticos les han prometido.
En entrevista con Xinhua, la docente de la Alta Guajira, Fanny Zamudio, dijo que su pueblo confía en que las promesas por fin sean cumplidas por respeto a los niños de esta región y a sus ancestros.
"Hemos querido sentarnos con el gobierno nacional y que escuchen, desde el clamor de su gente, desde sus palabreros y autoridades ancestrales, desde esos padres de familia que no tienen voz, desde los profesores que desde allí, desde una enramadita del casco urbano hacen patria también. Venir a decirles que es el momento de ayudarlos, porque no queremos sucumbir, no queremos más niños desnutridos, no queremos más una Guajira olvidada", expresó.
Zamudio agregó que espera que la Guajira que ha sido la bandera del actual gobierno, sea ejecutada con proyectos que atiendan la realidad que los afecta.
"Hemos venido con esperanza. Hemos tenido situaciones muy difíciles como es la estadía en este lugar. Queremos irnos con el corazón grande y sabiendo que la Guajira es Colombia. Decir que la Guajira es Colombia es sentir que de verdad somos patria", señaló.
En diciembre de 2015 la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al Estado colombiano unas medidas cautelares que cobijaron las cinco poblaciones más grandes de la Guajira.
Las ciudades de Riohacha, Maicao, Manaure y Uribia fueron beneficiadas con estas medidas que implementaron una mayor asistencia alimentaria, la perforación de pozos para el suministro de agua potable y el acceso a educación.
Sin embargo la ejecución de estas medidas ha sido calificada como asistencialista por los indígenas de una de las comunidades más numerosas de Colombia, la comunidad Wayuú.
Sus miembros aseguran que será una comunidad extinta si el Estado colombiano no implementa políticas públicas integrales que garanticen el bienestar y desarrollo de cada uno de sus habitantes.
"La desnutrición no es un niño que no tenga acceso a la alimentación. Es un niño que no tiene acceso a agua potable, es un niño que no tiene acceso a centros de salud, es un niño que no tiene acceso a una buena nutrición en aspectos propios como verduras, proteínas, por lo menos a los carbohidratos. Es un aspecto de lejanía y de vías de acceso que están olvidadas. La desnutrición es una voz del clamor del pueblo Wayuú", señaló.
"Es una realidad latente de todos los días, porque es ese Wayuú que lucha por sobrevivir y no es venir a ver a un niño sino atender a una familia, a un padre y una madre desempleados que no tienen cómo darle lo básico a sus hijos. Aquí es un problema total, es un problema de inversión social", añadió.
En lo que va corrido de 2016 veintiún niños Wayuú han muerto por desnutrición, esto según registros propios de la comunidad ya que los líderes indígenas aseguran que el problema del sub registro es otro más que impide visibilizar la grave problemática del hambre en esta región colombiana.
La comunidad Wayuú también se manifiesta en contra de los grandes proyectos tanto de minería como de hidroeléctricas que han desviado el cauce de los pocos ríos de su región ocasionando la escasez de agua, las pobres condiciones sanitarias, la muerte de los animales y con todo ello, el hambre.
Aseguran que estarán en Bogotá, en una permanencia pacífica y haciendo uso de sus métodos ancestrales de diálogo y entendimiento hasta que sean escuchados por el gobierno y se produzcan acuerdos concretos para mejorar sus condiciones de vida.
Edicto Barroso, un palabrero de la comunidad Wayuú, encargado de conciliar durante los conflictos que surgen dentro de la comunidad, reiteró que las manifestaciones preparadas por el pueblo indígena son completamente pacíficas pero contundentes para lograr una respuesta del gobierno.