BEIJING, 12 may (Xinhua) -- China dijo hoy que los reclamos ilegales de Tokio sobre una "isla" afectan la zona de alta mar y los intereses de la comunidad internacional en general.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, dijo que es ilegal que Japón reclame las zonas de alrededor del atolón de Okinotori como su plataforma continental o zona económica exclusiva (ZEE).
Lu hizo la declaración en respuesta a los informes en el sentido de que durante la cumbre del G7 en Japón este mes, los participantes discutirán el orden marítimo sobre la base del derecho internacional y a que Japón recientemente reiteró que clasifica Okinotori como una isla, no como un conjunto de rocas.
Lu explicó que el atolón, localizado a cerca de 1.700 kilómetros al sur de Tokio, es un grupo de rocas en el oeste del océano Pacífico y que menos de 10 metros cuadrados de las rocas se encuentran sobre el nivel del mar cuando la marea está alta.
De acuerdo con el Artículo 121 de la Convención de la ONU sobre la Ley del Mar (Unclos), las rocas que no pueden sostener la habitación humana o la vida económica no pueden tener el estatus de ZEE o de plataforma continental.
Lu recordó que en el 2012, la Comisión para los Límites de la Plataforma Continental no aceptó los reclamos japoneses sobre la clasificación geopolítica de Okinotori y ningún reclamo de plataforma continental.
Ahora, Japón reclama cerca de 700.000 kilómetros cuadrados de mar alrededor del atolón, dijo Lu, quien señaló que tales reclamos afectan la zona de alta mar y el lecho marino bajo jurisdicción internacional y dañan los intereses de la comunidad internacional en general.
De acuerdo con Unclos, los lechos marinos internacionales y sus recursos son propiedad heredada común de la humanidad.
Es inimaginable que Japón viole a sabiendas el derecho internacional y que al mismo tiempo trate de presentarse como un defensor del Estado de derecho en asuntos marítimos internacionales para obtener apoyo en la cumbre del G7, dijo Lu.
"Esto sólo demuestra que ciertos países son frívolos e hipócritas cuando hablan de salvaguardar el derecho marítimo y será aún más absurdo si alguna organización decide apoyar tal comportamiento", dijo Lu.