ESPECIAL: Madres mexicanas y centroamericanas marchan por desaparición de hijos

Spanish.xinhuanet.com   2016-05-11 11:58:42

MEXICO, 10 may (Xinhua) -- Desde hace cinco años, Maricel Torres no celebra el 10 de mayo, el "Día de las Madres" en México, porque no sabe el destino que tuvo su hijo adolescente desde que una noche de 2011 desapareció en la municipalidad de Poza Rica, en el estado de Veracruz (oeste).

"Para mi no hay 10 de mayo, para mi este día no existe. Es un día cualquiera", dijo a Xinhua la mujer, madre de Juan Castillo, un joven de apenas 17 años.

Como también lo hicieron mujeres con hijos desaparecidos de estados del norte, centro y sur del país, Torres, maestra de profesión, llegó anoche a la Ciudad de México para marchar hoy por la céntrica avenida de Paseo de la Reforma para pedir a las autoridades justicia.

En el día en que México las celebra, decenas de madres dejaron a un lado el festejo en familia y caminaron vestidas de blanco por el asfalto durante casi una hora, bajo el quemante sol de mayo, gritando consignas: "¡Este día no es de fiesta, es de protesta!".

"Es como si hubieran lanzado una bomba sobre nuestra familia. Estamos en duelo constante", manifestó Lucía Vaca, otra madre, mientras avanzaba por la avenida con una fotografía de su hijo Alejandro Moreno colgando del cuello.

Moreno, ingeniero empleado de una empresa de equipo de cómputo transnacional, conducía su auto sobre una autopista del norte del país rumbo a la ciudad de Laredo, Texas, para tomar unas vacaciones cuando desapareció en enero de 2011, relató su madre.

"No hay ninguna versión sobre lo que le pasó. Parece que fue algún cártel de la droga de esa zona pero cinco años después ninguna autoridad tiene alguna versión", lamentó Vaca.

En la columna conformada por las mujeres de blanco, que partió del Monumento a la Madre, una explanada con esculturas de cantera en el centro de la ciudad, se repite la misma historia. Sólo cambia el nombre de la víctima, la fecha y el lugar de los hechos.

En México existen actualmente 28.156 personas desaparecidas o extraviadas, en su mayoría hombres que tenían entre 15 y 39 años de edad, según las últimas cifras oficiales de la Secretaría de Gobernación, el ministerio del Interior mexicano.

"Venimos a recordar que muchas madres no podemos festejar porque nuestro corazón está incompleto", expresó Vaca, quien formaba parte del contingente de madres del norteño estado de Nuevo León porque ahí desapareció el ingeniero.

Torres, la madre originaria de Poza Rica, hizo un recuento de daños: su esposo vive en depresión y perdieron miles de pesos pagando a un criminal que los extorsionó con la promesa de información sobre el paradero de su hijo, quien desapareció con otros tres jóvenes a su regreso de una fiesta.

TRAGEDIA QUE ABARCA A MIGRANTES

En la marcha anual, la quinta que madres de personas desaparecidas llevan a cabo, también quedó expuesto el peligro que migrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras enfrentan en su tránsito por México rumbo al sueño laboral de Estados Unidos.

Heidi Orozco, una guatemalteca originaria del departamento de Zacapa (noroeste), marchó por su hermano Jesmir, desaparecido en julio de 2010 en el norteño estado de Tamaulipas, cuando estaba cerca de llegar a la frontera con Estados Unidos.

Ella viajó desde su hogar en Guatemala para pedir en la protesta de hoy a los parlamentarios mexicanos que escuchen la opinión de las familias víctimas dentro de la discusión de una nueva ley general contra la desaparición forzada.

"El es mi hermano pero soy mama de tres hijos y un día como hoy (también Día de la Madre en Guatemala) no puedo estar con ellos", expresó en entrevista.

Ana Lorena Delgadillo, dirigente de la Fundación para la Justicia, una organización no gubernamental que promueve los derechos de migrantes, expuso que han documentado la desaparición de 350 hondureños, salvadoreños y guatemaltecos en su paso por el país, pero sospechan que la cifra es mucho mayor.

"El flujo de migrantes se aproxima a los 450.000 por año. Podemos pensar que en esta ola de violencia que toca a México la población migrante ha sido fuertemente afectada", dijo en entrevista la abogada.

Otro caso es el de Oscar López, un joven hondureño de 20 años cuando desapareció en el estado de Jalisco (oeste) en enero de 2010 tras viajar desde Estados Unidos, a donde se había mudado poco antes desde su país, contó Ana Vaca, su madre.

La mujer hondureña dijo que desde hace tres años dejó su matrimonio y familia en la ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés, para mudarse a México con el objeto de seguir las pistas del paradero de su hijo, pero sólo ha encontrado inconsistencias en las investigaciones.

"Mi hijo se fue a Estados Unidos en 2008 porque estaba terrible la violencia en Honduras, estaban desapareciendo jóvenes... Aquí tengo más de tres años de buscarlo y no tengo respuesta de las autoridades", dijo en entrevista Vaca.

La hondureña, de 44 años, fue una de las más de más de 20 madres que tomaron el micrófono para relatar sus casos cuando la marcha se convirtió en mitin tras llegar a los pies de la columna del Angel de la Independencia, el dorado emblema de la Ciudad de México.

Una por una, mujeres provenientes de estados como Chihuahua (norte), Coahuila (norte), Guerrero (sur) y México (centro), compartieron con el resto de madres su caso: la fecha en que su hijo no regresó a casa, la problemática que enfrentan ante fiscalías estatales carentes de suficiente personal y la demanda de una mejor justicia.

"Las madres mexicanas nunca me han dejado sola. Me apoyan y esto me ha dado fuerza porque pensé que no podría con la desaparición de mi hijo", manifestó Vaca.

  
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MEXICO, 10 may (Xinhua) -- Desde hace cinco años, Maricel Torres no celebra el 10 de mayo, el "Día de las Madres" en México, porque no sabe el destino que tuvo su hijo adolescente desde que una noche de 2011 desapareció en la municipalidad de Poza Rica, en el estado de Veracruz (oeste).

"Para mi no hay 10 de mayo, para mi este día no existe. Es un día cualquiera", dijo a Xinhua la mujer, madre de Juan Castillo, un joven de apenas 17 años.

Como también lo hicieron mujeres con hijos desaparecidos de estados del norte, centro y sur del país, Torres, maestra de profesión, llegó anoche a la Ciudad de México para marchar hoy por la céntrica avenida de Paseo de la Reforma para pedir a las autoridades justicia.

En el día en que México las celebra, decenas de madres dejaron a un lado el festejo en familia y caminaron vestidas de blanco por el asfalto durante casi una hora, bajo el quemante sol de mayo, gritando consignas: "¡Este día no es de fiesta, es de protesta!".

"Es como si hubieran lanzado una bomba sobre nuestra familia. Estamos en duelo constante", manifestó Lucía Vaca, otra madre, mientras avanzaba por la avenida con una fotografía de su hijo Alejandro Moreno colgando del cuello.

Moreno, ingeniero empleado de una empresa de equipo de cómputo transnacional, conducía su auto sobre una autopista del norte del país rumbo a la ciudad de Laredo, Texas, para tomar unas vacaciones cuando desapareció en enero de 2011, relató su madre.

"No hay ninguna versión sobre lo que le pasó. Parece que fue algún cártel de la droga de esa zona pero cinco años después ninguna autoridad tiene alguna versión", lamentó Vaca.

En la columna conformada por las mujeres de blanco, que partió del Monumento a la Madre, una explanada con esculturas de cantera en el centro de la ciudad, se repite la misma historia. Sólo cambia el nombre de la víctima, la fecha y el lugar de los hechos.

En México existen actualmente 28.156 personas desaparecidas o extraviadas, en su mayoría hombres que tenían entre 15 y 39 años de edad, según las últimas cifras oficiales de la Secretaría de Gobernación, el ministerio del Interior mexicano.

"Venimos a recordar que muchas madres no podemos festejar porque nuestro corazón está incompleto", expresó Vaca, quien formaba parte del contingente de madres del norteño estado de Nuevo León porque ahí desapareció el ingeniero.

Torres, la madre originaria de Poza Rica, hizo un recuento de daños: su esposo vive en depresión y perdieron miles de pesos pagando a un criminal que los extorsionó con la promesa de información sobre el paradero de su hijo, quien desapareció con otros tres jóvenes a su regreso de una fiesta.

TRAGEDIA QUE ABARCA A MIGRANTES

En la marcha anual, la quinta que madres de personas desaparecidas llevan a cabo, también quedó expuesto el peligro que migrantes de Guatemala, El Salvador y Honduras enfrentan en su tránsito por México rumbo al sueño laboral de Estados Unidos.

Heidi Orozco, una guatemalteca originaria del departamento de Zacapa (noroeste), marchó por su hermano Jesmir, desaparecido en julio de 2010 en el norteño estado de Tamaulipas, cuando estaba cerca de llegar a la frontera con Estados Unidos.

Ella viajó desde su hogar en Guatemala para pedir en la protesta de hoy a los parlamentarios mexicanos que escuchen la opinión de las familias víctimas dentro de la discusión de una nueva ley general contra la desaparición forzada.

"El es mi hermano pero soy mama de tres hijos y un día como hoy (también Día de la Madre en Guatemala) no puedo estar con ellos", expresó en entrevista.

Ana Lorena Delgadillo, dirigente de la Fundación para la Justicia, una organización no gubernamental que promueve los derechos de migrantes, expuso que han documentado la desaparición de 350 hondureños, salvadoreños y guatemaltecos en su paso por el país, pero sospechan que la cifra es mucho mayor.

"El flujo de migrantes se aproxima a los 450.000 por año. Podemos pensar que en esta ola de violencia que toca a México la población migrante ha sido fuertemente afectada", dijo en entrevista la abogada.

Otro caso es el de Oscar López, un joven hondureño de 20 años cuando desapareció en el estado de Jalisco (oeste) en enero de 2010 tras viajar desde Estados Unidos, a donde se había mudado poco antes desde su país, contó Ana Vaca, su madre.

La mujer hondureña dijo que desde hace tres años dejó su matrimonio y familia en la ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés, para mudarse a México con el objeto de seguir las pistas del paradero de su hijo, pero sólo ha encontrado inconsistencias en las investigaciones.

"Mi hijo se fue a Estados Unidos en 2008 porque estaba terrible la violencia en Honduras, estaban desapareciendo jóvenes... Aquí tengo más de tres años de buscarlo y no tengo respuesta de las autoridades", dijo en entrevista Vaca.

La hondureña, de 44 años, fue una de las más de más de 20 madres que tomaron el micrófono para relatar sus casos cuando la marcha se convirtió en mitin tras llegar a los pies de la columna del Angel de la Independencia, el dorado emblema de la Ciudad de México.

Una por una, mujeres provenientes de estados como Chihuahua (norte), Coahuila (norte), Guerrero (sur) y México (centro), compartieron con el resto de madres su caso: la fecha en que su hijo no regresó a casa, la problemática que enfrentan ante fiscalías estatales carentes de suficiente personal y la demanda de una mejor justicia.

"Las madres mexicanas nunca me han dejado sola. Me apoyan y esto me ha dado fuerza porque pensé que no podría con la desaparición de mi hijo", manifestó Vaca.

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