Por Anthi Pazianou
LESBOS, Grecia, 5 may (Xinhua) -- La isla griega de Lesbos, en el mar Egeo, ha atraído la atención internacional desde inicios de 2015 por la crisis de refugiados, principalmente por la hospitalidad y la solidaridad que los residentes han mostrado a los más de 500.000 refugiados que han atravesado la isla durante su viaje hacia el norte de Europa.
En especial, los esfuerzos de dos voluntarios locales, una abuela y un pescador de la aldea de Skala Sykamnias, fueron reconocidos por investigadores griegos y miembros del Comité Olímpico Helénico.
Xinhua habló con los dos nominados, Aimilia Kamvisi y Stratis Valiamos.
Kamvisi es una abuela de 85 años de edad, hija de refugiados que llegaron a Lesbos procedentes de Turquía en 1922, durante el intercambio de población entre Grecia y Turquía. Kamvisi ha vivido toda su vida en la aldea de Skala Sykamnias.
Kamvisi, junto con sus primas, Efstratia Mavrapidou de 89 años y Maritsa Mavrapidou de 85 años, se convirtió en un símbolo del voluntariado en Lesbos luego de que el fotoperiodista Lefteris Partsalis les tomó una foto sosteniendo y alimentando un niño refugiado en el otoño de 2015.
"Todos los días, durante el verano de 2015, terminamos las labores del hogar y nos acercamos a la costa para ayudar a otros voluntarios que están rescatando refugiados. Era nuestro deber moral", indicó Kamvisi.
La abuela añadió que la guerra tiene que parar. "La tragedia de los bebés que pierden la vida en el mar Egeo debe terminar. Deseamos paz y tranquilidad. Los políticos deben cuidar estos bebés. Los veo como a mis nietos".
Stratis Valiamos es un pescador de 40 años de edad de Skala Sykamnias. Stratis había estado rescatando refugiados en el mar Egeo durante varios años antes de que los números se incrementaran drásticamente y de que la comunidad internacional empezara a escuchar de las personas que arriesgan la vida para cruzar a Europa.
Susan Sarandon, una famosa activista y actriz de Hollywood, pasó la Navidad en la isla documentando las dificultades de los desplazados. Sarandon paso tiempo con las "niñas sucias" que ven las playas sucias como una oportunidad para reciclar y al mismo tiempo prestar un servicio.
La actriz partió de la isla en diciembre de 2015, llevando a casa las historias de los refugiados que recabó durante su contribución a los esfuerzos humanitarios.