WASHINGTON, 29 abr (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el lunes el envío a Siria de fuerzas adicionales de operaciones especiales para combatir al Estado Islámico (EI), pero el efecto podría ser limitado porque la situación en la región sigue siendo compleja, dijeron expertos de Estados Unidos.
El lunes, el presidente Obama anunció que desplegará 250 fuerzas adicionales de operaciones especiales para ayudar a las fuerzas kurdas e iraquíes a combatir el EI. Los expertos dijeron que esto ayudará un poco, pero indicaron que no será un remedio milagroso para derrotar de manera contundente a los extremistas.
El grupo radical islamista ha estado avanzando durante más de un año en Siria e Irak y se ha apoderado de vastas extensiones de territorio, en las que ha establecido su propio gobierno, ha promulgado leyes draconianas y ha decapitado y crucificado disidentes.
Por el temor de que el EI utilice este territorio como base para lanzar ataques contra Estados Unidos como los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 perpetrados por Al Qaeda, Estados Unidos está apoyando a las fuerzas kurdas e iraquíes en el combate al EI, incluyendo a través de una campaña de bombardeo contra el grupo.
"El más reciente despliegue de Estados Unidos tendrá algún efecto, pero será limitado porque los números siguen siendo relativamente pequeños", dijo a Xinhua Wayne White, ex subdirector de la Oficina de Inteligencia de Medio Oriente del Departamento de Estado.
"Todo depende de los rebeldes moderados e incluso más de los combatientes kurdos de las YPG (Unidades de Protección Popular), que participan de hecho en el combate", añadió White.
El ex subdirector dijo que "dicho esto, las YPG han sido la fuerza de combate más efectiva que trabaja con la coalición encabezada por Estados Unidos en Siria o Irak. Su principal problema es que tienen armas pesadas muy limitadas y un número de combatientes mucho menor que los desplegados por las fuerzas simpatizantes del régimen".
White agregó que Estados Unidos ahora prometió lanzar desde el aire armas y otras municiones, pero como Turquía es hostil a las YPG, tal ayuda podría ser mucho menor de la que las YPG necesitan.
Los críticos afirman que Obama no está haciendo todo lo que puede para frustrar la amenaza del EI y sostienen que las fuerzas estadounidenses enfrentan restricciones basadas en reglas de combate engorrosas que atenúan su capacidad de combate.
Los críticos también afirman que la administración Obama está realizando menos bombardeos contra el EI en comparación con las anteriores operaciones militares de Estados Unidos.
Pero White dijo que la administración está haciendo todo lo que puede sin enviar soldados al terreno.
"Entre más personal de Estados Unidos sea colocado en el frente de batalla, mayor será el riesgo de que uno o más soldados de Estados Unidos mueran, sean heridos o incluso capturados", añadió White.
El ex subdirector señaló que el soldado estadounidense que murió a inicios de este año en Irak murió principalmente porque las fuerzas iraquíes con las que estaba operando se dispersaron alrededor de él, dejándolo prácticamente solo en el enfrentamiento con los combatientes del EI.
"Particularmente en Irak, donde la mayoría del ejército y los peshmerga kurdos son menos confiables que las YPG, el riesgo para el personal de Estados Unidos parece ser mayor", dijo White.
La administración Obama desea limitar su participación en Irak después de que el presidente mencionó en su campaña poner fin a la guerra de Estados Unidos en Irak, lo que limita el número de tropas enviadas.
Pero Colin P. Clarke, politólogo asociado de la Corporación RAND, dijo a Xinhua que considera que la administración Obama está haciendo todo lo que puede para derrotar al EI en Siria e Irak.
"Sin embargo, tenemos que recordar que incluso si el EI es derrotado como entidad física, lo que tardará años en lograrse, tenemos que realizar avances en la mejora de algunos factores estructurales que condujeron al surgimiento del EI para empezar", dijo Clarke.
"Dos ejemplos obvios (de los factores cruciales) son la guerra civil en Siria y la marginalización de los sunitas por parte del gobierno en Bagdad", indicó Clarke, quien cree que Estados Unidos tiene que considerar otros factores para ganar el combate.
"Tenemos que considerar todas las opciones posibles en este combate y atacar el núcleo del grupo, pero también tenemos que trabajar para debilitar su presencia en línea, mermar sus recursos financieros e interrumpir su capacidad para reclutar y capacitar nuevos miembros", dijo Clarke.