RIO DE JANEIRO, 29 abr (Xinhua) -- El menosprecio en Brasil por el uso de monedas, el cual se remonta al cruceiro, que dejó de circular en 1993, deja fuera de circulación el equivalente a un tercio del volumen total de las cédulas y monedas emitidas por la Casa de la Moneda.
De acuerdo con un estudio presentado hoy por la Federación Brasileña de Bancos (Febraban), con base en cifras del Banco Central, los brasileños guardan en sus bolsillos, cofres o cajones 7.400 millones de monedas, el equivalente al 32 por ciento de todas las monedas emitidas hasta diciembre pasado.
La reserva de monedas existente en el mercado corresponde a 100 unidades para cada habitante, equivalente al promedio internacional.
Según la Febraban, los brasileños no tienen la costumbre de usar monedas, a diferencia de lo que ocurre en otros países donde es común un mayor pago y cobro de monedas.
El hábito de no usar monedas genera restricciones en su circulación en la economía, agregó.
Esta costumbre es un resquicio del periodo de la inflación alta, cuando el dinero perdió su valor rápidamente, razón por la cual las monedas" eran menospreciadas", enfatizó la Febraban.
Sin embargo, tras la estabilización del real, que empezó a circular en 1994, las monedas olvidadas en los bolsillos o en los cajones tienen el valor suficiente para pagar pequeñas cuentas.
"Es importante que las personas se sensibilicen sobre el valor que las monedas tienen y sobre la importancia también de cédulas de pequeñas denominaciones. Necesitan circular en el mercado, porque facilitan el cambio en el comercio y reducen los gastos del gobierno con nuevas emisiones de dinero", añadieron los expertos de la Febraban. Fin
